¿Es epidémica la obesidad?
MATEO MALAHORA
(Cuídese de la glotonería en Diciembre y Año Nuevo)
Puede uno imaginarse los efectos que produjo hace algunos años la noticia divulgada por la mass media hace algunos años sobre el riesgo que incurría una persona de darle la mano a una persona excedida de peso.
La información era causada por la Universidad de Wisconsin, donde investigadores supuestamente encontraron que los adenovirus son los causantes de la obesidad en los seres humanos.
Según la teoría, divulgada por el Doctora Leah D. Whighman y publicada, en esa época, por la revista de la Sociedad Norteamericana de Fisiología, “hay una creciente evidencia de que ciertos virus podrían causar la obesidad, lo que transformaría esta condición del ser humana en una enfermedad contagiosa”, y, naturalmente, la divulgación del informe científico, creemos nosotros, podría tornarse para países como Estados Unidos, en un problema de seguridad nacional, con más graves efectos que la paranoia creada por la confrontación con Corea del Norte.
Por ahora, con la proliferación, en Colombia, de platos navideños, a precio de rosquilla, poco será lo que se pueda hacer para detener la epidemia, si se tiene en cuenta que el adenovirus se ha introducido secretamente como en “La Peste”, de Albert Camus, por todos los resquicios del poder en Colombia.
Ante tales hechos se avizoran rupturas amistosas, divorcios masivos, incremento en la venta de motos y automóviles para evitar el contagio en el transporte público y disminución de asistentes a los sitios de cultos religiosos, donde los delegados de Dios curan milagrosamente la artritis y la depresión crónica de invierno, pero les ha quedado difícil hacer desparecer diez o veinte kilos de sus creyentes.
Es de suponer que la sociedad norteamericana debe estar padeciendo un conflicto emocional de grandes proporciones psicosociales como ocurrió con la guerra del Vietnam.
Y claro está, que después de varios años en que
Se adjudicó a la Corporación McDonald’s el sobrepeso de los amigos del norte, la multinacional de la comida chatarra debe estar de plácemes y seguramente donará millonarios auxilios para la segunda y anunciada fase de las investigaciones, que puedan garantizar su prestigio.
Entre tanto, científicos gringos avanzan en la fabricación de vacunas para evitar que le huyamos a las personas excedidas de peso y, simultáneamente trabajan, según la Agencia Efe, “para producir una pastilla que elimine los malos recuerdos gastronómicos navideños.
Feliz Navidad y Año nuevo para mis lectores, recordándoles este grafiti aparecido en la Universidad de Wisconsin: “CALCULE EL PESO DE SUS AMISTADES Y SI TIENE DUAS, LÁVESE LAS MANOS”.
Salam Aleikum
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