MARCO ANTONIO VALENCIA
El Guion tiene que ser de un escritor como Stephen King, experto en crear escenas de terror con más de cincuenta libros y miles de muertos en su pluma, o Dan Brown el autor del Código Da Vinci, maestro del suspenso que todos reconocen ya porque sabe darle significado a los símbolos, las palabras y las personas.
Para director es necesario buscar uno que sea capaz de mostrar escapes célebres, dignos de heroísmos inolvidables como los de la película Indiana Jones ¿estará disponible Steven Spielberg? ¿Ese maestro del cine que hace ver las cosas desde una perspectiva que nadie se imagina? Alguien con la osadía de Siegel, el que dirigió la célebre película Alcatraz o de John Sturges, que filmó El gran Escape, hubieran servido, pero ya deben estar muertos.
Pero bueno, teniendo a directores mexicanos tan buenos como Alonso Cuarón, Guillermo del Toro o Alejandro González Iñarritu no habría, tal vez, necesidad de buscar gringos.
Después del director tenemos que buscar un buen actor, uno de histrionismo espectacular para que haga de la película algo de recordar por muchos años. Gael García sería el ideal por ser mexicano y ser bilingüe, pero no se le ve en el rol de tipo malo, es muy dulzón; pero podría servir para el reparto. Tal vez podría encarnar a un socio colombiano: los colombianos son enamorados, blandos y sentimentales. Para el papel del Chapo hay que buscar un muchacho pinta como Taylor Lautner, el que hizo de hombre lobo en la saga de Crepúsculo. Sí, tal vez ese pueda ser el hombre. Una cara bonita, que venda, con sombra de astuto, que la gente recuerda como un lobo valiente y sagaz.
Actrices mujeres. Definitivamente tienen que ser divas con todas las de la ley. Hombre de negocios ilícitos siempre tiene a su lado muchas mujeres con el sello de las tres B: buenas, bonitas y vagamundas (la última de ve corta, pero los traquetos no son lingüistas ni remilgados con la ortografía). En el reparto sería bueno ver actrices clásicas del cine ¿no? Mujeres que ya saben gritar y llorar a lo mexicano como Tahlia, Victoria Rufo, Daniela Romo, Adela Noriega, Angélica Rivera, Leticia Calderón. Pero de protagonistas si es necesario buscar hembras colombianas: son más voluptuosas de cadera y de pecho, más dóciles y no tienes problema para dejarse operar el busto o las nalgas si su novio se lo pide. Actrices colombianas como Dana García, Carolina Guerra, Flora Martínez, Paola Rey, Sofía Vergara, Carolina Ramírez, podrían llegar a ser protagonistas. En esta película deben estar presentes muchas mujeres, muchas hembras.
La música es clave. Siendo una película universal, para darle ejemplo a los malos cómo se debe ser malo, no podemos quedarnos con un largometraje lleno de corridos y rancheras. No, no señor. La banda sonora tiene que ser de música épica. Los mejores para eso seguramente son Thomas J. Bergersen y Nick Phoenix que hicieron el tema Invencible para “la película 300” de Frank Miller, que narra la leyenda de los espartanos en la Batalla de las Termópilas.
No se trata de hacer una película más. Se trata de hacer la película de El Chapo Guzmán. Un héroe legendario que siendo pobre logró ser uno de los más ricos del mundo, que se evadió de dos cárceles de máxima seguridad en fugas espectaculares, que se convirtió en uno de los hombres más buscados del planeta Tierra. Y eso es poco decir, porque entre pecho y espalda había un hombre con vísceras y sentimientos y relaciones sociales y humanas viviendo su propio drama, su propio destino. Un destino hecho a pulso, comprado o arrebatado a los demás. Un héroe para los malos, un terror para los buenos. Un personaje tan mexicano como criminal.
La película del Chapo tiene que ser inolvidable y destinada a convertirse en un clásico del cine mundial como El Padrino de Francis Ford Copola; El Ciudadano Kane, de Wells; Cadena Perpetua, de Frank Darabont, o PulpFiction de Quentin Tarantino. Siendo un drama de acción, con ribetes de terror y suspenso, no puede ser inferior a superproducciones como el Señor de los Anillos, El Imperio Contraataca o Regreso al Futuro de Zemeckis.
El título de la película es clave, algo parecido a El Laberinto del Fauno, la película de Guillermo del Toro, podría funcionar. Pero pensándolo mejor, tiene que ser más impactante y superior al título de la teleserie que hicieron Telemundo y Caracol, sobre el capo Amado Carrillo y que titularon El Señor de los Cielos.
Eso sí, el guion y la película deben mostrar el drama vivido por las autoridades mexicanas y del mundo. Desde el presidente hasta los guardias más rasos de la burocracia. Y claro, también debe mostrar cómo se trafica y se corrompe al hombre con dos pesos, pero sobre todo, cómo se corrompe el poder político, judicial y económico de un país por los traquetos. Debe reflejar la dignidad miserable de los que son capaces de vender su patria por dinero. Y claro, lo más importante, lo que vale una patria hoy en día.
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