Por Fundación Tengo Ganas
Especial para El Nuevo Liberal
“Ser mujer en el norte del cauca representa la lucha por la defensa de los derechos étnico-territoriales, representa la capacidad, la creatividad de realizar un trabajo conjunto, no solo con las mujeres, sino con otros sectores de este territorio, que permita avanzar hacia el goce de nuestros derechos humanos”, expresaClemencia Carabalí Rodallega, directora de la Asociación de Mujeres Afrodescendientes del Norte del Cauca, ASOM.
El Cauca es uno de los principales departamentos donde un gran número de mujeres lideresasse encargan de representar y defender pacíficamente los derechos de sus semejantes, así como de los demás integrantes de su comunidad.Uno de los casos más representativos se encuentra en Buenos Aires, desde donde se tejen poderosas estrategias encaminadas a la protección, salvaguarda y fortalecimiento del territorio.
“Ser mujer, para nosotras las mujeres negras, representa ese ejercicio de transmisión de saberes y conocimientos de generación en generación, que nos ha permitido la persistencia y la existencia como pueblos que le apostamos a la construcción de la paz”, asegura Clemencia Carabalí Rodallega,una mujer negra, oriunda del municipio de Buenos Aires, quien llevamás de 22 años luchando en hermandad con las mujeres negras de su pueblo natal, buscando la visbilización de la mujer afro y el goce efectivo de sus derechos, así como una vida libre de violencias que atenten contra sus cuerpos y su territorio.
Este trabajo e incidencia en el norte del Cauca le ha traído importantes logros a Clemencia, como el haber resultado ganadora del Premio Nacional a la Defensa de los Derechos Humanos en la categoría “Defensora del año” en 2019, o la posibilidad de postularse a ser comisionada de la verdad.
Para organizaciones como Asom es importante en su camino hacer alianzas y trabajar en red, por lo que, dada su experiencia, capacidad de trabajo en equipo y demás fortalezas que tienen como organización e individualmente, han logrado entrar en sintonía con diversas organizaciones y entidades nacionales e internacionales. Por ejemplo desde 2019 con apoyo del Programa de Justicia para una Paz Sostenible de USAID, han adelantado acciones para el fortalecimiento de las capacidades de Asom en temas organizativos, y sobre todo en el acceso a la justicia para víctimas de violencias basadas en género;además de fortalecerlas, este relacionamiento ha permitido un acercamiento importante a espacios institucionales como lo son los Comités Locales de justicia; también le ha permitido a las beneficiarias de esta actividad contar con el acompañamiento de un equipo psicojurídico que permite apoyarlas; así mismo han logrado implementar la ruta de atención a mujeres victimas de violencia, la cual ajustaron desde ASOMagregándole un enfoque étnico, donde le otorgan un lugar importante alos instrumentos de gobierno propio como la guardia cimarrona.
Las mujeres de este municipio se han unido para atacar las diversas problemáticas que las azotan, pero también para construir nuevas oportunidades a partir del fortalecimiento de sus conocimientos, se han acompañado procesos en las veredas, han participado en la formación de escuelas de mujeres constructoras de paz, , donde reconocen sus derechos como ejercicio de empoderamiento y reconocimiento de todo su potencial, formación que se desarrolla en articulación con el proceso nacional de comunidades negras y la Universidad del Valle. Así mismo fortalecen iniciativas productivas de mujeres con el proposito de avanzar en la defensa pacífica del territorio.
“En la medida en que usamos el terriorio y tenemos allí las inciativas que nos generan seguridad alimentaria, ingresos y que contribuyen a la recuperación y conservación ambiental, como mujeres y familias tenemos mayor apropiación por ese espacio, más ganas de defenderlo, y esa es una posibilidad concreta para ser, hacer y estar”, manifiesta Clemencia, quien a partir de su experiencia ha logrado ratificar que la generación de recursos económicos también conlleva al empoderamiento de la mujer, y sin duda, al goce efectivo de sus derechos.
En Asom, 220 mujeres congregadas en 10 grupos están logrando desde los cordones rurales de Buenos Aires garantizar a otras habitantes de su comunidad la protección y libertad, pues, el hecho de reconocer sus derechos y un camino claro para ser atendidas en caso de haberles sido vulnerados, es un gran avance para el acceso a la justicia.
Aunque Clemencia está convencida de algo “nadie va a hacer por nosotras lo que necesitamos nosotras mismas”;su liderazgotambién ha generado que le lleguen múltiples amenazas, problemas que no desestima pero que no han detenido su proceso en defensa de las comunidades negras del Cauca.
“Debemos superar las limitaciones que nos pone el miedo, las limitaciones que nos siguen poniendo las acciones de guerra que persisten en los territorios, sabemos que no es fácil, seguimos en un contexto complejo, nuestras situaciones de vida siguen siendo difíciles, pero ese es el combustible que nos alienta a buscar el cambio, un cambio que signifique la defensa íntegra de la vida, de lo que somos como mujeres negras y como comunidades”.
Las asociadas de ASOM, así como otras mujeres del norte del Cauca en las que se replican las iniciativas, consideran que los mayores aportes del Programa de Justicia para una Paz Sostenible de USAID a esta región, han sido las actividades de formación, ajuste y socialización de la ruta de atención y el acompañamiento a las mujeres víctimas de violencias, pues esto les permite hoy concretar acciones en el marco de la autonomía, la justicia ancestral y el acceso a la justicia.
Con prácticas tradicionales como la finca tradicional, la medicina ancestral y los procesos colectivos, estas comunidades alzan la voz para hacer visible que necesitan espacios libres de violencias y discriminación, conservando la esperanza de vivir en un país en paz, quese cierre el ciclo de violencia.
“Nos motivan las nuevas generaciones, que no se merecen el país que tenemos hoy, merecen un país con garantías para ejercer sus derechos, donde hombres y mujeres negras y de otras etnias puedan seguir aportando a la construcción de la nación, anhelamos con que esas generaciones cuenten con territorios donde puedan hacer sus sueños realidad”, puntualizó la lideresa nortecaucana.