La Sico-Pandemia Mediática
GISELLE DELGADO
Si alguno de Uds. ha ido a un centro comercial y le han puesto una pistola térmica en la frente, a la expectativa de que la temperatura registre por encima de 37° para generar una alarma y darse el gusto de ver miles de ambulancias con sus estruendosas sirenas que desconciertan a cualquiera; y por eso sintió pánico, lo comprendo: podría Ud. pasar a engrosar las filas que lo lleven directamente al crematorio. Hemos visto y escuchado que con temperaturas de 37.1°, 37.2°, o 37.3° ya un individuo puede pasar a ser presa del pánico. Últimamente se han escuchado testimonios de familiares sobre personas que fueron hospitalizadas, diagnosticadas con Coronavirus y que al fallecer, las cremaron. Para sorpresa de los familiares, los resultados posteriores dieron negativo para este virus. Entonces nos preguntamos a partir de cuándo empezó a provocarse esta respuesta del pánico mediático.
Por otro lado, escuchamos a la OMS preocupada porque en algunos países los casos de coronavirus no son relevantes, llegándolos a acusar de esconder información o resultados. Es como si no entendieran por qué, estos países no entran en la competencia. Es en este momento, cuando la especulación es prolífera, que los medico tenemos que ser muy éticos a la hora de dar un diagnóstico; pues no nos puede atropellar la ola pandémica. La ola que produce cierto placer morboso en los medios de comunicación, que se pelean por atormentarnos diariamente con las cifras sobre las muertes, cifras escalofriantes que parecen producir cierto placer manifiesto en la cara de los presentadores de televisión. Y que no decir de los famosos, de príncipes, artistas y futbolistas que no podían pasar desapercibidos ante la pandemia y como si esto fuera una moda o como dicen los jóvenes: “muy Cool!” se toman fotos diciendo que fueron diagnosticados positivos para coronavirus, pero que por fortuna lo han podido superar. Mientras la ola y la moda y todo famoso quiere hacerse picar del bicho para estar “In”. Los verdaderos poderosos que están detrás de esta psico-pandemia, tanto a nivel internacional como nacional; ¡están haciendo fiestas! Aprovechándose de esta “dictadura” transicional. Ellos resuelven por ejemplo que 30 ciudadanos norteamericanos, vengan a interferir supuestamente contra el narcotráfico colombiano y vienen, con nombres propios a buscar narcos como los de las Farc y la esposa de Maduro… lo que me hace suponer que esta pandemia no pasa hasta que no se tomen Venezuela. Y porque no, hasta que no cumpla Trump su periodo. Mientras tanto, China ha desaparecido del escenario y el cierre de fronteras podría ser un símbolo en contra de un modelo económico que se preciaba de la apertura de las mismas. Lo más preocupante es el daño que se le esta causando a una sociedad. El pánico cada vez se apodera de la población hasta producir escenas como la que refiero al comienzo. Ya no se puede tener fiebre, ni enfermarse, pues uno puede terminar aumentando las estadísticas para el placer morboso. Y que decir también del tema de las Unidades de Cuidados Intensivos, que están copadas por pacientes con enfermedades crónicas (EPOC, cáncer, infartos, etc.) y no por pacientes de coronavirus. Para poder liberar estas UCI se somete a los ancianos mayores de 70 años, a que se queden confinados.
Que vemos en esta pandemia: improvisación, oportunismo, sometimiento, falta de autonomía y posiblemente un pueblo mas empobrecido, atemorizado y con mucha más posibilidad de ser manipulado. Y lo mas triste es pensar que esta crisis puede estar hecha y diseñada para volvernos esclavos de la psico-pandemia mediática.
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