La capacidad investigativa de la Seccional de Investigación Criminal, Sijín, de la Policía Metropolitana de Popayán y de la Fiscalía General de la Nación permitió la desarticulación de la banda delictiva ‘La 16A’, la cual se dedicaba a la comercialización de estupefacientes, en menores cantidades, en varios sitios públicos del barrio Alfonso López, comuna seis de la capital del Cauca.
Lugo de año de labores investigativas, los funcionarios de este grupo especializado de la Mepoy estableció que seis personas, entre ellas una mujer, se dedicaban a la venta de dosis de bazuco y marihuana, ubicándose para ello sobre la calle 16 entre carreras quinta y sexta del barrio en mención.
¿Pero cómo se estableció esta situación delictiva? Cansada del ambiente de inseguridad generado por estos sujetos, la comunidad del sector no dudó en denunciar ante la Policía Nacional sobre cómo estas personas se ubicaban en esta calle, en cualquier hora del día, para vender papeletas de bazuco (bichas) o dosis de marihuana entre habituales consumidores, generando así un ambiente delictivo.
Para adelantar esta actividad ilegal, los sujetos de esta banda se asignaban funciones como campanero, que era el encargado de alertar sobre los patrullajes de la Policía; expendedor o ‘jíbaro’, persona encargada de comercializar las sustancias ilícitas y recibir el dinero por parte de los consumidores y por último el líder, aquel que recibía el grueso de las ganancias de esta actividad ilícita y a la vez el encargado de conseguir las sustancias estupefacientes a vender en este zona de la comuna seis.
Tras recibir las denuncias de la comunidad, los funcionarios empezaron una labor de seguimiento autorizado por la autoridad competente así como tareas de vecindario, con el apoyo de las patrullas del cuadrante, estableciendo en detalle la forma de obrar de esta banda. Luego de esta labor, se obtuvieron las correspondientes órdenes de captura, las cuales se ejecutaron mediante un contundente operativo en los barrios Manuel Silverio y Alfonso López.
Posteriormente, estas personas fueron presentadas ante un juez de control de garantías, ente judicial que legalizó el procedimiento de captura y luego determinó cobijarlos con medida de aseguramiento en centro carcelario al tener en consideración los antecedentes judiciales de muchos de ellos y el peligro que representa para la comunidad estos sujetos, quienes no aceptaron su responsabilidad en los delitos de concierto para delinquir y tráfico de estupefacientes imputado por la Fiscalía.
“La Policía Nacional está judicializando aquellas personas que contaminan a nuestros jóvenes con esta peligrosas sustancias solo por un propósito criminal que es el enriquecimiento ilícito”, explicó el comandante de la Policía en Popayán, coronel Pedro Rafael Rodelo.
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