GISELLE DELGADO
Esta semana escuché una entrevista que le realizaba María Isabel Rueda a Gustavo Petro. La entrevista se iniciaba con un preámbulo en el que la periodista lo muestra como un sobreviviente, que está sólo, para enfrentar el debate político. En esta introducción ella plantea que el Centro Democrático se encuentra organizado, con un candidato con nombre propio; y tiende a llevar al entrevistado, induciéndole a hablar de la fricción entre la izquierda y la derecha en Colombia. Lo que no esperaba María Isabel es que la primera respuesta de Gustavo Petro, según mi interpretación, fue como para hacer “Ploff”. Algo así le contesto: – “Si fuera cierto que estoy tan sólo usted no me estaría entrevistando…”. Y creo que tenía toda la razón. Luego lo lleva por los caminos de la derecha y la izquierda. Quizás basada en el contexto político del mundo más reciente EEUU, donde se enmarcó el debate más reciente entre derecha e izquierda; en el que los publicistas mediáticos han sido muy hábiles en generar mucho pánico acerca de lo que puede significar la izquierda; algo así como el “coco” para los niños. Enmarcando dentro de la izquierda a países como Cuba, Nicaragua y Venezuela, los cuales describen siempre como países marginales, pobres, sin luz ni agua. Las campañas electorales en Colombia se han basado en imágenes del país vecino y estas imágenes tienen como resultado ¡que el sólo termino de izquierda, asuste a la gente!
Volviendo a la entrevista de Petro, retomo lo que me llamó la atención en la respuesta en la que le recuerda que no está sólo, pues en las últimas elecciones tuvo 8 millones de votos. La pregunta me la hago yo también: ¿Petro está sólo? O es lo que nos quieren hacer creer. Y bien entonces la respuesta estrella que para mi es tangible, la estamos viviendo: Una guerra biológica connotada como pandemia, que nos tiene prácticamente en cautiverio a todo el mundo. Y que además deja el precedente mundial de que ¡nos pueden[FAGM1] seguir encerrando cuantas veces quieran y de cuanta epidemia hagan aparecer!
Y lo de San Andrés y Providencia, cuando la gente dice: “Esto no es la naturaleza sino el mismo diablo, porque la naturaleza no puede ser tan cruel”. Ante estas evidencias de la fuerza de la naturaleza a las que nadie escapa, pues son tragedias totalmente indeterminadas. Que lo que nos esta afectando a todos en el mundo es la Sobrevivencia por la Vida. Y es cuando Petro da una respuesta universal a la periodista María Isabel Rueda, en la cual él manifiesta que su política no es ni de izquierda ni de derecha; sino que es en defensa de la vida. O sea que quien vote por Petro, defiende la Vida, sea del color político que sea.
SI, esta propuesta del senador esta totalmente estructurada y defendida desde el cuidado del medio ambiente que es a lo que le está apostando Y puede demostrar cómo es el cambio climático que está provocando lo que estamos viendo y lo que está todavía por llegar. Él tiene en su cabeza que para sacar a Colombia adelante no podemos ser un país aislado, ni solo; sino un país de puertas abiertas que ojalá lidere en América Latina la defensa del medio ambiente y los recursos naturales y como consecuencia la defensa de la vida. La verdad, me sorprende su propuesta universal y creo que esta le abre las puertas a todos aquellos que sientan responsabilidad por las generaciones venideras y las presentes. Vale la pena que este discurso sobrepase los intereses de grupos políticos con mentalidades muy obtusas y feudales; anquilosados, y que están acostumbrados a manejar las cuestiones políticas debajo de la mesa, y privilegiando siempre los intereses particulares de unos pocos; muchas veces en contra de las políticas de protección del medio ambiente. Y me pregunto entonces: ¿Si hay alguien dispuesto a votar en contra de la vida? Y una vez más me sorprende su inteligencia ágil y diversa que podría conducir el destino próximo de los colombianos. ¡Que Viva la Vida! (¿No sé si la entrevistadora se llevó la misma imagen que yo? O si este no es el eje de nuestra lucha, entonces simplemente desapareceremos de la faz del planeta.