El impacto del desplazamiento en el departamento está en sus mínimos históricos según las cifras oficiales en lo corrido del año. Las Farc, principal actor causante de esta expresión violenta, están sentadas en la mesa de negociación buscando acuerdos que pongan fin al conflicto. No obstante, las bacrim pujan por el control territorial. Este es un momento único para que la fuerza pública y las autoridades mantengan esfuerzos para abrirle el camino a uno de tantos beneficios que traerá la materialización de los acuerdos de paz.
En mayo de 2014 la Defensoría del Pueblo advirtió que el Cauca estaba entre los cuatro departamentos, junto a Valle, Nariño y Chocó, donde más se registraban desplazamientos en el país. Ya han pasado exactamente dos años y el fenómeno, si bien ha menguado en términos generales, debe convocar a las autoridades por la gran cantidad de casos que se siguen registrando.
Dos años atrás, el Cauca registró 24.508 casos de personas expulsadas de sus municipios y 20.171 casos de personas recibidas. Cifras alarmantes en un departamento que ha vivido la presencia de grupos guerrilleros y paramilitares por años, y que, a su vez, se resiste a caer en el silencio de su dolor. Esto lo saben bien por ejemplo en el municipio de Guapi, que, también el mes de mayo pero de 2015, se organizó para protestar pacíficamente en la Marcha por la Vida y la Paz exigiendo soluciones definitivas, tomando los acuerdos de negociación en La Habana como punto de partida, para lo que denominaron una ‘crisis humanitaria’.
Mirando un poco más allá, desde 2010, Guapi es el segundo lugar de expulsión de personas dentro del departamento con un total acumulado de 14.005 casos –superado por Suarez con 17.684 y seguido por Timbiquí con 12.542 casos-, y el tercero en municipios de recepción con 9.506, por debajo de Popayán y Suarez, con 42.313 y 14.244 casos, respectivamente.
El Nuevo Liberal reseñaba también hace un año la voz del Secretario de Gobierno del Cauca, Amarildo Correa sobre la difícil situación en Guapi y la ausencia del Estado.
“Allá se imponen la delincuencia común, el crimen organizado a través de la minería ilegal, la insurgencia con sus movimientos, y el narcotráfico: la población está atrincherada y miserable”. En medio de esas circunstancias vive la población civil del municipio que está en boca de todos los colombianos porque fue el epicentro de una nueva fisura en el proceso de paz.
Y luego de continuas decisiones, como el cese unilateral de la guerrilla de las Farc vigente por cinco meses que por lo menos logró disminuir los niveles de violencia provocada en gran parte por ese mismo grupo, o los esfuerzos del Ministerio del Interior para promover la presencia institucional y acciones humanitarias en las zonas de mayor conflicto, el Cauca parece estar caminando por el camino de la paz dando pasos importantes en la disminución del desplazamiento en los últimos tiempos.
Según las cifras públicas del Registro Único de Víctimas, el departamento del Cauca vivió en sus municipios la expulsión de 34.070 personas en 2013, y la recepción de 26.860 en su territorio. La tendencia, como se observa en el gráfico 1, evidencia la disminución constante de casos por desplazamiento siendo concordante con la vigencia de la negociación de paz entre el Gobierno Nacional y la guerrilla de Las Farc.
En lo corrido de 2016, con corte a 1 de mayo, la entidad registra 321 casos de expulsión y 293 de recepción de desplazados. Esto apenas es el 1% de lo que se evidenció tres años atrás.
En cuanto a municipios, los municipios de Suarez, Guapi, Timbiquí, Argelia y El Tambo registran la mayor cantidad de desplazamientos por causas relacionadas con la violencia. Del total del departamento, 152.750 casos entre 2010 y 2016, estos cinco municipios registran el 44,3 % de los casos de desplazamiento.
Entre tanto, frente a los lugares de recepción, la ciudad de Popayán sigue siendo el principal lugar de recepción de desplazados en el departamento. Del total de 117.653 casos entre 2010 y 2016, entre Popayán, Suarez, Guapi, Timbiquí y Morales presentan el 68.6 % de los registros.
En lo corrido de 2016, los municipios que han registrado más casos de desplazamiento son El Tambo (47), Patia (26), Bolívar (25), Timbiquí (23), Cajibío y Piamonte, con 18 cada uno.
Por su parte, los de mayor recepción de desplazados son Popayán (221), Miranda (14), El Tambo (14), Bolívar y Cajibío, con 10 cada uno.
La situación ha mejorado bastante, sin embargo, no se puede desconocer que cada caso de desplazamiento es una muestra de violencia que recae en el drama de quien o quienes padecen esa expresión del conflicto. Es preciso seguir aunando esfuerzos desde las autoridades por mantener las acciones que han contribuido a generar la considerable disminución de casos de personas que viven el dolor del desplazamiento y el desarraigo del lugar donde han construido sus familias. Ya se viene la paz, y mejor vivir los beneficios que los males de la guerra.
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