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Las calles del Centro Histórico de Popayán se convirtieron en un verdadero campo de guerra, luego que los integrantes del Escuadrón Móvil Antidisturbios, Esmad, de la Policía, se enfrentaran contra los estudiantes que integraban el campamento universitario, el cual llevaba 17 días instalados en el Parque Caldas.
En un principio, y durante la movilización, no se presentaron enfrentamientos; de hecho la Policía ayudaba a controlar el tráfico vehicular durante la movilización para evitar contratiempos entre los conductores y los marchantes.
La actividad se hizo por las principales calles de la ciudad, como sucedió en otras partes del país, en rechazo a la anunciada ley de financiamiento.
Sin embargo, a eso del medio día, cuando los estudiantes volvían al Parque Caldas, se inició la confrontación entre estos bandos.
En este punto de la historia, las versiones se multiplican sobre cómo inició el choque, por que de un momento a otro este espacio tradicional de la ciudad fue el escenario de enfrentamientos, donde algunos estudiantes, con capucha, empezaron a destruir las tapas de las alcantarillas para obtener elementos usados después para atacar a la fuerza pública.
El Esmad, por su parte, fue copando los cuatro puntos se acceso al parque, y poco a poco se fueron acercando donde estaban ubicadas las carpas. A la par con esto, frente a la facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales se vivía otra pelea, luego que los uniformados empezaran a lanzar gases lacrimógenos. Esta misma escena se repetía entre la Torre del Reloj, la Gobernación y la Alcaldía. Llovían piedras y balas de gomas.
“Como va hacer posible que el Alcalde le eche la policía a los pelados que están pidiendo más recursos para estudiar, pero no, terminan es disparándole, por que no asume una posición proactiva y empieza a gestionar recursos para la universidad. Claro, es no tener sangre a la hora de usar a la Policía para callarlos”, dijo Madeleyn Gutiérrez, docente afiliada a la Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación del Cauca, Asoinca, sindicato que se unió a la jornada de protesta.
Tras unos minutos de insultos llegaron las papas explosivas y luego más gases lacrimógenos, momento aprovechado por los policías para terminar de sacar a los estudiantes para después empezar a destruir los cambuches, carpas y mesas usados como campamento.
“Esos animales me atacaron salvajemente, por que tienen que entrar así, golpeando a estudiantes piden solo una mejor educación, pero no, vienen como bestias golpeando, destruyendo nuestras cosas, cuando estábamos haciendo arte, mire al compañero cómo quedó, con el tabique reventado”, dijo por su parte Valeria Samboní, estudiante de literatura.
En medio de esta confrontación quedaron empleados de bancos, entidades gubernamentales y planteles educativos, quienes evacuaban sus sitios de labores tapándose la boca para evitar los efectos del gas lacrimógenos; otros corrían para no ser alcanzados por las piedras.
“Gracias a la orden de la Alcaldía, porque la Policía no toma esa decisión, los estudiantes y docentes del colegio Centro Pedagógico Creativo del Cauca, incluyendo mi hijo, salieron afectados por los gases, que irresponsabilidad no tener en cuenta este tipo de consecuencias con los niños y eso que sus derechos están por encima de los de todos”, denunció por su parte el periodista Harold Astaíza Velasco.
Luego del violento desalojo, los ánimos no se calmaron, y a la fuerza, otros estudiantes la emprendieron contra la sede del Instituto de Crédito Educativo y Estudios Técnicos en el Exterior, Icetex. En cuestión de minutos, destruyeron todo el mobiliario, el cual terminó en cenizas luego de ser arrojado a la calle. Pasaron los minutos, y luego de desplazarse a las otras sedes de la Universidad, como las facultades de Ingeniería, Educación y de Salud, donde otros estudiantes obstaculizaron el tráfico vehicular quemando llantas.
“Cuando estábamos tomando decisiones, en un consejo de seguridad, se conoció que el personal que estaba en el parque era atacado con explosivos de elaboración artesanal, papas bombas, entonces nuestros oficiales empezaron a repeler el ataque para evitar alguna tragedia, para ya después desalojar a los estudiantes que pernoctaban en este espacio público, entonces se adelantó la decisión de retirar a estos manifestantes para garantizar el derechos a los demás de movilizarse por este lugar”, dijo el comandante de la Policía en Popayán, coronel Nelson Díaz al exponer que la decisión de retirar a los estudiantes fue tomada por unanimidad por las autoridades administrativas de la ciudad.
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