- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Clasificados
- Especiales
CATALINA LÓPEZ VEJARANO
Formar parte de la generación Millenial implica una estigmatización inevitable, algunos tienen una visión positiva nuestra, debido a que son conscientes de que, si nos mantenemos enamorados de la actividad que estamos desempeñado, damos el 100% de nosotros y obtenemos resultados extraordinarios. Sin embargo, también nos perciben como despreocupados, narcisistas, egoístas e individuos que carecemos de compromiso. Pero, la realidad, es que estas dos perspectivas son ciertas y conviven dentro de nosotros en armonía, lo que permite que seamos únicos.
Somos una generación cuyas características son armas de doble filo, debido a que pueden aportar considerablemente o pueden hacer que nos estanquemos.
Somos una generación con un gusto culposo por la tecnología. Nuestra insaciable necesidad de estar conectados nos permite tener información actualizada sobre una infinidad de temas como política, economía, farándula, entre otros. Y al tomar en consideración que simultáneamente contamos con la hiper-conectividad y nuestra incredulidad, logramos obtener posiciones críticas frente a los diferentes temas que resultan de nuestro interés.
Somos una generación que no se conforma fácilmente y a la cual le cuesta alinearse a los horarios y a la rigidez. Por ejemplo, para nosotros comenzar el día desde las 7 de la mañana es casi inconcebible, nuestra creatividad aumenta a medida que las manecillas del reloj van avanzando y asimismo nuestra productividad. Personalmente, yo hago parte de los Millenials que son noctámbulos, los cuales repentinamente a las 2 de la mañana se nos ocurre una idea innovadora y necesitamos levantarnos y dedicarle al menos una hora para estructurarla, de lo contrario no podemos conciliar el sueño nuevamente.
Somos una generación diferente, pero esto no nos define como personas perdidas ni tampoco implica que no nos encontremos preparados para la adultez. El ser distintos conlleva a que desarrollemos una perspectiva única de cómo afrontar los problemas y las situaciones que se presentan en nuestras vidas. Ser disímiles permite que ideemos nuevos emprendimientos y herramientas, las cuales benefician a muchos. Y no seguir el curso que se venía trazando en la humanidad, nos da la esperanza de tener una oportunidad de cambiar el mundo en el cual vivimos.
Somos una generación que se preocupa más por el presente, por vivir el ahora y disfrutar de él. Que no necesariamente estamos haciendo cálculos sobre nuestras pensiones y ahorros, pero que nos encontramos produciendo memorias y recuerdos que, para nosotros, valen más.
Somos una generación que no solo toma en consideración la tecnología, sino que nos preocupamos por los animales debido a que entendemos que también son seres vivientes, pensamos que es importante proteger y recuperar el medio ambiente, buscamos estilos de vida más saludables y nos interesa conocer las distintas culturas que hacen de este mundo tan rico.
Somos una generación que tiene la fuerza para generar un cambio, y tomando en consideración que el mundo se encuentra sumergido en guerras y conflictos sociales, políticos y económicos; creo que un cambio es lo que necesitamos. Así que no busquemos reprimir los elementos que definen a un Millenial, sino que encontremos las estrategias necesarias para potenciar lo positivo y así conseguir el mayor beneficio de nuestras habilidades.
Comentarios recientes