Llegamos al final de la primera fase del mundial Brasil 2014 con un excelente promedio de goles; más de tres por partido, superando el número de anotaciones hechas en otros mundiales donde la mezquindad con la red fue reiterada.
Mas hay algo que preocupa y debe llevar a la FIFA al análisis: el paupérrimo rendimiento de selecciones élite que defraudaron por su comportamiento y se acaban de ir sin pena ni gloria del mundial.
La razón del bajón de los jugadores está en el alto números de partidos que los atletas tuvieron que asumir con sus clubes en ligas nacionales y campeonatos europeos; cerca de sesenta encuentros por año, llegando al mundial sobrecargados y propensos a lesiones.
Mírese el comportamiento de los jugadores de la campeona España, quienes a pocos días del mundial disputaban copas altamente competitivas con sus equipos. Ídem situación la sufrió Italia, Inglaterra y Portugal; sus seleccionados llegaron molidos de tanto fútbol. Es el mismo contexto de Messi, a quien sólo en el último partido se le ha visto sonreír. Hay que decir que Sabella consciente de ello, le ha permitido mayor tiempo de recuperación.
La Fifa en bien del espectáculo mundialista debe bloquear por lo menos dos meses a los jugadores que participarán en él, permitiendo que lleguen en mejor forma a la cita por excelencia del balompié mundial. Claro que esta decisión pasa por la afectación de los rendimientos económicos de los equipos donde militan los jugadores.
Un hecho que ha identificado a los mundiales es que, con excepción del de Sudáfrica 2010, la copa no ha salido de Uruguay, Inglaterra, Alemania, Italia, Francia, Brasil y Argentina. Con la ida temprana de italianos e ingleses, el círculo de los llamados a llevarse el título se cierra, luego los germanos que han mostrado el mejor fútbol de este mundial (con excepción del partido con USA), están convocados a seguir con la tradición.
Más también se puede pensar que con España se rompió la predestinación de grupo de los siete, y la tres veces subcampeona mundial Holanda tiene su oportunidad. Del buen futbol mostrado por los tulipanes destaco a Robben quien, no obstante su gran temporada con el Bayern de Múnich, ha mostrado tener arrestos, por ello se consolida como uno de los mejores jugadores de este mundial.
A esta altura podemos nombrar a Colombia como el segundo seleccionado no campeón mundial, que en lo que va de Brasil 2014 ha mostrado su fe en el buen manejo de la pelota y vocación por la red. Ya el anti profeta del balompié Pelé nos ha sacado del llavero de las opcionadas al campeonato, y eso me parece un buen augurio, mas la realidad es que al equipo cafetero el cambio de mentalidad le ha venido bien, en contraste con el escepticismo que suscitó en las eliminatorias.
Colombia tiene con que jugarle a Uruguay, pero el partido no pasa por la sancionada dentadura de Suárez, más bien por la forma como el seleccionado nacional contrarrestará la garra charrúa especializada en el contragolpe y el juego aéreo generado en la pelota quieta. Es evidente que están prohibidas las faltas cerca al arco colombiano. Uruguay por su estilo, permitirá mayor tenencia de la pelota a Colombia, esperando capitalizar sus errores.
Cualquiera sea el resultado, lo cierto es que el combinado de nuestro país ha superado con creces lo hecho en los mundiales por sus homólogos de otras épocas. Lo que se logró ya es ganancia, mas hoy en el Maracaná están convocados los integrantes de la tricolor a refrendar el excelente momento por el que pasan.
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