LA JUVENTUD UNA LUZ DE ESPERANZA 

Columna de opinión

Por: GRACE PATRICIA GALLEGO SUÁREZ  –

La niña de los ojos negros, compañera de aventuras por los colores del arte, a quien la pintura le aporta como a mí, la experiencia de vivir, crear y ser, tiene el encanto de lo nuevo, en ese contraste de su juventud, en contraposición con su alma milenaria. 

El taller de pintura, el lugar de encuentro de los martes, me permitió conocer a un ser fuera de tiempo, a sus 17 años, es lectora irredimible, melómana, actriz, pintora, locutora, y, sobre todo, una conversadora inmejorable. 

 Su largo trasegar por los mundos antiguos, le han dado elementos para ser diferente, el celular símbolo de la modernidad, es para ella una herramienta de estudio y trabajo, no lo necesita para hacerse selfis,  para mostrar los sitios donde está, donde come, o vacaciona, la expresión fatua de una generación que aparenta ser feliz, aunque la soledad inunde sus corazones, y sus almas vacías deambulen sin rumbo por los laberintos de la aprobación de los demás, sin aceptarse a sí mismos. 

Conocerla,  ha sido descubrir que hay jóvenes que le apuestan a trasformar el mundo, que los libros la han llevado por esos personajes inmortales de Gabo, donde se puede ser, Aureliano Buendía, luchador de innumerables batallas perdidas,  Úrsula Iguarán, o Remedios la Bella, quien se perdió en el laberinto de las cosas simples, para no hacer parte de los males comunes. 

Conoce a Kafka, a Oscar Wilde, Shakespeare y muchos otros, que aun yo no conozco, y ella, a su corta edad, ha descubierto abriendo su mente, su espíritu y su conciencia,  para ser universal, demócrata, y con seguridad, no llegar a utilizar el consabido: “usted no sabe quién soy yo”, prototipo de la mediocridad social. 

 Pertenece a otra expresión de la juventud,  admirable para mí, los estantes de las bibliotecas públicas, han conocido su nariz de roedora, con las páginas de los libros, ha formado mundos inaccesibles, donde solo cabe la aventura de cada día, la que disfruta  a plenitud, observando una sociedad manipuladora y estereotipada que le corta las alas a las águilas que quieren volar.

Espero que su alma no se estrelle  con las murallas, que no permiten avanzar, y pueda volar al confín del universo y trascender esos mundos mágicos, donde florezca el amor, la paz y la libertad.                                                                                                  

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