MIRANDO ELECTORALMENTE EL 2023

Por: Mg. CARLOS HORACIO GOMEZ QUINTERO.

A escasas horas de que termine el año 2022, son muchas las cavilaciones que acompañan nuestros razonamientos, al imaginamos cómo puede transcurrir el 2023. Personalmente he estado centrando mis reflexiones alrededor de lo que, en mi concepto será un componente muy fuerte de las dinámicas por enfrentar en el próximo calendario, toda vez que al tratarse de eventos en los cuales se comprometen muchos intereses y aspiraciones, indudablemente estarán copando gran parte de nuestro tiempo y actividades, bien sea de manera activa, o bien de manera pasiva, observando con cautela y sigilo su desarrollo para tomar nuestras propias decisiones. Me estoy refiriendo concretamente a las elecciones que habrán de seleccionar Autoridades Locales y Regionales y Miembros de Corporaciones Públicas en los mismos escenarios territoriales.

Al respecto de dichas situaciones, he de opinar con todo respeto lo siguiente, en la idea pretensiosa idea de algo aportar:

Primero: El escenario político electoral, definitivamente será muy diferente al observado para las elecciones presidenciales. Tremendo error se comete al pensar que todo se encuentra completamente definido alrededor de la causa impulsada por El Pacto Histórico. El aparecimiento de dicha colectividad electoral fue circunstancial, coyuntural y movido fundamentalmente por la imagen y discurso del actual Presidente, quién con habilidad y argucia logró conformar una coalición fuerte y vigorosa, que le valió ser ungido como El Primer Magistrado de La Nación y sacar adelante, hasta el momento, ante un Congreso de mayorías conformadas por quiénes hoy detentan y se benefician del poder de turno, gran parte de su agenda legislativa. Para las elecciones del próximo año, cada integrante de esa coalición volverá por sus fueros e indistintamente de la existencia de los nexos actuales, estarán ventilando sus propios intereses, abanderados por voceros que representan sus organizaciones. Ello es absolutamente normal que se presente y solo debe servir para alejar equivocadas posturas triunfalistas y mejor entrar a dilucidar verdaderas y atractivas propuestas de acción futura, toda vez que las circunstancias actuales, vividas tanto al interior del país, como del entorno internacional, han dejado en evidencia, con inusitado rigor, el establecimiento de difíciles momentos institucionales, sociales y económicos, que cada vez están aislando las verdaderas oportunidades de mejoramiento integral y sustancial en nuestras vidas.

Imagen tomada de internet

Segundo: Sobre todo a nivel local y dadas las condiciones en que quedará Popayán, luego del actual Gobierno, es absolutamente necesario entrar a pensar en la instauración de otro modelo, el cual en primera instancia, deberá preocuparse por recuperar tanto valor trascendental perdido, precisamente a partir de la ineficiencia y la falta de concreción de medidas que efectivamente respondan a satisfacer las inquietudes y aspiraciones ciudadanas que siempre aspiran a mejor tratamiento y respuesta institucional. Temas como el del espacio público perdido, la inseguridad, el ataque frontal a la riqueza patrimonial de la ciudad, el abandono de la infraestructura básica, el desempleo, el caos en la movilidad, el alto y desmedido costo de los servicios públicos y las nefastas medidas para implantar sin consideración alguna el catastro multipropósito, causante de los crecidos avalúos en el precio de la propiedad y los impagables impuestos predial y complementarios, son algunas de las herencias que deberán tramitar, bajo otras perspectivas, el futuro gobernante local, ojalá en el marco de un serio y verdadero Proyecto de Ciudad a mediano o largo plazo, que bajo la consulta y participación permanente a la ciudadanía, marque un derrotero que se vaya agotando en el tiempo, con líderes probos y capaces y con continuidad irredimible en el avance de los logros obtenidos.

Tercero: A nivel de los denominados Municipios de Provincia, igualmente se deben dilucidar con inteligencia y sutileza, el tipo o modelo de gobiernos por implantar y desarrollar. No debe perderse de vista, bajo ninguna circunstancia, que lejos de sentirnos abandonados por los rigores de la guerra desatadas por el narcotráfico, la minería ilegal, la presencia de múltiples grupos armados de diversas ideologías e intereses y otros males cuasi apocalípticos, estamos cada más sitiados por sus rigores y que en consecuencia, es necesario convocar una acción de integración de esfuerzos de todos los niveles administrativos del Estado, para que en conjunto se idee una acción reivindicadora que definitivamente nos saque del oscurantismo por tanto tiempo soportado y nos impulse hacia escenarios en los cuáles las gentes buenas de los pueblos vuelvan por la vigencia plena de las sanas costumbres, las mejores relaciones y encuentren en el vivir reconciliado, el mejor escenario para criar a las nuevas generaciones. Todos nos debemos al Cauca. Todos podemos usufructuar de los bienes y servicios que puede generar Popayán, su capital. Todos somos ciudadanos de una patria que se ha caracterizado por ver materializados sus sueños y anhelos, en base al tesón y al trabajo sus gentes. Los Municipios no pueden seguir siendo islas con Alcaldías sueltas. El Departamento los debe recoger y apoyarlos con acciones de concurrencia, subsidiaridad y apoyo promovidas desde La Gobernación. La Nación por su parte debe incluir en El Plan de Desarrollo verdaderas apuestas para fomentar el mejoramiento integral y no solo dejarse notar por las prácticas asistencialistas y de populismo estructural.

Cuarto: A propósito del mencionado populismo detengámonos unos pocos minutos en su revisión. ¿Qué es el populismo? Es el movimiento orientado a favorecer al pueblo, entendiéndolo como la masa densificada, la base de la pirámide social. El origen y características de este movimiento pueden resumirse en la triada inconformidad-carisma-oportunidad, cuando la gran mayoría del pueblo comparte una misma inconformidad, y esta es detectada por un líder carismático que convence con su discurso y promete solucionar de manera inmediata los desequilibrios y, finalmente las condiciones económicas y políticas se muestran como la oportunidad para utilizar el enardecimiento y el inconformismo. Es allí cuando surgen los movimientos populistas, sin importar la propuesta económica o política, siempre que sea contraria a lo ya establecido.

En Colombia desde muchísimos años y con marcado acento en la actualidad, se denotan prácticas de él. Lo mismo sucede en América Latina. Crece en nuestro continente la pobreza y el abismo entre pobres y ricos llega a niveles terminales, permitiendo que Populistas adictos al poder conviertan la corrupción en ejercicio virtuoso.

Lo que debemos entender claramente es que ante la avalancha de demandas populares han aparecido múltiples posturas de “abajo hacia arriba”, las cuales son respondidas por la clase política en el marco del juego electoral. Si son cumplidas, siempre a medias, nacen gobernantes agrisados y tediosos; si son incumplidas, surge el líder “vengador”, encarnando la ira del pueblo.

Ello dinamita y empobrece a la democracia. Sobre sus escombros persevera la vacua convicción de que el sufragio sigue siendo su esencia y ante ello, se imponen las actuaciones equivocadas a todas luces, de halagar para calmar y no de gobernar para salir todos adelante.

Ojalá el próximo año sea la oportunidad para enterrar también esta clase de actuaciones y que ojalá en El Cauca, nuestras decisiones electorales sean portadoras de los elementos claves para un mejor y cierto futuro.

Que Dios nos bendiga en el 2023. Feliz año

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.