- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Clasificados
- Especiales
Senador de la República
@GGarciaRealpe
La crítica situación de Venezuela es algo que ha desbordado los límites de toda democracia. El régimen de Nicolás Maduro ha llevado a nuestro hermano país al abismo, con el argumento de llegar a consensos de paz, pero, todos sabemos que son cortinas de humo para instaurar definitivamente el modelo de una dictadura que heredó de su antecesor y que sin lugar a dudas será la estocada final a su modelo de gobierno.
Los recientes atropellos sucedidos con el exalcalde de Caracas Antonio Ledezma y el líder opositor Leopoldo López, por el régimen de Maduro, se convierte en un nuevo y grave precedente en contra de los derechos humanos y el libre ejercicio democrático de la oposición.
Es bien sabido que muchos miembros de su gobierno, civiles y militares han entrado en saco roto saqueando las divisas del petróleo, e incluso, siendo sindicados de delitos graves como narcotráfico, “el cartel de los soles” es un claro ejemplo de ello.
El reciente llamado a las urnas para imponer una nueva constituyente que raya desde todo punto de vista con la ilegitimidad, no representa la voluntad popular de las amplias mayorías venezolanas, es apenas una burla más para el pueblo que pide a gritos un cambio de modelo, un cambio de gobierno y por supuesto un cambio de Presidente.
A todas luces lo que pretende esa nefasta constituyente es la reestructuración de la Fiscalía, uno de los pocos órganos independientes que hoy quedan, es pretender arrasar a la oposición con los anuncios de levantar la inmunidad parlamentaria como mecanismo para callar a los líderes anti régimen y aumentar así las cifras de presos políticos que cuestionan su gobierno.
Y mientras tanto, todos los días miles y miles de personas se debaten entre la vida y la muerte en las calles venezolanas, protestando de manera legítima por el respeto a sus derechos. No puede ser que una sola jornada como la presenciada en la votación de la ilegal Constituyente haya dejado como saldo doce muertos.
Esto NO es democrático, ni del mundo civilizado que desde el propio Gobierno, sí es que se puede llamar así, se ordene a las fuerzas del Estado reprimir a sus propios ciudadanos tomando acciones violentas que en muchos casos terminan en muerte y dolor.
¿Será que la nueva carta política que empezará a redactarse por personajes como Diosdado Cabello, Delcy Rodríguez, Cilia Flores, entre otros, va a lograr que en Venezuela se acabé el desgobierno, la persecución a la oposición, la represión, la violencia, la inseguridad ciudadana, la violación sistemática de los derechos Humanos, la escasez desbordada de alimentos y medicamentos, la inflación exagerada, la intimidación a la prensa que no es del régimen?, lo dudamos mucho, como dudamos del resultado tan cuestionado de las elecciones del domingo 30 de julio, a todas luces un resultado fraudulento como se esperaba.
Ante este negro panorama, toda la solidaridad con el pueblo venezolano, es hora de abrazar a nuestros hermanos, a que no seamos xenofóbicos y por el contrario los ayudemos, recordemos que Venezuela fue el refugio y hogar de millones de colombianos en años anteriores.
Es necesario entonces, requerir al gobierno colombiano para que se mantenga firme en sus posturas de rechazo a esa constituyente y a cualquier otro mecanismo que afecte el día a día y el futuro de los venezolanos. Estados Unidos ya se pronunció a través del Departamento del Tesoro congelando los bienes de Nicolás Maduro que tengan jurisdicción en ese país, de la misma manera la Unión Europea rechaza el antidemocrático modelo. También se requiere que otras naciones cierren filas contra la dictadura del gobierno de Venezuela.
Comentarios recientes