La tragedia de Gaza

DIEGO FERNANDO SÁNCHEZ VIVAS

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No existen palabras para describir la indignación y la sensación de impotencia que nos invaden, al observar la ofensiva criminal y cobarde de un Gobierno como el de Israel, que bajo el peregrino y falaz argumento de la legítima defensa, se ha llevado por delante la vida de cientos de palestinos entre los cuales se cuentan niños, mujeres, ancianos, población civil, inerme e indefensa.

Crimen de Estado, o de que otra forma “políticamente correcta”, se puede llamar a esas acciones armadas en las que un ejército equipado con las más modernas armas se ensaña contra los habitantes inermes de un territorio que se encuentra literalmente sitiado, cuyos objetivos son como en el más reciente caso, una escuela protegida por la ONU, en la que perecieron varios niños que se encontraban queriéndose proteger de los bombardeos inclementes del agresor.

Y mientras tanto la Comunidad Internacional se va en debates anodinos y discursos interminables, diplomáticos representantes de todos los países del mundo con mensajes tibios y timoratos por el temor a la reacción del aliado más poderoso de los descendientes de Sion, el gran coloso del Norte, avalando una acción criminal y abusiva.

La historia de los palestinos ha sido una lucha interminable por un territorio suyo del cual fueron expulsados, y confinados luego de interminables procesos de lucha y conversaciones, a dos franjas territoriales Gaza y Cisjordania. Cisjordania aparece en el mapa como una serie de puntos surcados por accidentes geográficos, y Gaza es una franja territorial muy pequeña habitada por más de un millón de habitantes que sobreviven al hambre, la desnutrición, y la inclemencia de un sitio despiadado decretado desde hace años por el Estado de Israel.

Es en estas ocasiones cuando se evidencia en toda su dimensión, la inoperancia y fracaso rotundo de los mecanismos persuasivos y disuasivos de entidades internacionales como las Naciones Unidas cuyos países dominantes, llámese Estados Unidos, Rusia, China, en razón a su poderío económico, bélico y militar tienen la capacidad de vetar cualquier decisión que se adopte al interior de la Comunidad Internacional, pues son esas grandes naciones las que con sus recursos sostienen dichas entidades.

Produce mucho desconcierto que el género humano en la modernidad, tan avanzado en la ciencia, la medicina, la astronomía, la informática, sea lobo para el hombre como dijo alguna vez Tomas Hobbes, y mire entre la indiferencia y el desconsuelo, la masacre inmisericorde de una población cuyo único pecado ha sido querer vivir pacíficamente en su territorio.

NOTAS LOCALES: Al señor Alcalde Municipal de Popayán y al señor Secretario de Infraestructura, le hacemos muy respetuosamente la siguiente pregunta: ¿HASTA CUANDO va a permanecer en ese estado lamentable y deplorable la CALLE OCTAVA entre CARRERAS 4ª Y 6ª?, ¿HASTA CUANDO?