HAROLD MOSQUERA RIVAS
En el año 1973 La agrupación salsera el Gran Combo de Puerto Rico, grabó el álbum titulado: ‘En Acción’, habían escogido diez temas para el trabajo discográfico, solo faltaba una canción para cerrar el mismo.
Rafael Ithier, el director del grupo, solicitó a su amigo el músico y compositor Roberto Angleró, el autor de temas como: ‘Si Dios Fuera Negro’ y ‘Llegaste Tarde’, una canción para completar el trabajo. Luego de revisar de manera infructuosa muchos temas, que no fueron del agrado del maestro, el autor presentó al director el tema: ‘Hojas Blancas’, que había compuesto para convertirlo en una balada, pero que de inmediato impactó al maestro Ithier y acompañó en el álbum a los temas: ‘Tasca Tasca’, ‘Guaguancó del Gran Combo’, ‘Ampárame’, ‘A Ella’, ‘Tiene Ñeque’, ‘Dama, Dama’, ‘El Pin Pin’, ‘El Barbero Loco’, ‘Guasamba y la Coronela’.
Apenas contaba diez años de vida, pero fui gratamente impactado por esa canción, pues hacía una especia de símil de las canas que acompañan la cabellera de los viejos, con las hojas que caen de los árboles con el paso del tiempo, notificando los últimos años de la existencia, pero al mismo tiempo, recordando todo lo vivido. Por eso señala Angleró: “Ha llegado el momento, de sentirme contento, por todo el bien que he hecho y también el momento, del arrepentimiento, por los errores, que he cometido”.
Hace una reflexión sobre el paso de cada ser humano por la vida. Esas hojas blancas que, en estos tiempos de pandemia y quizás por efecto del confinamiento, han acelerado su proceso y han plateado la cabellera de la mayoría de las personas mayores, que antes de la pandemia no tenían canas en su cabeza.
El Covid.19 aceleró en el tiempo el proceso de las canas. Es impresionante ver la manera como algunos han sumado a las hojas blancas, algunos kilos de más, pues en la medida de su capacidad económica, se han dedicado a mitigar el estrés comiendo en exceso, gastando unos pesos, para subir de peso.
En mi caso, la presencia de las canas, trae recuerdos de tiempos maravillosos, pero al mismo tiempo, la incertidumbre de no saber, qué va a pasar con los asalariados del mundo, que por supuesto formarán parte de los grandes perdedores por cuenta de la pandemia. Vendrán reformas tributarias, con impuestos que harán más gravosa la situación de los empleados de bajos salarios, habrá reformas laborales, que les restarán salario y prestaciones sociales al trabajador, habrá reforma pensional, que reducirá los montos de las pensiones más bajas, aumentará las edades de acceso a la prestación e incrementará el aporte mensual de cada obrero. Las organizaciones sociales y en especial las sindicales, tenemos que prepararnos para ello, organizarnos para dar la pelea en procura de que esas reformas hagan justicia, en vez de incrementar la desigualdades, aunque no estoy seguro de poder acompañar a los trabajadores en todo ese proceso, con la misma fuerza de hace cinco lustros, porque como dice la canción: “Las Hojas Blancas Siguen Cayendo”.