NELSON PAZ ANAYA
“El Faro Social, guía de varias organizaciones sociales del Cauca, de manera reiterativa ha advertido sobre los daños inminentes que causaría a la producción agropecuaria, a la biodiversidad y a la vida de la población del departamento, la fumigación con glifosato, porque acaba con el trabajo de muchos años de campesinos que quieren en la legalidad brindar una agricultura licita y limpia, convirtiéndose en desafío político para los pequeños y medianos productores”.
A esta amenaza se suma la importación desmedida de alimentos desde el año de 1990, que según informe de GRENPEACE publicado en El Espectador de marzo de 2021, supera los doce millones de toneladas de alimentos, afectando la producción nacional, la biodiversidad, la sostenibilidad, la generación de empleo productivo, las tradiciones culturales, la construcción de tejido social.
De igual manera se hace referencia a la desmesurada concentración de la propiedad de la tierra, mediante el despojo a las comunidades campesinas e indígenas del país, causa de todas las violencias y de los rotundos fracasos de todas las Reformas Agrarias, EL FARO, además, señala la complicidad de grupos paramilitares, y en especial de sectores económicos y financieros, bajo la complicidad del Estado.
Se resalta como, “La falta de apoyo al sector agropecuario, tiene su origen en las diferentes crisis sufridas durante las décadas de los años ochenta y noventa del siglo xx, pues a cambio de préstamos millonarios el Fondo Monetario Internacional, insto a las diversas autoridades nacionales a las medidas neoliberales, que ya se adelantaban desde varios lustros atrás.
Con base en estadísticas tomadas de publicaciones de Eduardo Sarmiento (2.015), se agrega que; “Las propiedades de menos de 10 hectáreas representan el 78.03 % del total y suponen solo el 5.95% de la superficie agrícola, agropecuaria, ganadera, industrial, forestal del país.
El Faro agrega otros datos e informes que soportan las razones, de cómo las formas de apropiamiento de la tierra tienen una relación directa con la violencia, si se observa como José A. Segrelles S. señala como en los últimos años se han despojado 6.6 millones de hectáreas, concentrando aun más la tenencia de la propiedad de la tierra.
Marino Ausecha, a partir de todos estos datos hace un llamado a la reflexión, que debe tomarse en serio por todos los caucanos, de manera especial por quienes de una o de otra manera tienen formas de representación en cualquier nivel o escenario público o privado, a fin de tomar atenta nota de esta situación, por sus incidencias con la vida en conjunto de la región.
Del FARO SOCIAL, hacen parte la Cooperativa de Caficultores del Sur del Cauca, COSURCA y veinticinco asociaciones campesinas más, pero sus planteamientos desde luego tienen una relación directa con el sector agropecuario y económico de todo el departamento por afectar los cultivos de café, cacao, caña panelera, todo el pancoger.
Con frecuencia se presentan movilizaciones sociales, entonces aparecen las comisiones gubernamentales en el afán de superar las crisis, dando lugar a los múltiples acuerdos incumplidos y a sus protestas correspondientes, con los paros y taponamientos consecuentes, asunto sabido; porque entonces, la gobernación del Cauca y las entidades respectivas, antes de apagar incendios, priorizan estas urgencias y dan la atención debida evitando la crisis que con seguridad terminará en obstaculización de las vías, máxime cuando estas organizaciones han dado muestras de mesura y responsabilidad en otras situaciones.
Como los ejercicios de prospectiva no han aportado mucho a la anticipación de estas crisis por los elementos imprevistos, corresponde actuar cuando se anuncian con argumentación situaciones conflictivas, no son creaciones ficticias, ni aparatos instrumentalizados para operar actuaciones coyunturales, son afectaciones estructurales del territorio, que ameritan atención.
En mucho las dificultades para superar los obstáculos al progreso, se forman por la cultura individualista que acompaña como una costumbre nefasta y que se refleja en el actuar de las instituciones, no de ahora, de siempre, negando la inmensa posibilidad de crecer juntando esfuerzos y voluntades.
Se está frente a un momento de actuación política, ideal para fijar visiones sobre estos temas de todo interés, una discusión de fondo sobre estas situaciones sería útil para unificar criterios y definir tareas asociadas a principios de modernidad, sobre la base del beneficio común.
Hacer territorio es la base fundamental de una nación, cualquiera sea su concepto, sin este será difícil la posibilidad de la vida y del estado.