- Inicio
- Mi Ciudad
- Mi Región
- Política
- Opinión
-
Deportes
- Copa El Nuevo Liberal
- Judicial
- Al estrado
- Clasificados
- Especiales
Por: Francisco Calderón
Hasta el cierre de esta edición, el número de muertos por la emergencia presentada en la madrugada de este domingo en la vereda Portachuelo del municipio de Rosas, incrementó a 26. Trece personas más estarían desaparecidas. Siete lograron ser rescatadas con vida.
Las labores de búsqueda continúan, familiares y amigos de quienes residían en estas viviendas ubicadas a un costado de la vía Panamericana que comunica a Popayán y Pasto, no pierden la esperanza de rescatar los cuerpos, con o sin vida.
La comunidad que participa activamente en la búsqueda, con el pasar de las horas y en medio del dolor también ha señalado que esta situación ya se veía venir, que prácticamente era una tragedia anunciada, pero no se hizo nada.
Esta zona, así como otros municipios están afectados por la falla del Romeral, una grieta o falla geológica que se extiende desde el norte del país en dirección al Ecuador; en Cauca, además de Rosas, La Sierra y Sotará se ven afectados; por eso la población señala que desde años atrás se les prometió reubicación, pero a la fecha no se ha cumplido.
“Mi hermano hizo constantes oficios para la alcaldía, la Gobernación, la oficina de atención a desastres, pero siempre le decían venga hoy, venga mañana, y la gente se cansa de eso, él buscaba la reubicación que le habían prometido desde años atrás cuando también hubo deslizamientos”, señaló la familiar de una de las víctimas de esta emergencia.
Así mismo, Henry García durante un diálogo en La W narró que “hace unos cuatro años esto ya estaba anunciado, pero lamentablemente la gente no se había reubicado porque las ayudas no llegaron”.
A estos testimonios se sumó la “denuncia” que hizo el Presidente Iván Duque el domingo en la noche cuando desde el municipio de Rosas declaró “estamos aquí para corregir unas fallas inaceptables que fueron denunciadas por nuestro Gobierno, proyectos que fueron suscritos en el año 2015 con un contrato del Fondo de Adaptación y cuyo avance en las obras fue lamentable; cuando se identificó nos dimos a la tarea de denunciar el mal comportamiento del contratista para así rápidamente empezar ese proyecto de 92 viviendas”.
Otro de los anuncios hechos por el Presidente luego de reunirse por más de una hora en el Puesto de Mando Unificado, es que se entregarán, además de ayuda humanitaria, auxilios de arriendo, un nuevo plan de vivienda para 56 familias, y atención psicosocial por parte del Icbf a las familias afectadas y a los niños que perdieron a sus seres queridos.
Así sobrevivieron algunas personas
La gente dormía cuando se desprendió una parte del cerro El Broncazo. El deslizamiento no dio tiempo a nada. Las familias descansaban luego que el Sábado Santo muchas de ellas participaran en actividades religiosas propias de la Semana Mayor, o comerciales en el casco urbano de este municipio ubicado al sur del Cauca.
Los católicos esperaban ir a misa, los cristianos a sus encuentros de oración, pero el destino cambió sus propósitos. El fuerte invierno que azota a esta región del país generó que la tierra de este cerro se ablandara a tal punto que, a eso de las 2:30 de la madrugada, parte de éste se desprendiera y sepultara las humildes viviendas de las familias Imbachí, Torres, Macías y otras cinco más.
Bolívar González, es uno de los campesinos roseños que se unió a la tarea de remover tierra, lodo, escombros y plantas. Con su pala ha removido gran cantidad de tierra para extraer los cadáveres de sus familiares, los pocos sobrevivientes de la vereda Portachuelo, epicentro de la tragedia, han sido primordiales a la hora de la búsqueda.
“Perdí bastantes parientes, quedaron sepultados por completo. Yo acá tenía a cuatro de los míos, ahí en medio de ese barro están sus cadáveres, no ve que todos dormían cuando se desprendió eso, se sintió primero como un temblor y luego ese bramido de la tierra, yo salí a ver qué era lo que pasaba y solo alcancé a mirar cómo se caían unos postes y unas casas vecinas, entonces corrí hacia abajo de la carretera. Cuando pasó todo regresé, pero ya no había nada, solo un tumulto de lodo”, relató Bolívar González.
Y es que los campesinos de esta zona fueron los primeros en atender esta situación, a pesar de la lluvia que aún persistía en el lugar. Nadie sintió miedo, solo la desesperación al escuchar los gritos de sus vecinos, de ahí que sin dudarlo empezaron a remover la tierra con sus azadones y palas, herramientas que usan a diario para trabajar sus parcelas.
“Si nos vamos a morir, pues nos morimos con nuestra gente, por eso la buscamos como podemos”, gritaba Albeiro Imbachí, mientras bomberos y socorristas de la Cruz Roja adelantaban la búsqueda de cadáveres con la ayuda de caninos entrenados para estas tareas. Todos se unieron a esta dolorosa tragedia mientras una máquina retroexcavadora sacaba el lodo y las rocas.
2 noviembre 2018: Dos niños fallecieron en medio de un derrumbe que se presentó en un potrero de una finca ubicada en la vereda El Tesoro, zona rural de Sucre, al sur del Cauca.
En medio del desespero y la llegada de más personas para ayudar se escuchaba que a alguien le faltaba un primo, un cuñado, un tío.
“Murieron familias enteras, por ejemplo los Imbachí vivían en la parte alta de este cerro y me imagino que murieron de una porque fue en este punto donde se desprendió la tierra…y es que esta es una tragedia anunciada, los de la Junta ya habían informado a la alcaldía, pero solo se limitaron a decir que debíamos evacuar pero cómo, si los que vivíamos acá no tenemos dinero para pagar casa en otro lado”, comentaron los pobladores.
El Puesto de Mando Unificado ubicado en el casco urbano de Rosas ha coordinado las tareas de remoción de los escombros y el trabajo de los socorristas, ya que además de la urgencia de ubicar a los desaparecidos, está la de dar paso en este punto de la Panamericana, que durante varias horas del domingo estuvo cerrada. Gracias a la labor de las entidades operativas del Sistema Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres, operarios del Invías, el Departamento y el Ministerio de Transporte, actualmente hay paso a un carril.
“Perdí a trece familiares, todos agricultores, vivían de cultivar plátano, café, yuca, todo eso se perdió, ahora solo pido que no me dejen sola para enterrar a mis primos, cuñados y tíos”, dijo en medio de la tristeza María Edilma Macías, quien aguardaba a las afueras del hospital local información de otros seres queridos que permanecen sepultados, y a la espera de la llegada de los cadáveres que aún permanecen en Medicina Legal de Popayán.
Para el Jefe de la Oficina del Gestión del Riesgo del Cauca, Andrés José Gómez, las intensas lluvias de los últimos días desestabilizaron esta parte de la cordillera, presentándose una serie de derrumbes durante la madrugada, los cuales se aprecian desde la distancia como claros en medio de la tupida selva. Otros están sobre la vía.
“Son más de ochenta socorristas que están en este sitio, tras el llamado de la Oficina de Gestión del Riesgo, entidad que emitió la alerta a primeras horas del domingo, estamos entonces realizando una búsqueda de las personas que nos manifiestan quedaron atrapadas con el apoyo de los caninos así como un dron para tener una panorámica del sitio donde se presentó el derrumbe”, explicó el comandante de Bomberos Popayán, capitán Juan Carlos Gañán.
En horas de la noche las labores se suspendieron para retomar a tempranas horas de hoy, los testimonios continúan siendo desoladores, pues hay restos de cuerpos que han ido apareciendo con el pasar de las horas, por lo que el número de fallecidos podría llegar a treinta.
Comentarios recientes