Por: Esperanza Melenje
ESPECIAL PARA EL NUEVO LIBERAL
La Pamba es el barrio más antiguo de la ciudad. Ha sido sitio de residencia de distinguidas familias de Popayán quienes al pasar de los años se han ido, lo que ha convertido a este tradicional lugar en sede de diferentes tipos de establecimientos comerciales, arrendamiento, educativos y oficinas públicas.
Libio Antonio Astudillo, a quien lo llevaron de cuatro meses de nacido en 1938, recuerda que en su infancia el barrio era despavimentado, con no más de cuatro casas, muchos lotes y había un internado con una tapia alta. “Comenzó a llegar más gente, se hacían muchas tortillas de carantanta, panelas de guayaba, la señora Sebastiana que ya murió era quien las preparaba, también cocinaban empanadas. Este barrio era muy tranquilo, jugaba fútbol y bolas con mis amigos en ese entonces”.
Su tío, Nicolás Rodríguez, comenzó con la tradición de las ‘Procesiones Chiquitas’, hace más de 60 años. También rememora que vivían familias distinguidas de la ciudad como los Zambrano, Velasco, Castrillón, García, incluso el expresidente Guillermo Valencia, en la casa donde hoy funciona la Procuraduría Provincial. Sobre el colegio San José Tarbes, conocido como Las Josefinas, dice que tiene más de 100 años, allí funcionó un internado con niñas de diferentes partes del país.
En su memoria también está el vívido recuerdo cuando a inicios del mes de mayo subía la comunidad al Cerro de las Tres Cruces con faroles a hacer minga, ya que existía una junta para ese fin, dirigida por el señor Camilo Antonio Mosquera. Don Libio menciona que desde hace 80 años tienen el problema de inundación que no ha sido corregido a pesar de los trabajos hechos en las redes de alcantarillado y aguas lluvias.
Sobre la carrera tercera con calle tercera en la denominada calle de Los Bueyes, se encuentra El edificio Francisco de Paula Santander, distinguido con el No. 3-31 construido como Palacio Nacional en 1940 por el arquitecto payanés Hernando González Varona, una obra inspirada en el renacimiento español, ahora es el Tribunal Superior y la Dirección seccional de administración judicial (Desaj).
En la Calle tercera No. 1-68, en el lote que perteneció a Nelson Elíseo Ramos por más de treinta años, donde funcionaba el parqueadero de la Pamba se levantó el moderno edificio “Casa del Virrey” tal vez en homenaje a Juan José Francisco de Sámano, militar español y último Virrey de la Nueva Granada, quien según don Nelson habitó por estos lares.
Historia
Desde 1617, ya se nombraba “La Pamba”, lo que le da la categoría como uno de los más antiguos barrios de “La muy noble y muy leal ciudad de Popayán”. La palabra “Pamba” significa “Planada” en lengua quechua, que se hablaba en el Imperio de los Incas, los curiosos nombres resultaban de creencias y según la época, en 1774 cuando se ordenó a los alcaldes ponerle nombre a las calles y numero a las casas, en el barrio La Pamba su nomenclatura comienza con 0-0.
La Pamba quedó trazada en el lugar más plano de la Villa de Pubenza, limitada por el sur con el desaparecido barrio Alto Zano, por el norte con las orillas del río Molino, por el oriente con el cerro de La Eme o Tres Cruces, por el occidente con los solares de las casas que daban a la plaza mayor que ahora es el Parque de Caldas.
Las casas de la época de la colonia, según dice el escritor Guido Enríquez, “se distinguían por ser mansiones de gente rica”, terratenientes, mineros y comerciantes algunos eran descendientes suyos que ocuparon destacadas posiciones en el reino de España en la Nueva Granada y la República de Colombia, en esta calle de La Pamba vivieron personajes importantes de la vida nacional.
Es el barrio con más tradición histórica en nuestra ciudad, por el estilo único de sus construcciones que lo caracterizan, reviven el pasado colonial, La Pamba representa un periodo de la historia universal que es la colonización española en América. La calle tercera que desde viejos tiempos se llamó “La calle de La Pamba”, llegaba hasta la carrera séptima, era una de las más representativas del Popayán culto e influyente de Colombia.
En la casa de la Pamba No. 5-14, de propiedad de los Mosquera, entre el 23 de enero y el 12 de febrero estuvo alojado el Libertador Simón Bolívar, padre de la Patria en los años 1821, 1829 y en 1830 el Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre, político militar Venezolano, presidente de la República de Bolivia y considerado como uno de los más completos entre los próceres de la independencia suramericana y fue predecesor de Bolívar.
En la vivienda No. 5-38, levantada a mediados del siglo XVIII por don José María Mosquera y Figueroa, fue residencia del general Tomás Cipriano de Mosquera, en cuatro ocasiones presidente y estructurador del Estado colombiano nacido en el Cauca.
Las dos casas fueron restauradas; la primera adquirida por la Universidad del Cauca donde funciona la Casa Mosquera Museo de Historia y Arte colonial, ahí se guardan las reliquias del Gran General, en 1985 la restructuración fue posible gracias al Grupo Bavaria S.A, ahora funciona la Vicerrectoría de Cultura y Bienestar.
En la casa distinguida con la nomenclatura No. 4-70, pasó su niñez el Sabio Francisco José de Caldas, botánico, físico, matemático, ingeniero, geógrafo, cartógrafo, químico, abogado y militar, la casa original fue construida a mediados del Siglo XVIII, a raíz del terremoto de 1983 fue recuperada por la Gobernación del Cauca, ahora funciona la oficina recaudadora de Rentas del Departamento.
La familia Peña vive en la casa No.0-4, artesanos, ebanistas hijos de quien en vida dedicó gran parte de su tiempo cuidar el “Chorro histórico de la Pamba”, un baluarte del patrimonio cultural construido en ladrillo y piedra de cantera con mampostería colonial y combinaciones de estilo hispánico y árabe a mediados del siglo XVII, por Pedro Agustín Valencia, fue el primer acueducto de Popayán, donde la gente acudía con cántaros y vasijas de barro a recoger el agua cuando todavía no había servicio domiciliario en Popayán, hace parte de la idiosincrasia de nuestra ciudad y por ende necesario cuidar y preservar para las futuras generaciones.
La cultura en el barrio
La tradición cultural del barrio La Pamba comienza en los sesenta, cuando se celebraban las fiestas de Pubenza y Reyes Magos, quienes llegaban a caballo de los diferentes puntos cardinales para subir a Belén a predicar. En la casa No.0-76 vive Elvira Pasos, quien conserva orgullosa el recuerdo de haber sido la reina de la famosa caseta “Píor es nada” y ‘Las princesas’, las hermanas del popular “Talego” Ramírez, donde compartían alegremente. Con el apoyo del Alcalde de la época Luis Salazar, se organizaban las carrozas. Recuerda que ganaba la carroza “El Gitano”, todos se divertían y compartían alegremente pero que a raíz de un desafortunado accidente nada quedó de estas celebraciones.
Todavía quedan artistas en el barrio La Pamba, cantantes, poetas como la escritora Myriam Cerón de Sandoval, compositores como Carlos Talego Ramírez, acordeonero, ex integrante de la Tuna de la Universidad del Cauca y amigo de Sergio Rojas Fajardo, Ingeniero Civil y compositor del “Porro de la Calle de la Pamba”.
En el barrio La Pamba además de su historia se destacan los restaurantes y cafés dedicados a fomentar el arte y la cultura como el café galería “Wipala”, cuyo propietario es el profesor Jafeth Gómez, artista, pintor y muralista, ‘Pinema’ y tiendas que invitan a la bohemia, al arte que reciben a diario turistas llegados de diferentes partes del planeta.
La Pamba es un privilegiado rincón de gente amable y de gran atracción turística por el verde esplendor del Cerro de Las Tres Cruces, el Pueblo Patojo y el Morro de Tulcán, donde se pueden apreciar los atardeceres de ensueño que tiene Popayán, que garantizan el disfrute, el ocio, la meditación y descanso.
Tradición y convivencia
Con gran sentido de pertenencia, son muchas las estrategias que quieren revitalizar los pocos habitantes que aún quedan en el barrio La Pamba ante algunas problemáticas de la realidad social, para contrarrestar el “hurto y el humo” con arte, cultura y gastronomía.
Dentro de las actividades que la comunidad ha emprendido están:
-El Primer encuentro gastronómico, artesanal y cultural “La Pamba”, celebrado el pasado sábado 18 de noviembre de 2017, como una estrategia para revitalizar espacios de convivencia ciudadana, construcción de valores, reconciliación con el entorno y el enlucimiento del Emblemático “Chorro de La Pamba”, donde La Asamblea Departamental del Cauca y el Concejo Municipal de Popayán, otorgaron un reconocimiento a cinco familias de La Pamba, por su liderazgo y aporte al desarrollo artístico, cultural, cuidado y protección del medio ambiente, uno de ellos fue el historiador Diego Alonso Paz, por las profundas convicciones religiosas de tradición payanesa.
– Desde hace aproximadamente 20 años, la comunidad de La Pamba con el ánimo de aportar a las celebraciones decembrinas y fortalecer la apropiación del patrimonio cultural, Rafael Mera elabora la choza, para albergar los integrantes del pesebre en vivo que cada año se realiza frente a la casa de Ludivia Méndez, quien guarda celosamente los vestidos de la Virgen, San José y los pastores, que utilizan los niños, niñas del sector y aledaños durante las nueve jornadas, como es costumbre las familias que le corresponde cada día comparten los tradicionales platos de noche buena, amenizada con la chirimía de los auxiliares bachilleres de la Policía Metropolitana de Popayán.
3.- La Tertulia en la casa del Consulado Ecuatoriano en Popayán, dirigida por su propietario el cónsul Antonio Farinango, para intercambiar información de arte y cultura entre los países y ciudades hermanas, al calor de un buen vino que invita la casa.
4.- Otra tertulia, es la de los sábados en la casa No. 0-30 de José Alonso Caicedo, el popular “Poncho” como es conocido su organizador. Allí se debaten los pro y los contra de la política de nuestro país y sus repercusiones en el ámbito local, se habla del cuidado y protección del medio ambiente y cultura general, todos quieren debatir compartiendo los tradicionales platos típicos tamales, empanadas y champús que prepara “Rosita” como es conocida cariñosamente Rosalba Méndez y en las tardes de invierno un buen café caliente con pan.
De esta manera los habitantes del Barrio La Pamba, en virtud de trabajar unidos como una verdadera comunidad y no como una mera asociación de personas desentendidas del porvenir, esperan mayor compromiso por parte de la secretaría de Gobierno Municipal, las autoridades de Policía, también de Turismo, la Cámara de Comercio y demás entes encargados buscando cumplir el sueño de ver “La Calle de La Pamba convertida en Patrimonio Cultural Material de la Humanidad” y que se pueda visibilizar su legado histórico ante el mundo, en lugar de parqueadero público.
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