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Redacción fin de semana
@elnuevoliberal
A 20 días del inicio de las acciones de hecho por parte de la minga indígena que lleva a cabo el Consejo Regional Indígena del Cauca (Cric) y otras organizaciones sociales y campesinas, a la zona centro y sur del departamento del Cauca no los ha golpeado de manera contundente el desabastecimiento.
Hay una razón, y en este caso es la estrategia escogida por las autoridades locales: habilitar y proteger un paso que se ha convertido en la vía alterna o corredor humanitario, y que comprende la vía Piendamó-Morales-Suárez-Timba-Santander de Quilichao.
Es la primera vez que de manera abierta se utiliza este tramo vial como troncal alterna, en este caso por la coyuntura del bloqueo en la vía Panamericana, ¿cuál es el motivo?, ¿por qué, a pesar de los problemas ha funcionado en la medida de lo posible?
Una vía en construcción
Agustín González vive en el sector de La Toma, un paso obligado cuando de Morales se va hacia Suárez o viceversa, esa zona hace parte de los 3.4 kilómetros de vía que aún hoy permanecen sin pavimentar y que se ha convertido en el escollo de esta opción de desplazamiento.
Sin embargo, González tiene otra visión, “hoy la vía se pone mala cuando llueve, ahí si es duro. Pero la comunidad ha tratado de mantenerla en buen estado con un trabajo de mantenimiento que hacemos con Caminos de Oportunidades. Antes no solo eran estos kilómetros, sino que eran como 15, ahí sí era una trocha”, explica mientras da indicaciones a algunos conductores para que maniobren bien sus vehículos en una curva, que a la vez es una pequeña bajada y que se ha convertido en un punto difícil de estos kilómetros.
Lo que cuenta Agustín es una realidad que hoy pocos conocen. Según datos de la Secretaría de Infraestructura de la Gobernación del Cauca, en los últimos seis años se han invertido cerca de $40 mil millones para pavimentar 14 kilómetros de vía y mejorar el estado de 4 kilómetros, es decir una pavimentación de 18 kilómetros.
“Esta vía fue priorizada en el Plan Departamental de Vías, porque es claro para nosotros como administración departamental, el potencial económico, social y sobre todo turístico que tiene, y hoy nos lo está demostrando”, aseguró el Gobernador del Cauca, Óscar Rodrigo Campo Hurtado.
Además, explicó que en dicha vía departamental y especialmente en los kilómetros no pavimentados se viene trabajando con el programa de Camino de Oportunidades, lo que ha generado que la vía se mantenga en buen estado.
Lo anterior explica por qué en mingas o taponamientos de vía Panamericana anteriores, no se había utilizado de manera estratégica este paso alterno para el transporte de víveres, combustible y demás, como está sucediendo en esta ocasión.
“No podemos comparar las posibilidades que ofrece la Panamericana, que es una vía incluso internacional, con lo que ofrece esta vía alterna departamental. El tráfico y el clima han debilitado la vía en ese tramo, pero el trabajo nuestro con maquinaria y material ha sido permanente”, comentó la ingeniera Martha Cecilia Ordóñez Ocampo, secretaria de Infraestructura del Departamento.
Por el Corredor Humanitario, a viernes 29 de marzo, se había logrado transportar a más de 65 mil personas; 63.000 toneladas de alimentos, víveres, elementos de hospitales y combustible; y unos 15 mil vehículos.
Una adjudicación esperada
El pasado 27 de marzo se adjudicó el contrato de obra para la pavimentación de este tramo vial. Dicha adjudicación se la ganó un consorcio caucano llamado San José, “después de un proceso transparente donde se presentaron 20 proponentes, gracias a nuestros pliegos tipos. Al final fue un consorcio de caucanos los que ganaron la licitación y serán los encargados de terminar la pavimentación del corredor vial”, explicó el Gobernador del Cauca.
La atención de muchos ciudadanos se ha centrado sobre este tramo, debido a que es, en parte, el que ralentiza el tráfico; pero lo cierto es que los 3.4 kilómetros todos no están en mal estado, son alrededor de cuatro (4) puntos críticos. Pero con la adjudicación de esta pavimentación, que tiene un monto de cerca de $8 mil millones de pesos, se espera que para el próximo año esta vía esté completamente pavimentada.
Trabajo permanente
De todos modos, al identificar la debilidad, un trabajo conjunto entre la Gobernación del Cauca, el Ejército y la Policía Nacional, ha permitido que la vía esté abierta y se logre la mayor agilidad posible.
Con retroexcavadoras, volquetas y vibrocompactadoras; además de la mano de obra de ingenieros de la Gobernación del Cauca y del Ejército Nacional, junto al control del tráfico y el préstamo de la seguridad por parte de la Policía, ha sido la combinación con la que se ha mantenido abierto este ‘corredor humanitario’.
“No se puede negar que el tránsito es lento, hay gente que lleva varias horas aquí. Pero al menos hay un corredor por el cual nosotros tenemos seguro que vamos a poder pasar”, dijo Aldemar Trochez, un conductor que venía desde Ipiales con un cargamento de papas hacia el centro del país.
Si bien esta vía no se puede comparar con la Panamericana, que al cierre de esta edición seguía taponada por comunidades indígenas, sí ha ofrecido una puerta de entrada y salida para que la comunicación entre el centro y norte del país con el sur no se corte.
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