A 25 días de que empiece a operar la ley de garantías en la Corporación Autónoma Regional del (CRC) hay crisis. El consejo directivo reprocha que hasta el 30 de abril se haya ejecutado el 24% del presupuesto anual. Los funcionarios denuncian y el director se contradice.
Por: Edinson Arley Bolaños
Por estos días el ambiente en la CRC se ha tornado turbio y tenso. Hace un mes, el consejo directivo de la corporación hizo un duro cuestionamiento al director Luis Albeiro Villaquirán, pues, a pesar de que ya habían transcurrido cuatro meses de esta vigencia y a dos meses (en ese momento) de que arranque la ley de garantías, la corporación tan solo había alcanzado el 24% de la ejecución presupuestal.
Horas después, esta crisis se trasladó al interior de la propia entidad. Pues, según le dijo una fuente a este diario, después de ese día el director ha realizado varias reuniones donde ha hecho evidente la problemática por la que atraviesa la corporación a su cargo, pues el tiempo para firmar contratación directa y convenios interadministrativos se empieza a agotar con el presupuesto aún en las cuentas de la CRC.
Los regaños en la entidad van y vienen, incluso, ha tratado a sus funcionarios de incompetentes y les ha dicho que es una vergüenza que una nómina paralela de 200 empleados de planta y 140 contratistas no puedan ejecutar ni siquiera la tercera parte de $9.086 millones, el presupuesto 2015 de la corporación.
Villaquirán, en medio de la presión que tiene del consejo directivo, les ha dado un plazo a sus asesores para que a 30 de junio se haya ejecutado el 50% de esos recursos y logren, al menos, el 40% de las metas físicas que hasta el 30 de abril estaban en el 15%. Incluso, según la fuente, en una de las reuniones mencionó: “Si alguno de ustedes cree que eso no es viable, por favor me pasan su carta de renuncia yo consigo a alguien que crea que eso es posible. Me cansé de estar recibiendo palo del consejo directivo, de los sindicatos, de la opinión pública, de ser un pésimo ejecutor”, dijo Villaquirán.
La decepción del director de la CRC ha llegado al punto de reconocer que durante estos tres años al mando de la corporación se “le ha pegado la aguja” y que parte de la ineficiencia es su responsabilidad, pero ha dicho que no va a renunciar al cargo.
En los últimos días, en medio de esta crisis, Villaquirán ha sacado a flote muchas cosas que a veces se dicen en los corrillos, pero que nadie las sostiene. Según la fuente de este diario, el director aseguró, que “de esa frondosa nómina paralela”, hay un pequeño grupo de contratistas que se la está jugando a fondo con la corporación, pero que hay un buen grupo de ellos que se la está ganado suavecito.
Incluso, el director en una de las reuniones reclamó que del presupuesto de la subdirección de patrimonio ambiental, hayan sacado un millón de pesos para empandas con el visto bueno de él y del subdirector, sin que hasta el momento se sepa quién fue que lo hizo.
Ante esta afirmación, que se ha regado por toda la entidad, El Nuevo Liberal le consultó a Villaquirán, quien a pesar de reconocer el hecho en reuniones con sus empleados, el viernes pasado se lo negó a este medio y dijo que la financiera había realizado la investigación pero que “no encontró ninguna cuenta por un millón para empanadas. Se hizo un rastreo a los proyectos de los últimos meses, pero realmente ninguna corresponde a que se hayan gastado ese dinero”, y añadió que mañana lunes le entregarán por escrito constancia de esa investigación.
Toda esta maraña de situaciones, que si bien salen a flote hoy por boca del propio director, lo cierto es que evidencian un desespero total en el CRC por querer contratar o comprometer los recursos que no se ejecutaron en cuatro meses.
Los anuncios o estrategias para ello, llaman la atención y dejan mucho qué pensar. De entrada, el director les dio autonomía total a sus asesores para que ejecuten los recursos más significativos y empiecen por las metas realizables, a tal punto que las metas físicas a 30 de junio estén en el 40% y el presupuesto con el 50% de la ejecución, ad portas de unas elecciones locales. Y más aún, cuando uno de sus asesores es el abogado Carlos Alberto Daza, quien según conoció este medio, es candidato a la alcaldía de Piendamó, la misma tierra de donde es oriundo Villaquirán.
Y fue más allá, pues les dijo a sus asesores que si no podían trabajar en la Botacaucana o en el Pacífico, se concentren en Popayán que les queda más cerca. Por ejemplo, mencionó trabajar en el humedal Las Guacas del norte de la ciudad, el mismo que en palabras del director, está completamente contaminado y lleno de basuras, y aun así, según lo mencionó el propio director, en el pasado consejo directivo, se presentó que había sido intervenido por la CRC.
Así mismo, ha advertido que aunque no se debe pasar el umbral de la seguridad jurídica, les ha dicho a sus asesores que al hacer un convenio se puede amarrar el registro presupuestal para comprometer los recursos, y así no pasar a segundo semestre con la mitad del dinero.
Las respuestas de Villaquirán
Tras estas aseveraciones informadas por sus propios funcionarios, El Nuevo Liberal habló con Luis Albeiro Villaquirán quien dijo “que realmente hay que aceptar que fue un arrancón de año con una tendencia baja, pero en este momento lo bueno es que el próximo martes vamos a presentar un informe de cómo ejecutar el presupuesto a 25 de junio que empieza la ley de garantías”.
Igualmente mencionó que todo lo que tiene que ver con contratación directa el próximo 26 de junio debe estar en un cien por ciento ejecutado. Incluso mencionó, que para tal fin han constituido una mesa de crisis para superar esa ejecución presupuestal que el 30 de abril pasado estaba en el 24%.
Aún con el represamiento de los casi $7 mil millones, que es el dinero que aún falta ejecutar del presupuesto de la entienda este año, la CRC tiene también el reto de contratar $3 mil millones de un convenio para la caracterización minera en el Cauca que firmó en los últimos días con el Ministerio de Minas. Y lo deberá hacer en los próximos seis meses, pero tiene la tarea de contratar a 70 personas hasta antes del 25 de junio.
Así mismo, dijo Villaquirán, firmará un convenio con el Ministerio de Agricultura por $4.800 millones para reactivar unos pozos de agua en el Valle del Patía, y afirmó, que tiene también el reto de ejecutar $3800 millones del Fondo de Adaptación para ejecutar el plan de ordenamiento de la cuenca del río Cauca con énfasis en el río Molino.
Así las cosas, no son pocos los retos que tiene la entidad de cara a demostrar al consejo directivo que sí puede ejecutar los recursos propios y también los convenios que hasta ahora ha realizado con otras entidades del Estado. No obstante, en entrevista con El Nuevo Liberal, el Ministro de Medio Ambiente, Gabriel Vallejo, advirtió que “el no ejecutar es un tema grave y crítico para nosotros toda vez que no solo carecemos de abultados recursos, sino que los pocos que tenemos el objetivo básico es poderlos ejecutar de manera eficiente. Eso que me menciona es un tema que revisaré”, dijo.
Y añadió, que “el problema de no ejecutar conlleva a devolver los dineros para el próximo año y a un castigo para la entidad pues tendría una restricción futura para solicitar recursos adicionales al Ministerio de Medio Ambiente”.
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