Columna de opinión
Por: Jesús Alberto Aguilar Guerrero
Respetando la tranquilidad de las mascotas, ojala tengamos en cuenta este consejo e iniciemos con mucha alegría la apertura de las novenas de navidad en sus hogares, barrios, entidades, comunas, donde exista siempre la tolerancia y la camaradería, acompañada para que la articulación entre la cultura y la educación sean el factor fundamental en estas celebraciones, que datan desde 1743 convirtiéndose en una tradición que implanto el sacerdote ecuatoriano Francisco Fray Fernando de Larrea, quien decidió escribir un texto único para la época de fin de año por petición de Clemencia de Jesús Caycedo Vélez, fundadora del Colegio de la Enseñanza en Bogotá; aclarando en esta oportunidad que su redacción ha sido transformada en diferentes sitios, acomodándose siempre, pero enfocados en oraciones al niño Dios.
La novena que se reza durante 9 días se inicia desde el 16 hasta el 24 de diciembre, teniendo como objetivo principal de rememorar los meses previos al nacimiento de Jesús y su llegada a Belén. En muchas partes se revitalizan los espacios patrimoniales dando vía a varios personajes de la época, para desentrañar historias y sensibilizar a las gentes que tienes alrededor. Esta tradición católica es aprovechada por los creyentes para reunirse con sus seres queridos y compartir diferentes aperitivos típicos de navidad tales como buñuelos, natillas, empanadas, tamales, platos de lechona, pollo relleno, platos de nochebuena, entre otros. Nuestras investigaciones apuntan que el libro original de la novena contenía 52 páginas, y fue publicado por primera vez en 1784 y fue impreso por Antonio Espíndola, (de esta edición reposa una copia en los archivos de conventos en Santa Rosa de Osos); con el tiempo este texto se redujo para hacerlo más práctico y facilitar la lectura a los niños proporcionándoles su entendimiento. Solo en 1886, la madre María Ignacia, religiosa, poeta y escritora, nacida en Bogotá, realizo una modificación agregándole los gozos, incluyendo el cantico de villancicos, algunos siempre agregan algunas alabanzas y peticiones según lo amerite la situación y época de las necesidades que se afrontan. Los orientadores de la fe católica afirman que la novena se debe rezar en este orden: Oración para todos los días, consideraciones del día, oración a la Santísima Virgen, Oración a San José, gozos o aspiraciones para la venida del Niño Jesús, oración al Niño Jesús y Villancicos.
En algunas partes las tradiciones son distintas, pues los personajes son teatralizados, se cuentan historias, reviven recuerdos y nostalgias de esta época, apostando siempre que la época actual está alejada de la cotidianidad. Cuestión que no debemos olvidar que en este mes del año hacen presencia en calles, parques, centros comerciales y barrios, las chirimías que con su entusiasmo peculiar realizan retretas haciendo sonar sus flautas, tamboras, carrascas y maracas, confundiendo su música con las que emiten los equipos de sonido que alegran los sitios con temas navideños. En esta celebración de las novenas, las personas religiosas realizaran oraciones en el marco tradicional novena de aguinaldos, rememorando el nacimiento de Jesús y su llegada al pesebre, evitando a toda costa la utilización de pólvora, por respeto a los animales. Desde esta columna les deseamos la mejor temporada de navidad y un feliz año.