Columna de opinión
Por: Clara Inés Chaves R – Escritora y diplomática
Definitivamente Colombia tiene unas bellezas naturales increíbles. Una de ellas está conformada por los paisajes y toda la topografía que tiene Santa Marta sin contar su cultura, su música, su arte y la calidez de su gente.
Lastimosamente en el país no existe una política pública seria relacionada con el turismo, ya que si bien existe una infraestructura, esta no opera adecuadamente y no se le da acompañamiento y tampoco una organización apropiada, en particular en lo que se refiere a los parques nacionales como el parque Tayrona en la capital del Magdalena.
En algunos países europeos se observa la existencia de una policía de turismo con funciones propias siendo una de ellas el cuidado de las playas, de las reservas y parques naturales a fin de que se cuiden los ecosistemas y no se acabe con los corales; se multe a las personas que botan basura o que no tienen un comportamiento adecuado en las zonas turísticas.
Es lamentable observar como en playa Cristal también llamada playa del Muerto o playa Dorada que es una reserva coralina, existe una gran extensión de corales muertos porque no hay ley ni orden para evitar que los turistas los pisen y les causen la muerte.
Lo que más impacta es que a pesar de que las personas que se encargan de las excursiones como las funcionarias de este parque Tayrona solicitan que no se bote basura en esta área protegida, pero son los propios nativos de las playas como es el caso de playa Cristal que no siguen las reglas y lo que se observa es una gran cantidad de botellas de plástico y de otros materiales tiradas en la playa y a su alrededor mosquitos. ¡Qué mala imagen! ¿Dónde están las autoridades que no controlan y que no sancionan? Falta educación y cultura ciudadana.
En Estados Unidos como en algunos países europeos existe el turismo arquitectónico para mostrar la riqueza cultural y la majestuosidad de las casas antiguas junto a toda la historia que se guarda a su alrededor. En Santa Marta como en la segunda ciudad del departamento del Magdalena que es Ciénaga, existen edificaciones magnificas, imponentes con estructuras republicanas, otras inglesas y en estado de abandono. Lo único que hay son letreros de lo que fue el esplendor de cada una de ellas y lo que significaron en el pasado. Es triste que no se tenga conciencia del valor cultural que esto significa y lo que se podría explotar en el buen sentido de la palabra para crear otro renglón turístico alrededor de esta hermosa arquitectura antigua y colonial.
¿Será que a los políticos regionales, alcaldes y gobernadores no tienen la visión turística, o será que no conocen el valor histórico y cultural que esto representa?
¿Cómo hacer para despertar el intereses de los dirigentes del bello departamento del Magdalena para que tengan un sentido de pertenencia e inviertan en su región, adquieran una visión distinta del turismo, de tal manera que lo que brinden sea de calidad?.
Reconstruir esos monumentos, controlar la basura de la ciudad y de las playas, proteger los ecosistemas y crear una alianza con el nativo haría de ese departamento un lugar privilegiado para distintos renglones del turismo.
La topografía de Santa Marta con su mezcla de montañas y playa recuerda a la isla francesa de Córcega por su majestuosidad. Santa Marta es definitivamente la perla del Caribe, a pesar del atraso en que la tienen sus líderes. ¿Hasta cuándo?