Mirar a las estrellas
DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS
Desde nuestra más temprana infancia nos llamaba la atención un conjunto de estrellas que se intercalaban en la inmensidad del infinito y formaban una especie de rombo, de una manera tan simétrica que nos causaba un gran asombro. Años después supe que ese conjunto de estrellas era la llamada cruz del sur, usada desde tiempos inmemoriales para la orientación de los navegantes.
Hace ya años, observaba con curiosidad un conjunto de libros ubicado al lado derecho de la pequeña biblioteca de la casa paterna, que albergaba textos de los más variados temas, pero esos libros eran diferentes, su presencia y textura los hacía resaltar de los demás. Más aún, sus títulos eran tan sugestivos y misteriosos, que resultaba imposible sustraerse de su lectura, inicialmente por curiosidad, luego por distracción y finalmente por fascinación. Recuerdo todavía con gran precisión algunos de los títulos de esos sugestivos textos: » Regreso a las estrellas», » Sombras en las estrellas», » El planeta incógnito», » El misterio de las catedrales», y » El retorno de los brujos» entre otros, temas tan apasionantes como desconocidos en esa época para alguien que apenas se iniciaba en el mundo de las buenas lecturas. Pues bien, gracias a esas lecturas mi interés por la astronomía y los misterios insondables del universo, impulsó de tal manera el hábito de la lectura por esos libros, que en poco tiempo recorrí el camino de los grandes autores de esos temas empezando por los griegos, la edad media, Copérnico, Galileo, y me detuve en la desbordada imaginación de Leonardo Da Vinci, para terminar de tratar de entender algo de Einstein y la creatividad con los cohetes espaciales de Von Braun para detenerme finalmente en las osadas teorías sobre el universo de Stephen Hawking y la física cuántica.
Porque a pesar del infinito desconocimiento que el género humano tiene en pleno Sigo XXI sobre su origen, su evolución y su destino, como afirmara el gran poeta Ruben Darío, «No saber de dónde vinimos ni hacia dónde vamos», y la incertidumbre de la vida plasmada en los ensayos de Jorge Luis Borges, resulta apasionante saber que HAWKING realizó un estudio muy riguroso sobre la teoría del Big Bang o esa gran explosión primitiva que originó el universo, o el tema de los agujeros negros como una región del espacio con una masa concentrada de una fuerza de gravedad tan grande que es capaz de engullirse literalmente todo lo que esté a su alcance, o el tema de la radiación y la emisión de energía.
Fueron muchos y muy importantes los aportes de Stephen Hawking a la ciencia moderna, sus teorías sobre el origen del universo y su propia experiencia de vida que supo sobreponerse a una dolencia potencialmente mortal y a sus limitaciones físicas por el vehemente deseo de seguir viviendo para comprender algo más sobre esta vida y su entorno. Desde algún lugar lejano del universo estará recordándonos con infinita paciencia: «No olviden mirar a las estrellas».
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