La periodista payanesa y politóloga Madison Vallejo denunció un presunto caso de abuso policial, registrado, según ella, mucho antes del toque de queda decretado por la alcaldía el pasado domingo.
Aprovechando su acceso a un grupo de periodistas de la región, la comunicadora social no dudó en compartir el video cuando varios policías suben violentamente al camión a varias personas, entre ellas su novio, luego de sacarlo del antejardín de la vivienda donde departía con varias personas.
“Estábamos afuera de la casa de mi novio, sobre la calle cuarta del barrio Pandigüando, al interior de un antejardín, llegaron y nos pidieron la cédula, como él no la tenía, entonces lo sujetaron de los brazos y lo llevaron arrastrado al camión, les explicamos que él vivía allí, que nos permitieran bajar la cédula del tercer piso de la casa, pero no dieron tiempo a nada y lo tiraron con golpes al camión”, denunció la periodista.
Luego de esto, y al ver que su compañero sentimental era llevado a un sitio que no quisieron decir, Madison y un familiar del retenido subieron rápidamente al tercer piso de la residencia y sacaron la cédula de esta persona.
Después, al ver que el camión ya iba por la calle quinta, corrieron hasta donde estaba dicho vehículo.
“Ahí volví a reclamarles qué por qué se los llevaban si aún no era el toque de queda y les mostré la cédula, entonces al ver ese trato injusto y contrario a la ley, opté por grabar con mi teléfono celular el procedimiento. La otra persona dialogaba con otros policías”, agregó la periodista.
Por eso, cuando vieron que documentaba el procedimiento, otros policías la sujetaron violentamente, incluso una funcionaria de dicha institución la encuelló, mientras le gritaba que no grabara, que no podía hacerlo. Por eso no pudo hacer más la filmación.
Como pudo, la politóloga se libró de esta situación, pero después fue obligada a subirse al camión, el cual arrancó.
Después, en otra parada, los policías ya le dicen que se bajara. Según ella, la dejaron en medio de una calle solitaria. Por eso no dudó en denunciar el caso ante la secretaría general de la alcaldía y después informar del caso ante los periodistas.
“Me sentí muy humillada porque el trato fue muy violento, además no eran las 8:00 de la noche, cuando me bajaron del camión eran si mucho como las 7:30 p.m., entonces uno se pregunta por qué actuaban por fuera de una disposición de la alcaldía que era muy clara”, agregó la politóloga y periodista.