Nota de Redacción. En esta sesión de conversaciones con el Director del Periódico se presenta la segunda parte de la amable y grata conversación con la joven politóloga payanesa Patricia Martínez Coral, en la que, con una visión fresca y tranquila, sobre el devenir local y regional, hace un ejercicio en el campo de la política muy importante y actualizado, como una contribución al urgente y necesario análisis y debate sobre la situación política en Popayán y el Cauca, para poder avanzar en su desarrollo. Conoceremos además su más reciente producción académica y las razones que la llevaron a escribir el libro “Donde nada es lo que parece” que recoge en buena medida su experiencia en el sector público.
DRVR: Usted ha tenido la oportunidad de vivir y conocer Popayán, ¿cómo ve su desarrollo en las actividades económicas, sociales, culturales y políticas?
PMC: El municipio tiene una resiliencia sorprendente. Pese a las adversidades, los payaneses han incursionado en numerosos frentes, la ciudad ha crecido, la expansión urbana ha sido acelerada, y el comercio se ha ampliado, proporcionando alternativas ante la falta de otros sectores. Uno de los elementos distintivos de Popayán es ser una ciudad universitaria, que congrega a jóvenes del Cauca y muchos otros departamentos del suroccidente colombiano. Es importante fortalecer las potencialidades que ofrece esta condición, mejorando la excelencia académica, las actividades de investigación, la producción intelectual de los docentes, la agenda cultural, y diversificando la oferta de servicios que gira alrededor de este destino para posicionar a la ciudad como el mejor anfitrión.
DRVR: Nuestra ciudad es una ciudad de colonias, el Popayán de antes se fue diluyendo, solo quedó en la memoria de nuestros mayores, ¿cómo lograr que la diversidad que hoy nos acompaña, la podamos potenciar para construir un proyecto inclusivo de desarrollo?
PMC: La segregación que experimenta la ciudad es un reflejo de lo que ocurre en el departamento. La capital termina eclipsada por las enormes disparidades socioeconómicas que separan a la población de las diferentes jurisdicciones territoriales del Cauca. La calidad de vida debe mejorar, en igualdad de oportunidades, en todos los municipios del departamento, tanto en zonas urbanas como rurales, para que Popayán consiga superar este fenómeno. Por otra parte, entre las alternativas plausibles para mejorar la integración social, alrededor de un proyecto de desarrollo inclusivo, es preciso recurrir a los espacios públicos, físicos y simbólicos, como canal de encuentro y convergencia de intereses compartidos. Las mejoras en infraestructura, generación de empleo, salud pública, seguridad ciudadana, ejecución del presupuesto público, son, entre muchos otros, ejemplos de los temas que pueden movilizar a los diversos grupos sociales a trabajar conjuntamente.
DRVR: Usted se ha dedicado al estudio de la exclusión digital en zonas rurales del país, lo que le permitió especial reconocimiento en su tesis doctoral y beneficiaria de una beca en el programa de liderazgo para jóvenes latinoamericanos, otorgada por el New School de New York. Coméntenos un poco al respecto.
PMC: Gracias a la oportunidad que tuve de complementar mis actividades académicas con la estructuración de proyectos de conectividad, trabajando para el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, logré profundizar, durante mucho tiempo, la investigación en diversos aspectos relativos a la brecha digital, así como adquirir una comprensión significativa acerca de la ruralidad. En suma, esta problemática abarca elementos intrincados en la estructura del mercado de telecomunicaciones, su respectivo marco regulatorio, y dinámicas políticas e institucionales del sector. Y, en mi opinión, el cierre de la brecha constituye uno de los retos más apremiantes para impulsar el desarrollo, la equidad social, y romper el ciclo de transmisión intergeneracional de la pobreza en el país.
DRVR: ¿Cuáles considera son las medidas que, en el caso del Cauca, departamento eminentemente rural, deben implementarse para superar la profunda brecha digital existente?
PMC: La exclusión digital es un fenómeno severo, cuyos daños sociales son irreparables. La privación del acceso a la tecnología, sumada a la atrofia en las capacidades de uso y apropiación tecnológica, niegan un sinnúmero de oportunidades para mejorar la calidad de la educación, habilitar emprendimientos, reducir costos de transacción en el comercio, ampliar la inclusión financiera, y gozar de una gran variedad de servicios soportados en la conectividad. El departamento no puede esperar a que la nación (a través de los Ministerios y otras entidades adscritas) resuelva estas problemáticas, pues está demostrado que sus proyectos no tienen el alcance y duración requeridos, y menos aún sentido de urgencia. Las medidas más efectivas para promover el despliegue de infraestructura, y estrategias de uso y apropiación, son incentivar la inversión privada, y apalancar estas iniciativas mediante esquemas de cofinanciación que agrupen los recursos de los municipios y del departamento.
DRVR: En su trasegar logra dar un paso muy importante en el mundo académico: Publicar el libro: ‘Donde nada es lo que parece’, editado por Barker & Jules y publicado el pasado 12 de mayo, el cual en pocos días pudo posicionarse en los primeros lugares de venta en el género político. ¿Qué la motivó a escribirlo y qué significado tiene para usted?
PMC: Al igual que para muchos colombianos, el último año ha marcado un punto de inflexión en diversos ámbitos de mi vida, pero a ello se suma el más doloroso golpe que haya sufrido hasta el momento, la pérdida de mi padre. Es así como me vi en la obligación de hacer un balance exhaustivo de lo que ha sido mi trayectoria profesional, y buscar un sentido frente a tantas amarguras vividas en el sector público. De allí tomó forma y contenido el libro. El sentimiento que mejor define este logro es la esperanza, pues estoy convencida de que gran parte de los servidores públicos se ven representados en esta búsqueda por humanizar la visión que existe sobre el Estado. En momentos tan convulsionados como el actual, la suerte de toda la ciudadanía, aunque se ignore, depende de que esta esperanza se avive en los corazones de todos los servidores públicos, pues sin su motivación ningún cambio, por aclamado que sea, resultará factible.
DRVR: Háblenos un poco sobre los temas centrales que aborda en el libro.
PMC: El libro expone algunos de los principales desafíos que enfrenta en la actualidad el sector público en Colombia, y que explican, de algún modo, por qué el Estado no está en la capacidad de cumplir plenamente con las obligaciones a su cargo. Si bien el libro se encontraba en proceso editorial cuando inició el Paro, dedica un capítulo al análisis de la protesta social y otras cuestiones álgidas del relacionamiento entre el Estado y la ciudadanía. La principal motivación que ofrezco para leer el libro, más allá de comprender esta realidad desde un enfoque poco abordado por los politólogos, es que está escrito con un lenguaje simple y consta de numerosas anécdotas de mi paso por el sector público, lo que para todos (en menor grado para mí) resulta muy divertido.
DRVR: El Cauca ha venido perdiendo liderazgo, lo cual nos pone en una posición muy baja en el concierto nacional y por ende en su desarrollo. ¿Qué tipo de liderazgo y/o lideres requerimos para retomar la senda de épocas pasadas donde el Cauca tenía un peso importante en las dinámicas nacionales?
PMC: Para convertirse nuevamente en referente nacional, el Cauca reclama una visión mucho más ambiciosa de desarrollo, y líderes que estén a la altura de emprender este reto, anteponiendo la gestión pública a sus intereses particulares. El departamento tiene mucho por enseñarle al resto del país, y los caucanos tienen más conocimientos de lo que imaginan, acumulados tras años de lidiar con los problemas más complejos; esta ventaja puede convertirse en fuente de progreso. Por ende, el liderazgo que se requiere es aquél que reconozca en las problemáticas más agobiantes la ventana de oportunidad para motivar la gente, recuperar su confianza, convocarla a los procesos de cambio, y convertirla en protagonista, y autoridad en los temas que domina.
DRVR: Los jóvenes vienen buscando cada vez más espacios en la actividad política, lo cual es importante y necesario, ¿usted estaría dispuesta a transitar este camino en una región tan esquiva de darle participación a los jóvenes, por parte de una clase política excluyente?
PMC: La clase política, tanto en el Cauca como en otros departamentos del país, atraviesa por una evidente crisis de liderazgo, motivo por el cual no se ha contenido la pérdida de credibilidad y confianza en las instituciones del Estado, pues es claro que este fenómeno no afecta de manera exclusiva al Gobierno Nacional. En este contexto, los partidos y movimientos políticos están en la apremiante necesidad de formar y acoger nuevos talentos. Desde luego estaría dispuesta a incursionar en esta esfera, de tener la oportunidad, pues considero que es el medio con mayor potencial para servir a la ciudadanía.
DRVR: Finalmente, en su condición de mujer y joven preocupada por el futuro de nuestro país y del Cauca, ¿qué es la paz para usted? y ¿cómo podríamos avanzar en su materialización, o definitivamente este tema cae en el mundo incierto de lo no posible?
PMC: La paz más que un estado de las cosas, usualmente asimilado con la ausencia de confrontación armada, es una noción generalizada entre los miembros de una sociedad, acerca de la posibilidad efectiva de gozar de una vida digna, ejercer libertades individuales y colectivas, contar con oportunidades de crecimiento, mantener un sistema democrático de gobierno que rinda cuentas a sus constituyentes, y preservar una interacción positiva y beneficiosa con el sistema internacional. Para que dicha noción cristalice en Colombia es preciso, antes que nada, comprender que se trata de una responsabilidad compartida. Al Estado le corresponde corregir las enormes desigualdades que persisten, promover el desarrollo socioeconómico, y garantizar que todos puedan acceder a los beneficios de este proceso; pero para lograrlo, debe fortalecer sus capacidades, y en ese camino la ciudadanía tiene un importante rol por desempeñar. No es a través de un relacionamiento antagónico con el Estado como se construye el cambio, sino con uno propositivo y colaborativo.