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DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS
Mujer, madre, hija, hermana, amiga, mujer sinónimo de ternura, amor, afecto, sensibilidad, sacrificio, empeño ,trabajo, capacidad, belleza íntegra. La vida misma se concibe en el vientre cálido y protector de una mujer. Bajo su cuidado iniciamos el periplo de nuestra existencia, aprendemos a conocer el mundo que nos rodea, y de su mano damos los primeros pasos que nos conducirán posteriormente a enfrentar los avatares futuros. Su aporte invaluable en el devenir de la humanidad ha sido de una certeza inocultable. A lo largo de la historia ha logrado abrir sendas y campos que inicialmente le eran vedados, y con su laborioso empeño y capacidad ha escrito páginas gloriosas y trascendentales en la sociedad.
Actualmente la mujer ha sabido combinar el deber ineludible del hogar con su realización personal y laboral, y son innumerables los ejemplos de mujeres que tienen a su cargo enormes responsabilidades, tareas delicadas y retos colosales, los cuales afronta con una decisión y eficiencia difíciles de imitar.
El rol de la mujer en los tiempos modernos ha adquirido una dinámica propia. El vertiginoso avance de la tecnología, las facilidades de acceso a la educación, la evolución del concepto tradicional sobre la familia y los adelantos en materia de legislación civil y laboral, son factores que han ayudado decididamente a que la mujer asuma una participación muy importante en el desarrollo de su entorno social. Sin embargo todavía hay mucho camino por recorrer, si se tiene en cuenta que aún se presentan unas preocupantes cifras de violencia contra la mujer y persisten todavía comportamientos atávicos de agresión no solo física sino también sicológica y emocional hacia la mujer.
El 8 de marzo de 1857, un grupo de trabajadoras neoyorquinas hizo una manifestación de protesta por sus injustas condiciones laborales. Muchas de ellas perecieron al oponerse a seguir soportando tales abusos. En 1911, 140 jóvenes trabajadoras murieron en un trágico incendio de la fábrica Triangle de la ciudad de Nueva York. En 1977, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Resolución No 32/142 en la que se invitó a todos los estados a que proclamaran de acuerdo con sus condiciones históricas y costumbres nacionales un día del año como Día de las Naciones Unidas para los derechos de la Mujer y la Paz Internacional.
El Día de la Mujer, deben ser todos y cada uno de los días de nuestra existencia en los cuales les demostramos con hechos y actuaciones concretas, que son los seres más maravillosos de este mundo, y que su espacio en nuestra vida es un regalo de la Divina Providencia.
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