Consecuencias del Covid-19 y la Guerra Rusia/Ucrania son la desaceleración económica y la inflación mundial.
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Por: Fernando Santacruz Caicedo
l entendimiento de los asuntos económicos se facilita cuando existe voluntad/esfuerzo para comprenderlos. Su inteligibilidad radica en conocer la jerga empleada por los “expertos”. Deberíamos preocuparnos más por su estudio, porque ellos ¡nos impactan a todos! Los países desarrollados enfatizan las prioridades económicas (empleo, tasas de interés, inflación, etc.) sobre los problemas medioambientales, migratorios, criminales, aborto, etc.
Consecuencias del Covid-19 y la Guerra Rusia/Ucrania son la desaceleración económica y la inflación mundial. La tasa de intervención es un instrumento utilizado por el Banrepública para controlar la inflación –aumento del costo de vida-. En Colombia, dicho índice se incrementó de 1.75% a 11%, durante el último año, subiendo los precios de alimentos, servicios públicos, petróleo (+US$90 por barril), fertilizantes y productos agrícolas importados: trigo (pan), maíz, soya (insumos para alimentar porcinos y aves). La decisión de la Reserva Federal de elevar la tasa de interés en EE.UU. se encaminó a revaluar el dólar y devaluar las demás monedas. El costo de las materias primas agropecuarias y la ola invernal generaron en Colombia mayor inflación y disminución en la capacidad de compra de los bienes foráneos y nacionales, encareciendo el precio de la canasta familiar (15% importada). Pandemia y guerra repercutieron en: i- inflación y ascenso de tasas de interés en Europa/Estados Unidos; ii- depreciación del peso colombiano (+$5.000xdólar); y, iii- crecimiento del precio de alimentos. Próximamente, nos afectará el reajuste del salario mínimo (13%), incremento que no podrá exceder en mucho la inflación (12%), so pena de prolongarla y crear graves dificultades al gobierno. Abreviando, ¡mientras los precios permanezcan elevados, el Banrepública NO bajará las tasas de interés!
Los altos réditos –intereses- pagados en EE.UU., estimula a los inversores a colocar sus capitales en ese país –mayor rentabilidad-. Para conservar las inversiones existentes y captar nuevas, lo mismo que para retardar la devaluación y contener la inflación, el Banrepública sube sus tasas de intervención. Pero, la medida es disfuncional porque los tenedores de bonos del Estado (TES) y otros títulos convertibles los liquidan en dólares y los instalan en Norteamérica. Adicionalmente, la escasez de alimentos empuja a importarlos y la insuficiencia de dólares asciende su precio. Nuestro modelo económico impele el aumento de las tasas de interés y la depreciación del peso. La huida de capitales determina la escasez de dólares y devalúa el tipo de cambio. El incremento de las tasas de interés reduce la producción/consumo, la oferta/demanda, el empleo/salarios, circunstancias que potencian la inflación. Lo acertado es disminuirlas,
revaluar el peso utilizando las reservas internacionales y detener la trepada del dólar. La devaluación induce a trasladar las divisas hacia donde obtengan mayor rendimiento. ¡Requerimos un modelo que eleve la tasa de ahorro y reduzca el déficit en cuenta corriente! -diferencia entre exportaciones/importaciones-.
La economía colombiana se encuentra en estado de oferta –producción inferior a la demanda-. La baja tasa de ahorro frena el crecimiento y obstruye la distribución del ingreso, derrumbando la producción, incentivando la inflación y aumentando, progresivamente, la diferencia entre ambas. ¡Una alternativa viable de solución puede ser el despliegue del crédito y la restricción de importaciones para reducir el déficit fiscal y elevar el ahorro!
El mercado carece de mecanismos para equilibrar el funcionamiento de la economía, estabilizar los precios (inflación) y el tipo de cambio (devaluación). Las alzas en las tasas de interés lograron consecuencias adversas a las buscadas: escalada inflacionaria, peso depreciado, incremento del déficit en cuenta corriente, economía inestable. ¡Reformas monetarias/comerciales adecuadas, permiten elevar la tasa de ahorro y conseguir la normalización!
Sintetizando: nuestra economía se encuentra en estado de oferta, derivada de factores externos/internos y del bajo índice ahorro/inversión, situación que puede superarse incrementando las exportaciones sobre las importaciones, alcanzando el superávit fiscal, reduciendo las tasas de interés, aumentando levemente los salarios sobre la inflación, expandiendo el crédito productivo y revaluando el peso, valga decir implementando políticas comerciales y monetarias atinadas