¿Hasta cuándo anida en Popayán el odio contra los perros y los gatos? En el barrio Santa Inés, varios animales fueron víctimas de la intolerancia.
La intolerancia hacia los animales germina en la ciudad de Popayán. Esta vez, cuatro animales fallecieron tras consumir alimentos preparados con veneno. El terrible caso, registrado en una ciudad donde se alardea de su cultura y espiritualidad, tuvo como escenario las zona públicas del barrio Santa Inés, al sur oriente de la capital del Cauca.
En esta zona, dos gatos y dos perros agonizaron lentamente luego de ingerir comida que se toparon cuando paseaban por las zonas verdes de este tradicional sector payanes, como fue denunciado los afectados entre ellos algunos de los propietarios de las mascotas.
Así fue el caso de un perro labrador que atendía al llamado de Tommy. Su propietaria sacó a pasearlo en inmediaciones de la zona verde del sitio conocido como los bloques de Moscopán. Tras el paseo, actividad cotidiana con su mascota, esta empezó a botar espuma blanca por el hocico. También presentaba temblores, vómito y no se podía mantener en pié.
“La vecina, en medio del desespero por ayudar a su animalito, la tomó en su brazos, abordo un vehículo para así llevarla a un centro veterinario pero cuando llegó a este lugar Tommy estaba muerto”, sostuvo Lorena Sánchez, vecina del barrio Santa Inés.
Similar situación fue padecida por otros propietarios de animales entre ellos dos ‘gaticos criollos’, los cuales corrieron con las misma suerte y terminaron agonizando mientras el veneno destruía sus sistemas digestivos.
Los afectados sostienen que posiblemente un habitantes del sector dejó comida con veneno para ratas en las zonas verdes porque los animales al parecer consumieron mientras eran paseados o recorrían por dichos lugares. Esta tétrica situación también denunciada al portal electrónico Informativa.co por parte de los indignados habitantes. Mientras tanto, en el barrio Modelo circula un panfleto donde se advierte sobre la matanza de mascotas. Esta situación también fue denunciada ante la opinión pública. “No hay derecho que maten a los animales”, sostuvo Adriana Ramírez, habitante de este barrio.
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