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    Los impactos ambientales negativos convulsionan al mundo

    La Amazonía lanza hoy un S.O.S, está en la mira del mundo, como consecuencia de estar impactada por la degradación ambiental.

    Por: ANTONIO PACO LASSO MOLINA

    Apoyo a la gestión- Medios y Educación Ambiental

    Corpoamazonía

    Territorial Amazonas

    Especial para El Nuevo Liberal

    La Amazonía considerada pulmón del mundo, territorio mítico y sagrado, guardián de aguas, florestas, fauna, plantas medicinales y morada de pueblos indígenas ancestrales. / Foto tomada de https://jesuitas.lat/es/noticias/653-documento-sobre-la-amazonia-nuevos-caminos-para-la-iglesia-y-para-una-ecologia-integral.

    En 1542, Francisco de Orellana, y el Fraile Gaspar de Carvajal, bajaron por el río Napo y llegaron cerca de Iquitos (Perú), a la desembocadura de este afluente, al delta de un gigantesco, caudaloso y extenso recorrido de agua al cual bautizaron como Amazonas, en honor a las mujeres “sin pecho”, mujeres guerreras de la mitología griega, muy hábiles en el manejo del arco que se enfrentaron a Heracles y apoyaron a los troyanos en la guerra de Troya.

    La Amazonía tiene una extensión de 8.187.965 kilómetros cuadrados, poseedora de una amplia diversidad socioambiental, compartida por más de 370 pueblos indígenas, 9 estados nacionales: Bolivia, Brasil, Colombia, Ecuador, Guyana Francesa, Guyana, Surinam, Perú y Venezuela.

    La Amazonía lanza hoy un S.O.S, está en la mira del mundo, como consecuencia de estar impactada por la degradación ambiental, como consecuencia de la deforestación y los incendios forestales, la situación es apocalíptica.

    Al referirnos a la Amazonía en este artículo, tenemos dos conceptos, la gran Amazonía y la Amazonía Colombiana.

    Acto de la firma del ‘Pacto de Leticia por la Amazonía’, se firmó al finalizar el año anterior en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia Sede Amazonía, el Presidente Iván Duque lidero la firma de este documento, en el que siete países de la región, incluido Colombia, se comprometieron con la preservación de los recursos naturales de la zona más biodiversa del mundo. / Suministrada – El Nuevo Liberal

    La gran Amazonía o la Pan Amazonía, como también la denominan, es un extenso territorio ubicado al norte de Suramérica, conformado por nueve países con aproximadamente 54 millones de personas.

    Estos países han suscrito el tratado de Cooperación Amazónica-TCA-. Actualmente existe la Organización del Tratado de Cooperación Amazónica -OTCA-, organización que vela por el cumplimiento del tratado, cuya finalidad es conservar esta región, sus recursos y su cultura.

    El Papa Francisco, actual jerarca de la Iglesia Católica, ha sido el más importante promotor de este S.O.S, clamor en defensa de la y protección de la Amazonía. El Papa está muy bien enterado de la situación ambiental de la Amazonía, pues es una autoridad connotada en esta problemática, además es suramericano.

    El Papa Francisco, en su Carta Encíclica, LAUDATO SÍ, describe a la Amazonía de la siguiente manera: “Mencionemos por ejemplo esos pulmones del planeta repletos de biodiversidad que son la Amazonía y la Cuenca Fluvial del Congo, o los grandes acuíferos y los glaciares. No se ignora la importancia de esos lugares para la totalidad del planeta y para el futuro de la humanidad. Los ecosistemas de las selvas tropicales tienen una biodiversidad con una enorme complejidad casi imposible de reconocer integralmente, pero cuando estas selvas son quemadas o arrasadas para desarrollar cultivos, en pocos años se pierden innumerables especies, cuando no se convierten en áridos desiertos”.

    Y para terminar con el pensamiento del Santo Padre Francisco, sobre la Amazonía expresado en su Carta Encíclica LAUDATO SÍ, leemos: “las predicciones catastróficas ya no pueden ser miradas con desprecio e ironía. A las próximas generaciones podríamos dejarles demasiados escombros, desiertos y suciedad. El ritmo de consumo de desperdicio y de alteración del medio ambiente ha superado las posibilidades del planeta, de tal manera que el estilo de vida actual por ser insostenible solo puede terminar en catástrofes como de hecho ya están ocurriendo periódicamente en diversas regiones”.

    ‘UN Periódico’, medio escrito de la Universidad Nacional de Colombia, edición del mes de octubre del año anterior contiene excelentes trabajos periodísticos sobre el tema que estamos tratando.

    En la página 6 de esa publicación, Germán Poveda Jaramillo, Profesor del Departamento de Geociencias y medio ambiente, Facultad de Minas de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, escribe lo siguiente: “sin una legislación estricta, la Amazonía se convertirá en Sabana. La regulación hídrica, la captura de carbono, el control de la erosión y el albergue de la biodiversidad son algunos de los servicios ambientales que presta la Amazonía, por lo que detener la deforestación diaria de cientos de hectáreas de bosques en esta región requiere de una legislación más estricta por parte de los gobiernos. Detener la deforestación y restaurar los ecosistemas de la región implica echar andar programas de investigación científica para comprender, modelar y predecir la dinámica hidrológica, climática y bioquímica del sistema Andes-Amazonas, y de las interrelaciones entre sus ecosistemas y poblaciones.

    La comunidad internacional tan preocupada por la integridad de la Amazonía y tan convencida de su valor, como uno de los puntos críticos de la estabilidad del sistema climático del planeta tierra, debe invertir recursos financieros, tecnológicos y humanos acordados con los países Amazónicos, y que sean correlativos con la importancia planetaria de la región, más allá de los discursos y las buenas intenciones”.

    En 2019, la Unión Europea (UE), publico el Pacto Verde Europeo (PVE), un acuerdo político que tiene como objeto hacer que Europa sea el primer continente climáticamente neutro para el 2050.

    Además del compromiso de ser neutral en carbono, tiene como propósito disminuir la contaminación para proteger la vida humana de plantas y animales; apoyar a las empresas para que sean líderes mundiales en tecnología y producción limpia, y asegurar que la transición sea inclusiva y justa.

    Para Juan Pablo Ruiz Soto, columnista del Diario El Espectador “ser neutral en carbono requiere trabajo, educación e inversión, es hora de elaborar y acordar nuestro plan verde nacional. En la Cumbre del Clima (Naciones Unidas, 2019), el presidente Iván Duque dijo que el objetivo de Colombia es ser neutral en carbono para el 2050. Festejemos su anuncio; es una buena intención. Recordemos: neutral en carbono significa que las emisiones netas de gases de efecto invernadero son cero, es decir que lo que se emite y lo que se fija es equivalente”.

    Para Dolors Armenteras Pascual, Magister en Conservación Forestal y Doctora en Geografía, vicepresidenta de la Asociación Internacional de Ecología del Paisaje, Fullbright Scholar, “salvar la Amazonía es un reto ambiental del siglo XXI. Resolver la gobernanza local, implementar políticas públicas para frenar la deforestación y prevenir, incendios, y gestionar la solución pacifica de los conflictos sociales y económicos relacionados con la inseguridad en la tenencia de la tierra, son algunas estrategias para combatir la destrucción de los bosques amazónicos. Más allá del tema político y social, algunos expertos proponen un nuevo paradigma de desarrollo en el cual la Amazonía sea vista como un foco de investigación e innovación de alta tecnología: en otras palabras, que la región sea vista como un bien publico que permita combinar los avances digitales, biológicos y materiales para ir por una tercera vía, la de una nueva economía basada en la biodiversidad”.

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    Compromiso del Estado

    El ‘Pacto de Leticia por la Amazonía’, se firmó el 6 de septiembre del año anterior, en las instalaciones de la Universidad Nacional de Colombia sede Amazonía. En ese entonces, el presidente Iván Duque lideró la firma de este documento en el que siete países de la región incluida Colombia, se comprometieron con la preservación de los recursos naturales de la zona más biodiversa del mundo. Para las acciones iniciales se invertirán 96 millones de dólares.

    “Nos motiva proteger la Amazonía, para hacer trabajos de preservación y mitigación cuando se presenten riesgos como los incendios forestales”, afirmó en esa oportunidad el mandatario de los colombianos en esta ciudad capital del departamento del Amazonas.

    El Pacto fue firmado también por los presidentes de Perú, Martin Vizcarra, Bolivia, el expresidente Evo Morales y Ecuador, Lenin Moreno, así, como el vicepresidente de Surinam, Michael Ashwen, el Canciller Brasileño, Ernesto Araujo, y el Ministro de Recursos Naturales de Guyana Francesa, Raphael Tratman.

    Para el Presidente Duque, el encuentro sirvió para llamar la atención de los gobiernos de la región sobre la urgencia de enfrentar unidos el narcotráfico, la minería ilegal y la destrucción de los bosques, tres de los grandes males que enfrenta el denominado pulmón del mundo.

    Ecos de los incendios

    Los incendios registrados al finalizar el año anterior en la Amazonía Brasilera consumieron alrededor de 2,5 millones de hectáreas, según datos del Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales de Brasil (INPE).

    Las imágenes de la selva amazónica en llamas recorrieron el planeta y generaron alertas por tratarse de una región que atesora casi el 20% de las reservas de agua dulce del planeta, y es el refugio de unas 30 mil especies vegetales y animales.

    La emergencia ambiental provocó presiones sobre el presidente Bolsonaro, quien se ha mostrado partidario de flexibilizar la fiscalización en las áreas protegidas de explotar la Amazonía y legalizar la minería en las reservas indígenas.

    La anterior situación hizo reaccionar al presidente Frances, Emmanuel Macron, quien acusó al Presidente Brasileño de “mentir”, en su relación a su compromiso con el cuidado del medio ambiente, lo cual llevo a retirar su apoyo al acuerdo comercial entre el Mercosur y la Unión Europea.

    Mientras el mundo entero se encuentra expectante, convulsionado, a la expectativa por esta situación apocalíptica, ocasionada por los impactos ambientales negativos que hoy afectan la sinigual biodiversidad de los territorios amazónicos.

    No falta la excepción, los que reman al contrario. El presidente Donald Trump, afirmaba, que el cambio climático era un “cuento chino” hasta que sucedieron los huracanes y ciclones en algunas costas de Estados Unidos, con víctimas, esto lo hizo cambiar de opinión.

    La Revista Ambiental Catorce 6, al finalizar el año anterior público lo siguiente: “países europeos retiran aportes al Fondo Amazonas. Alemania y Noruega anunciaron la suspensión de los aportes a proyectos de protección de la selva amazónica, a raíz de la intensificación de la deforestación en Brasil, desde la llegada al poder de Jair Bolsonaro”.

    “De 2008 a 2019, el Gobierno Alemán libero una partida total de 95 millones de euros y el Ministro de Clima y Medio Ambiente Noruego, Ola Elvestuen, cancelo 33 millones de euros destinados al Fondo Amazonía. La tasa de este flagelo ha aumentado en 15% entre agosto de 2018 y julio de 2019, según el Sistema de Alerta de Deforestación que ha registrado 5.042 km2 de deforestación en esa área”.

    El presidente Bolsonaro, respondió con ironía y dijo en diferentes medios: “¿Noruega no es esa que mata ballenas allí encima, en el Polo Norte, y que también explota petróleo allí? No tiene nada que ofrecernos, toma el dinero y ayuda a Angela Merkel a reforestar Alemania”.

    La Amazonía considerada pulmón del mundo, territorio mítico y sagrado, guardián de aguas, florestas, fauna, plantas medicinales y morada de pueblos indígenas ancestrales, lugar en donde se encuentran un tercio de las especies sobre la tierra, está en alto riesgo, defenderla es compromiso de todos.