CAMILA ANDREA CHAPARRO HERNÁNDEZ
Estudiante Comunicación Social Unicauca
La frase cliché “actualízate, estamos en el siglo XXl” sigue estando, a pesar de todo, muy vigente por el simple hecho de ser una realidad y una petición. Hay cosas, situaciones y comportamientos que vemos por las calles y que escandalizan a muchos alegando que son atropellos contra “lo que es bueno”, contra sus tradiciones y “eso en mis tiempos no se veía”.
Lo que realmente pasa es que estamos tan poco informados que vemos estas cosas como algo escandaloso y reprochable. Hablo concretamente en este caso de la presencia de la comunidad Lgtbi+ en nuestro diario vivir.
Cada día es más común ver a personas de esta comunidad en las ciudades, cada día tienen menos miedo de mostrarse tal cual son, pero no por ello son más aceptados. Y no es cosa de ahora, siempre hemos estado allí, pero con miedo. A lo largo de la historia hemos visto casos de grandes personajes a quienes les ha sido arrebatada tanto su libertad como sus creaciones, inventos, escrito o sus méritos por esta razón.
Sí, es cierto, Dios creó al hombre y a la mujer, pero los creó tan diversos, exquisitos y libres que dio también la forma para que fueran quienes quisieran y como quisieran. Y esto ha sido siempre así, desde el principio de los tiempos. Si no vean la historia de David y Jonatán en el Antigua Testamento. Y es tanto así, que muchas religiones, que antaño nos perseguían como a brujas, han “actualizado” su mirada y entendido que no se trata de ninguna aberración, que no somos un error y somos tan validos como cualquiera.
Es hora entonces de dejar los prejuicios de lado y empezar por respetar al otro sin intentar cambiarlo ni invalidarlo. Es algo natural, humano, real y es parte de quienes somos.
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