La riqueza de las regiones

RODRIGO SOLARTE

Pediatra

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La riqueza de las regiones está en la relación de sus habitantes con la naturaleza que los contiene y mantiene.

La llamada civilización humana nos fue diferenciando hasta llegar a las polarizaciones actuales, cuando hasta la vida de las especies y el contexto natural están amenazadas.

Los seres humanos con sus condiciones del proceso vida-crecimiento-desarrollo y muerte, siempre serán la prioridad. Conflictos, guerra, paz y convivencia, ya hacen parte de la cotidianidad, desde la gestación hasta el final.

 Tal final también es sujeto y objeto de la investigación y las culturas, incluyendo las religiones. La Madre tierra y el Cielo, han polarizado el para dónde vamos después de la muerte. Los velorios y exequias ya entraron a la economía de mercado y al consumo. Ahora nada es gratis, ni en vida ni en muerte.

En concepciones e intereses, tanto materiales como espirituales, media el DIALOGO para aproximarnos con sinceridad a esa UNIDAD EN LA DIVERSIDAD existente.

Las regiones en Colombia también son diversas. Geografía, historia, procesos sociales, económicos, culturales, organizacionales, políticas, relación con los centros del poder democráticamente concertados, logros, frustraciones, esperanzas, decisiones, responsabilidades etc., evidencian tal diversidad en la misma Nación.

El Cauca con su pluralidad étnica, cultural, climática, reconocimientos histórico políticos y religiosos, Universidad cercana ya al bicentenario de su fundación, comprometido con la vida, la paz y acuerdos para mejorarlo con justicia y participación organizada de todos sus habitantes, convive en el mismo país, con Antioquia, emprendedora, industrial, polucionada, víctima también de las diferentes violencias; las costas Pacífica, Atlántica y cordilleras de este Andino y bolivariana República, cada cual con sus características, propias unas, comunes otras.

Las experiencias de vida, conocimientos y esperanzas de mejoramiento o mantenimiento del status socioeconómico alcanzado, como persona, familia, estrato y colectividad, facilitan en general, el pronóstico electoral en períodos de cambio de gobierno y políticas para actuar en el presente con visión del futuro deseable y alcanzable por vías pacíficas y democráticas.

Las experiencias y conocimientos caucanos durante más de medio siglo del conflicto armado, en disputa de la tierra con la biodiversidad y subsuelo, resistiendo la homogeneización cultural y religiosa, defendiendo sus tradiciones agrícolas, medicinales, manejo de aguas, montañas y páramos, RESILIENTEMENTE ( transformación de condiciones críticas a alternativas de mejoramiento) está llevando al compromiso real de sus comunidades y sociedad, mayoritariamente, a la defensa organizada de la VIDA, LA PAZ, LA PLURALIDAD Y NATURALEZA con todos sus recursos, varios, como la coca, desviados de su uso saludable que la investigación también testifica y continúa trabajando.

El dogma Neoliberal hará ver planteamientos como este, de parroquiales, localistas, populistas, atrasados, ante la homogenización del pensamiento globalizador que para los demás mantiene USA, pues su ¨ patio trasero¨ pretende seguirlo manejando con la guerra a las drogas y al terrorismo, pese a ser el mayor consumidor, sin importarle su propia juventud, y el mayor vendedor de armas de este mundo multipolar.

Ya la juventud de ambos sexos, profesionales formados pero desempleados o mal pagados, los corruptos promotores de reformas fiscales y enriquecimientos ilícitos por tantos períodos presidenciales, las madres, viudas, víctimas de tantos maltratos machistas y feminicidios; los que con sinceros actos de contrición pueden cambiar en algo esta cultura de la muerte y del ¨ sálvese quien pueda y como pueda¨, más los viejos de todas las etnias, estratos y culturas que cada día somos más, sabemos que la mayor riqueza de las regiones, somos los SERES HUMANOS que la respetamos, cuidamos y aprovechamos sus recursos, ecológica , sosteniblemente, y compartimos con las víctimas, líderes y lideresas, los riesgos y amenazas diarias, sistemáticamente planeadas para frenar los cambios con todas las formas de lucha, conocidas y renovadas.

¿Será que para soñar y construir una Colombia Humana, también hay que pedir permiso? Todas y todos tenemos la palabra y decisión.