Por: Cayo Betancourt – cayobetancourt@gmail.com- @cayobetancourt
Los resultados corporativos son la suma de la contribución asociadas a los equipos de trabajo, en este artículo se discutirán diferentes elementos que contribuyen a generar resultados extraordinarios a partir de equipos de alto desempeño, los cuales tiene características particulares, son complementarios, calificados y enfocados en resultados, especialmente generan cohesión a través del tiempo.
Primero, un rasgo fundamental en un grupo es la diversidad, la cual se puede presentar en conocimiento, experiencia y género entre otras. La suma de los factores que contribuyen individualmente debe orquestarse y balancearse por parte del líder para extraer lo mejor de cada individuo, formando espacios para el desarrollo individual, expresados de manera colaborativa. En aquellos entornos donde la contribución se observa fragmentada por individuo, es necesario orquestarla para crear un resultado unificado y alineado con la estrategia corporativa. Los espacios contributivos no tienen oportunidad para sentimientos negativos, la envidia, el sesgo inconsciente y las relaciones de poder, junto con favoritismos crean espacios de división que evitan la colaboración balanceada y transparente entre sus miembros. Las cualidades de un líder se observan al enfrentar estas situaciones y evitar que contribuyan generando un ambiente negativo.
Segundo, las normas y estándares son esenciales para el buen funcionamiento de los equipos; por ejemplo cómo y cuándo se manejan los conflictos es un elemento importante para evitar la creación de entornos tóxicos y genera un proceso continuo de mejora. El papel del líder frente a las normas y estándares es necesario para discutir y apoyar las normas operativas del equipo, apoyar su adopción y generar la difusión necesaria para un conocimiento generalizado frente al qué, cómo, cuándo y dónde ejecutar las normas y estándares.
Tercero, responsabilidad compartida. Cuando los resultados de los equipos contribuyen de manera extraordinaria a un resultado global, se genera difusión y visibilidad en la cual todos esperan estar; por otra parte, los resultados negativos generan incomodidad, crean un foco de atención en el cual las personas preferirían no aparecer. La responsabilidad compartida consiste en participar activamente en las actividades independiente del resultado, generando un compromiso frente a la ejecución y la calidad de los entregables indica Keith Goudy.
Cuarto, definir claramente los roles y responsabilidades genera expectativas claras y provee herramientas para un desarrollo profesional colaborativo, permitiendo la elaboración de planes ajustados a las necesidades y alineados con las capacidades individuales para una cohesión permanente entre sus miembros. Kristin Ryba indica que los conflictos se minimizan, asegurando responsabilidad transversal mientras mantienen las fechas esperadas de manera clara para todos.
Quinto, el propósito de un equipo de alto desempeño es compartido, cada individuo debe sentirse conectado con el propósito del equipo, el papel del líder es crucial para entender las necesidades y prioridades individuales al momento de apoyar la construcción del propósito, donde el respeto, la colaboración y la escucha activa contribuyen a generar un ambiente propicio para crear resultados extraordinarios y verificables en el tiempo.
Finalmente, un equipo de alto desempeño es dinámico, permitiendo el ingreso y la salida de sus miembros. El congelamiento de posiciones por parte del líder o su equipo genera malestar, visibilidad negativa y creas entornos discordantes para el buen funcionamiento, la trayectoria profesional debe observarse como un paso temporal donde se interactúa con diferentes personas y cuando la contribución es negativa o no puede mejorarse, deberán tomarse decisiones que fomenten los cambios en las personas y su entorno.