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Como un descuido fue considerado el caso de un niño de ocho años de edad que terminó con quemaduras de segundo grado en diferentes partes del cuerpo luego que otro menor, de 10 años, le rociera gasolina y luego le prendiera candela.
Esta situación fue confirmada por la madre del pequeño ante los médicos del Hospital Universitario San José, donde se recupera este pequeño, el cual fue trasladado desde Caldono, municipio donde se presentaron los hechos en la tarde del pasado sábado.
“La mujer cuenta que su hijo estaba en compañía de su primo en la vereda Santa Rosa, quien le roció gasolina sobre la ropa y que luego prendió un fósforo para arrojárselo, entonces se prendó la candela, luego la intervención de los adultos que estaban en el lugar evitó que la misma se propagará aún más, salvándole asó la vida. Tras esto, procedieron a llevar al pequeño a un centro asistencial. No se sabe si lo realizado por el niño de 10 año fue en medio de un juego o algo premeditado”, explicaron galenos que atendieron esta emergencia.
El reporte de los profesionales de la salud establece que el pequeño presenta quemaduras en el 15 por ciento del cuerpo: en el abdomen, antebrazo derecho, mano derecha y amos muslos.
© 2018, ↑ El Nuevo Liberal
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