Además del reconocimiento como mejor trío instrumental, el conjunto caucano fue galardonado con el Gran Premio Mono Núñez en la categoría instrumental. Para su repertorio final seleccionaron un pasillo del maestro payanés Walter Meneses y un bambuco 3/4 del antioqueño Carlos Vieco.
Redacción El Nuevo Liberal
Con una vasta variedad de ritmos andinos colombianos y con la energía contenida después de dos años de realizarse virtualmente, el pasado fin de semana se celebró la versión número 48 del Festival de Música Andina Colombiana Mono Núñez, en el municipio de Ginebra, al oriente del Valle del Cauca.
Organizado desde 1975, el Festival Mono Núñez se ha consagrado como el evento de música andina más importante de Colombia y uno de los mejores de su género en América Latina; además, en el año 2003 fue declarado Patrimonio Cultural de la Nación. Para este año, los artistas homenajeados fueron el maestro Gentil Montaña,en las modalidades instrumentales, y el maestro Arnulfo Briceño, en las modalidades vocales.
Ante este reconocido certamen musical, la prolija interpretación de Ciprés Trío es motivo de orgullo para el departamento del Cauca, pues este conjunto instrumental en formato de trío típico, integrado por Andrés Felipe Cuéllar Astudillo (Bandola); Juan Camilo Ciro Castaño (Tiple) y Carlos Andrés Marcillo Quiroz (Guitarra), se hizo al gran premio Mono Núñez, en la categoría instrumental.
De entre 28 participantes, en los tres días del evento, salieron 10 finalistas: cinco en instrumental y los otros cinco, en vocal. Ciprés Trío aseguró su lugar en la final durante la segunda ronda clasificatoria, el viernes 24 de junio, con la interpretación del bambuco 3/4 del compositor Manuel J. Bernal, ‘Patria’;y el pasillo ‘Sabes que te quiero’ y la danza ‘Gilma’, ambas composiciones originales del homenajeado maestro, Gentil Montaña.
Así, para la competencia final del festival, el domingo 26 de junio, el trío caucano eligió un repertorio ganador conformado por el pasillo ‘Pa’ chicho’, composición del reconocido maestro, luthier y chirimero caucano, Walter Felipe Meneses; y Brisas de Santa Elena, un bambuco 3/4 del compositor antioqueño, Carlos Vieco.
Acerca de Ciprés Trío
“Desde la sonoridad única del trío andino colombiano y los lenguajes que transitan lo tradicional y lo moderno, Ciprés busca hablar y construir una voz propia, donde confluyen el Cauca, Huila y Nariño con sus ritmos y melodías, vivencias e historias”– Ciprés Trío.
Como una iniciativa para impulsar la interpretación de instrumentos típicos de cuerda pulsada en el Cauca, en el año 2017 se conforma este trío instrumental que busca preservar las cualidades sonoras de la música andina, al tiempo que adapta el repertorio tradicional al lenguaje de las músicas tradicionales del siglo XXI, con el propósito de motivar a las nuevas generaciones hacia la práctica y apreciación de este tipo de música.
Desde entonces, Ciprés ha realizado numerosas presentaciones y ha venido consolidándose como uno de los conjuntos más reconocidos de la región, desarrollando, además, la propuesta de proyección social que mantienen como grupo.
Entre sus logros está haber alcanzado el primer puesto como mejor trío instrumental del Festival Nacional del Pasillo Colombiano en Aguadas 2019; ser reconocidos como el mejor trío instrumental en la versión 46 del Festival Mono Núñez realizado de forma virtual, en el año 2020; y como mejor trío instrumental en el Concurso Nacional del Bambuco 2020.
La Chirimía Guasayaco
Oriunda del municipio de Almaguer, al sur del departamento, su nombre “Guasayaco” deriva de la lengua Quechua y significa corriente de agua. Esta agrupación fue otra de las agrupaciones que representaron el Cauca durante el Festival Mono Núñez, precisamente en el Encuentro de Expresiones Autóctonas ‘Octavio Marulanda Morales’, que tuvo lugar en el colegio La Salle de Ginebra.
Con un recorrido musical de aproximadamente 30 años, esta chirimía ha participado de las tradicionales fiestas de la Virgen o alumbranzas que se realizan en pueblos y veredas del territorio. Así mismo, junto a la comunidad campesina almaguereña, han sido fabricantes de sus propios instrumentos, como flautas de carrizo y tambores.
«Nos mueve hoy difundir y conservar la tradición musical indígena y campesina y a su vez rendir un homenaje a compositores que han desaparecido en estas regiones y contextos olvidados de Colombia», explica Guasayaco.