“Noche de paz, noche de amor/todo duerme en rededor/entre los astros que esparcen su luz/bella anunciando al Niño Jesús/brilla la estrella de paz.”
Este 25 de diciembre el mundo entero brilla cubierto con árboles de luces y colores, se llena de músicas, cantos y villancicos, de pesebres con Marías, Josés y Niños Dioses, de pastores y ovejas, reyes magos y camellos, de nieves con trineos y noeles, y hogares plenos de alegrías y festejos.
Es Navidad, las estrellas fulguran en el cielo anunciando la venida del Hijo de Dios hecho hombre, que nace en humilde pesebre entre pajas, mula y buey, y viene para redimir a la humanidad.
Es Navidad, esa creación de fantasías e ilusiones, de nostalgias y recuerdos, de reconciliaciones y perdones, de agasajos y regalos, de carritos y muñecas, de dulces y sorpresas, de cenas y manjares, de copas y vinos, de noches de paz y alegría.
Los tempraneros fogones hogareños de las abuelas, arden soplados con urgencia para calar dulces de brevas, limones, papayuelas, higuillos y papayas, y en grandes fondos de cobre caguinguiar el manjarblanco, para con rosquillas y hojaldras, natillas y buñuelos, coloridos calados, armar exquisitos platos de tradicional nochebuena.
Este día especial de diciembre se rezará el último día de la novena al Niño Dios alrededor del pesebre, en familia, para pedirle nos baje muchos regalos y cosas buenas que queremos para nuestros hijos, el mundo entero, la patria y nosotros mismos, fruto de nuestra fe cristiana; otros esperarán el paso del trineo de Santa Claus cargado de regalos también. Una sana competencia para repartir alegrías a chicos y grandes. Es noche de paz y brilla la estrella de Belén.
Es la Navidad. Se escuchan flautas, tamboras, mates y triángulos de alegres chirimías con diablillos pedigüeños con rojas mascarillas de disfraz y bailes que al son de sus cadencias llenan de alegrías la ciudad.
Es Navidad, momento para el reencuentro con los seres que amamos, para volver a la unidad familiar, para que los hijos regresen a casa, las familias se unan alrededor del pesebre y sus hermosos árboles de luces y guirnaldas a cantar y celebrar.
Es Navidad, tiempo de armonía y afecto, de reconciliación y añoranza, de paz y amor, de agradecer a Dios por nuestra vida, las bendiciones y regalos que a diario nos da, de pedir su ayuda y protección para superar pruebas y retos, que ilumine nuestro camino y nos conduzca de su mano para ser triunfadores de metas anheladas.
Es Navidad, la ocasión propicia para ver florecer sólido y fuerte cayado de paz y reconciliación, para que no acaezcan más hogares desgarrados por el dolor y la tragedia, ni ser humano alguno sumido en la desesperanza de la injusticia.
Es navidad, un alto en el camino, unas horas de sosiego y solaz, una noche de paz y amor, para abrir las almas a los más puros sentimientos de nostalgias y recordación de aquellos seres bellos y hermosos que marcharon al encuentro con el Creador y dejaron vacíos insondables en nuestro corazón.
La Navidad es la luz del Ángel y la Estrella de Belén, que ilumina y cubre nuestros corazones con el amor del Hijo de Dios hecho hombre en la tierra, nos llena de ilusiones, anhelos y esperanzas para nuestra salvación.
¡Que esta Navidad sea desbordante y copiosa de alegrías y gozos, de salud y fortaleza, de bendiciones, venturas y afectos, noche de paz, noche de amor!
¡FELIZ NAVIDAD!
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