Los pecados de los doce apóstoles

07:00 am 05-marzo

PH.D. DIANA PATRICIA ARIAS HENAO*

Para los cristianos, los apóstoles representan los enviados por Jesús de Nazaret a pescar hombres mediante la multiplicación de su palabra. Judas Iscariote traicionó a Jesús y besándolo en la mejilla lo crucificó. Pero esta vez no estamos frente a un intento de evangelización. Los doce apóstoles representa una de tantas historias del apocalipsis paramilitar en Colombia.

Las víctimas acudieron a la justicia internacional porque la mayoría de los crímenes de este grupo paramilitar siguen impunes. Sus dolores en estos tiempos de absurdas confrontaciones políticas, parecen no ser oídos por los colombianos que se debaten en la escuálida polarización política, alrededor de la figura del eterno presidente de Paloma Valencia. El hoy senador Álvaro Uribe está cada vez más expuesto por condenas e investigaciones a sus círculos cercanos en razón al paramilitarismo. Este macabro escenario de terror, olvido y silencio que ha vivido Colombia bajo diferentes máscaras, arreció en masacres, cooptación territorial, de sistemas políticos y de seguridad, bajo sus mandatos gubernamentales y nacionales.

La captura de su hermano Santiago se debe a la investigación por su participación en homicidios agravados y concierto para delinquir entre 1992 y 1995, que al ser de lesa humanidad no prescriben, y están a cargo de la Fiscalía. Ha sido vinculado por testimonios de narcotraficantes disfrazados de paramilitares que amnistió su hermano, proceso que tiene en fuga al ex comisionado para la paz Luis Carlos Restrepo por lo que se inició en Santa Fe de Ralito y que terminó con la Ley de Justicia y Paz, mutando a un gran sector del narco-paramilitarismo en Bandas Criminales.

Unos lo vinculan por relatos de oídas mientras otros sostienen su liderazgo y haber presenciado cómo funcionaba el centro operativo desde la finca La Carolina, que dicen es propiedad de los Uribe. Un trabajador de la finca lo acusa por suministro de armas desde allí. La mayoría de sicarios han sido asesinados así como testigos del caso.

Santiago sería el evangelizador del terror en Yarumal, patrocinando y creando a los doce apóstoles, grupo bautizado así por los medios puesto que otro líder era el cura del pueblo, Gonzalo Palacios. Predicaba sermones antisubversivos, pagaba sicarios y se rumora que cuando se sentaba a tomar trago en el frío municipio antioqueño, morían personas que él enviaba a las listas negras a través de informaciones obtenidas bajo confesión. Otro líder fue el ex alcalde Álvaro Vásquez, junto a otros comerciantes. Todos fueron señalados como orquestadores en 2012 por el Consejo de Estado, excepto Santiago. Los doce apóstoles “limpiaron” el pueblo asesinando delincuentes, drogadictos y a quienes ellos consideraban cooperantes insurgentes.

El caso reabierto en 2010 por denuncias del exiliado en Argentina, capitán retirado de la Policía, Juan Carlos Meneses, quien llegó a los 21 años como teniente a comandar la estación de Yarumal en 1992, manifestando ser vinculado junto con otros oficiales a la organización de empresarios y ganaderos residentes de las zonas periféricas y lideradas por Santiago. Adicionalmente la Fiscalía posee pruebas que lo vinculan con las Convivir: grupos de civiles armados, creados por su hermano mayor cuando encendió el interruptor de lo legal como gobernador de Antioquia en los 90s. Los crímenes no se hicieron esperar y Samper las ilegalizó. Pero siguieron operando tras un proceso de metamorfosis con las Auc de los Castaño en 1997.

Santos solicitó al procurador y a los veedores internacionales vigilar el proceso jurídico. Así como el gobierno acusado de persecución política por parte del Centro Democrático que ahora vincula al gobierno de Venezuela como conspirador en el hostigamiento a Uribe, recordó que la fiscalía no hace parte del ejecutivo. Otras fuentes sostienen que Santiago no ha sido condenado por inoperancia de anteriores fiscalías alineadas al mandato Uribe.

Mientras que el heterosexual procurador que procura como cura y que recula en la protección a niños indígenas y en educación sexual, apeló la medida de aseguramiento contra Santiago, porque no ha mostrado ganas de fugarse.

Colombia fue capturada por narco-paramilitares que con violencia y dinero crearon reglas sociales al gestar políticas y beneficios jurídicos propios, apoderándose de instituciones y negociándola con empresas multinacionales como British Petroleum, Chiquita Brands, Drummond y otros sectores locales, legales e ilegales. Insertándose inclusive en las áreas de la salud (reforma gestada y ejecutada por Álvaro Uribe donde la EPS José Prudencio Padilla y el Hospital de Santa Marta pasaron a manos del Bloque Norte de las AUC), los juegos de azar (otorgaron a la Gata Enilse López el poder de financiar la campaña de Uribe) y el Congreso durante las administraciones del líder espiritual de la derecha fue investigado y condenado en un 80% por parapolítica.

Como diría Gabo: el poder es un vicio sin término cuya saciedad genera su propio apetito.

* Twitter: @dianaariashenao, Docente e investigadora, Universidad Militar – Uniagraria