Popayán, historia y cultura

ORÍGENES DE LOS NEGROS Y BLANCOS

Viernes 2 de enero, 2009
De: Mario Pachajoa Burbano

Amigos:
Se ha iniciado la celebración de las fiestas de Negritos y Blanquitos con programas variados especiales en Pasto y Popayán y otras poblaciones del Sur de Colombia. El origen de
estos eventos se remonta al Siglo XVII con la autorización que dio España a la petición de los negros del Gran Cauca, basada en la huida de los negros de Remedios, Antioquia, para que el
5 de enero de cada año pudieran realizar eventos en completa libertad.
En el libro «Colombia país de regiones» encontramos la información histórica.

Cordialmente,

***

Días merecidos.
Colombia país de regiones
Autor: CINEP; Colciencias. 1998

La Fiesta de Negros y Blancos que se celebra todos los años en Pasto y en las principales ciudades nariñenses se remonta al año de 1607, cuando los negros huidos de la población antioqueña de Remedios, indultados por Cédula Real, siguieron hacia el sur. En Popayán se enteraron de lo sucedido en Remedios y los esclavos en masa se presentaron a las autoridades coloniales para solicitar que se les concediera un día totalmente libre de verdad, en recompensa por el trabajo de doce meses. La solicitud fue a España y retornó con la declaratoria del día 5 de enero, vísperas de los Reyes Magos, como el día de los negros.

Carnaval Pasto

En el día libre todos los negros del Gran Cauca se lanzaban a las calles, revivían su música ancestral, vestían trajes de colorines y tiznaban a todos los blancos que se encontraran en el camino.

“Todos se vuelven locos —dice en 1854 Cordovez Moure acerca del festejo en Pasto— y las mujeres no reparan en medios para embadurnar a los hombres sin que en aquellas bacanales se ofenda el pudor de nadie”. A finales del siglo pasado los hacendados escogían los mejores caballos para el desfile en que competían las cuadras de Pandiaco, el Potrerillo, la Josefina, Pucalpa, los Lirios. El día cinco todos se tiznan de negro y el día seis de blanco, con polvos de talco. Hasta los años veinte de la actual centuria se realizaba el corso de las flores, actividad en la que los caballeros esparcían pétalos de flores a las damas pastusas y obsequiaban ramilletes a la elegida.

Hoy por hoy el festejo se abre el día 4 con un desfile a pie con ancianos, niños, jóvenes, caballos, burros, gallinas y carretas, acompañados por el cura, el barbero, el boticario, el curandero y la banda de música. Son recibidos con un discurso al que debe responder Papá Castañeda. Es un carnaval donde eligen reina y hay un sinnúmero de bailes y diversiones. Resulta curioso que esta fiesta se conserve en Pasto, donde precisamente la población negra no fue, como sí en otras regiones del Gran Cauca, la predominante: en ocasiones, la ausencia es quizás lo que permite que la expresión perdure.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.