Las residencias universitarias Cuatro de Marzo
La imagen de una máquina retro excavadora derribando las paredes de las residencias universitarias Cuatro de Marzo, produce nostalgia a quienes allí residimos mientras cursábamos estudios en la Universidad del Cauca. Durante Nueve años fui feliz habitante de las Cuatro de Marzo, allí compartimos el sueño universitario, la pobreza, la solidaridad y el afecto. Cada Bloque era habitando por estudiantes de una región, así, el bloque A, era de habitantes del Norte de Cauca y del Valle del Cauca, el bloque B, era de opitas, nariñenses y gente del Pacífico y el bloque C, era de estudiantes costeños, aunque en todos los bloques se encontraban estudiantes infiltrados e incluso piratas, que eran aquellas personas que no eran estudiantes de la Universidad del Cauca, o siéndolo, no tenían asignado un cupo por Bienestar Universitario.
Personajes inolvidables pasaron por esas residencias. El famoso paisa Titiribí, que además de hacer entrevistas en Francés, repetía las narraciones del Tour de Francia; fue propietario de un kiosco tienda en las residencias y terminó interpretando el Trombón con su sueño de ser integrante de una orquesta de salsa. El Profesor, que se hizo famoso por alcanzar a presentar más de 100 supletorios durante su carrera, acontecimiento que celebró con una garrafa de aguardiente. Oscar Medina, Felipe Perdono, Roque el malo, Wilson Ramírez, Orlando Cortés, Orlando Grajales, Silvio Reyes, Jorge Tarcisio Fajardo, Pichón de Bruja, Manuel Cosita, Currea, Andrés Viveros, Chamón, Rómel Peña, Julio Portocarrero, Happy, El viejo Ávila, Vírguz, El paisa Oscar Ospina, hoy Secretario de Salud de Popayán, Mario González, Néstor Balanta, Dumar Balanta, Eduardo Girjalba, ex alcalde de Santander de Quilichao, Los Paladines, Diego Ordoñez, los Pequeños, el Cortaito y tantos otros compañeros de vida que como fantasmas deambulan por los recuerdos de aquel bloque de edificios que sobreviviera al terremoto de 1983 para albergar a los cambucheros que se trasladaron de las residencias Tuto Gonzales que después del sismo desaparecieron como albergue estudiantil.
Las historias de amor, escritas en la memoria de aquellos tiempos, los constantes paseos al Morro, el olor de la cannabis, paseándose ineluctable, por las noches de las residencias, acompañando de la música vallenata que salía de las habitaciones opitas, mucho más que de las costeñas. La pintura en piedras redondas, que se convirtieron en regalos de enamorados, la subasta de los cuadros que pintaba Manuelito para mantener su dosis personal. Las noches de estudio con Rodrigo Cerón, Hugo Campos, Julio Vidal y otros compañeros de Electrónica, noches que en menor escala se repetirían luego con Willian Alvis y Juan Carlos Pérez, en los estudios de derecho. Fueron 9 años felizmente vividos en las Cuatro de Marzo. Que ahora se convertirán, en un complejo edificio para estudiantes con las condiciones de los nuevos tiempos. La administración de la Universidad anuncia que todo será mucho mejor. Sin embargo, nada será igual, los estudiantes adolescentes que las habitarán, quizás nunca sabrán que allí nacieron bebes, que, a pesar de ser masculinas, muchas mujeres las habitaron de manera irregular, pero llenando de placer y felicidad el lugar, como suelen hacer con la vida muchas cosas ilegales. Solo resta repetir con Becquer:
Pero aquellas cuajadas de rocío
Cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día…
Esas no volverán.