Residentes del sector de Villa del Norte, en ese mismo punto cardinal de Popayán, en especial de la calle 73N entre carreras 3ª y 1ª, mostraron su inconformidad por los notables retrasos de las obras de pavimentación del tramo antes señalado.
Dichos trabajos, de un segmento de 50 metros de pavimentación, se vienen ejecutando desde mediados de enero del presente año. Esa apertura de ese frente de obra, era el colofón de una serie de promesas de la administración municipal, para por fin intervenir esa calle, una de las más importantes en el sector de Villa del Norte y por la cual se moviliza gran parte del transporte urbano en la zona.
Sin embargo, la fecha de comienzo de obra, la cual se financia con recursos de presupuesto participativo, se dilató por casi un año, hasta que por fin en enero se comenzó la remoción de tierra de la maltrecha avenida.
El propósito era aplicar base y sub-base para luego asfaltar 50 metros de la calle 73N, la cual, entre primera y tercera, ya se le había efectuado años atrás, el proceso de cambio de alcantarillado. Así las cosas, en el 2012, la anterior administración municipal había asfaltado los primeros 50 metros.
Durante tres semanas (hasta mediados de febrero), operarios y maquinaria de la empresa contratista excavaron en el tramo determinado, pero cuando se llegó a la profundidad requerida, se descubrió que el mismo no tenía sistema de desagüe para aguas lluvias. Ante dicha ausencia, a los trabajadores no les quedó de otra que detenerse, a la espera que la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Popayán realizará la corrección necesaria.
Pasaban los días y la comunidad comenzó a extrañar a los operarios. Incluso, una aplanadora pequeña que debía usarse para compactar los materiales de base quedó estacionada en la mitad de la excavación sin uso alguno. Más y más días pasaban y la obra seguía paralizada. La máquina aplanadora, oxidándose poco a poco, reflejaba la realidad del abandono de este pequeño frente de trabajo.
Ya se van a completar dos meses desde que los obreros y las máquinas pararon y a la comunidad solo les han dicho desde la administración municipal, que se está esperando una nueva temporada de sol para realizar la conexión de tubería propia del sistema de desagüe de aguas lluvias. Mientras tanto, deben soportar el barro, las aguas encharcadas y el peligro latente de transitar entre acera y acera. Igualmente, comerciantes ya están reportando bajones preocupantes en sus ventas que los tienen al borde de la quiebra.
Aguardan pues, que las entidades respectivas asuman su responsabilidad para agilizar estas obras, de las que dijeron en forma irónica, parecían manejarse con tiempos de una megaobra, ya que desde el 2012 las dos administraciones municipales que han pasado desde entonces, les han prometido pavimentar algo más de 120 metros de calle en varios tramos; y ahora, cuatro años después, están sufriendo por el segundo.
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