La poesía en la literatura infantil

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Por: Mary Edith Murillo Fernández – Profesora Universidad del Cauca. Escritora ACE (Asociación Caucana de Escritores)

s muy frecuente que la enseñanza de la literatura infantil se inicie con la narrativa, ya que para el ser humano contar historias es parte de su vida cotidiana. También en las aulas de clase escolares es notorio el uso de adivinanzas, retahílas, canciones, entre otros géneros literarios; pero lo que sí es poco frecuente, es la lectura de poemas, puesto que el género lírico es más complejo, en tanto que trabaja metáforas, símiles, símbolos y demás figuras literarias, en armonía con la rima, el ritmo y las métricas. Justamente por su complejidad es que en casa y en la escuela se posterga el trabajo de comprensión lectora con la poesía como tal. Hoy los invito a que le apostemos a la lectura de poemas y a que revisemos su importancia en la formación de niños lectores.

La literatura, en general, es la representación del mundo a través de la palabra, de igual manera para la poesía, ya que permite mirar el mundo desde otros ángulos y reconocer otras percepciones y otros saberes en medio de juegos de palabras que enseñan el mundo a través de otras miradas. Leer poesía de la mano con los pequeños lectores es sumergirlos en el mundo de las imágenes en palabras y de los juegos del lenguaje mediante sustantivos, verbos, adverbios, conjunciones y adjetivos dominados por una cadencia y una métrica musical muy especial, a la par que los lectores van imaginando lo que la palabra trabajada va diciendo, en la medida que se va leyendo.

Aquí la imagen no está dada por completo como si lo está en la televisión, el cine, la internet, la fotografía que también son capaces de decirnos cosas a través de los colores, las luces y las sombras. Aquí le toca a cada lector imaginar a medida que va leyendo palabra a palabra. Su imaginación va de acuerdo con su contexto y sus propias vivencias, su edad, su sexo, su ideología etcétera, como lo podemos apreciar en la imagen del cuento de Caperucita Roja (tal como se la contaron a Jorge) de Luis María Pescetti. Esto también sucede en la narrativa, pero en la poesía se agrega la musicalidad interna del poema dada por la métrica, por la rima asonante o consonante; incluso en el verso libre, por el juego lingüístico.

Los juegos de palabras en autoras como María Elena Walsh y Gabriela Mistral por nombrar sólo dos escritoras, convierten una tarde cualquiera en un momento especial de poesía, muy agradable para nuestros pequeños lectores. Claro que al principio no preferirán la poesía a los teléfonos inteligentes, ni a los video juegos. Pero tal vez, si poco a poco y de la mano de un lector adulto, se van ingresando al universo de la literatura, al final nuestros pequeños lectores podrán decidirse por incluir en sus ratos de ocio, una lectura de poesía bien desde un libro físico o un libro digital. Por su puesto que, si no le abrimos esa puerta a los pequeños, jamás la conocerán y no podrán disfrutar de estos postres, que la humanidad desde épocas remotas y en todos los tiempos nos ha ido dejado como un legado importante para la comprensión de nosotros mismos y para comprender y respetar el mundo diverso en el que vivimos. Para la muestra, un botón, un fragmento de El reino del revés de Walsh:

Caperucita Roja Tal Como Se Lo Contaron A Jorge * Pescetti | MercadoLibre

Me dijeron que en el Reino del Revés

Nada el pájaro y vuela el pez

Que los gatos no hacen miau y dicen yes

Porque estudian mucho inglés

Vamos a ver como es

El Reino del Revés

Vamos a ver como es

El Reino del Revés

Me dijeron que en el reino del revés

Nadie baila con los pies

Que un ladrón es vigilante y otro es juez

Y que dos y dos son tres

Aquí Walsh juega con el lenguaje y es una llave oportuna para iniciar una lectura infantil. Asimismo, nuestra escritora Gabriela Mistral irreverente y prodigiosa con la palabra sencilla y tranquila, hace una reflexión sobre las princesas y las reinas que nos cae muy bien leerla a los pequeños lectores:

Un poema invisible y otros que se pueden ver

Miedo

Yo no quiero que a mi niña

golondrina me la vuelvan;

se hunde volando en el Cielo

y no baja hasta mi estera;

en el alero hace el nido

y mis manos no la peinan.

Yo no quiero que a mi niña

golondrina me la vuelvan.

Yo no quiero que a mi niña

la vayan a hacer princesa.

Con zapatitos de oro

¿cómo juega en las praderas?

Y cuando llegue la noche

a mi lado no se acuesta…

Yo no quiero que a mi niña

la vayan a hacer princesa.

Y menos quiero que un día

me la vayan a hacer reina.

La subirían al trono

a donde mis pies no llegan.

Cuando viniese la noche

yo no podría mecerla…

¡Yo no quiero que a mi niña

me la vayan a hacer reina!

Finalmente, quiero compartir un poema de mi autoría titulado Las palabras, que en principio es un reconocimiento a la lectura como un hecho lúdico para compartir entre padres e hijos y entre profesores y estudiantes:

 

Poesía para chicosLAS PALABRAS

Corre por el viento,

nada por el agua,

alcanza las palabras.

Ellas tienen alas,

tienen ruedas,

tienen dientes,

se disfrazan con el tiempo.

De noche son de color oscuro,

de día juegan de boca en boca,

hacen bien,

hacen mal,

son saladas,

son dulces,

se esconden en las almohadas,

se deslizan por los tejados,

entran por los espejos,

se miran al revés.

Corre por el viento,

nada por el agua,

si quieres,

léelo otra vez.

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