Comentarios recientes

    Archivos

    Categorías

    La naturaleza en paz

    RODRIGO SOLARTE

    [email protected]

    Esta experiencia vital que estamos viviendo, en la cual las condiciones básicas para la subsistencia cotidiana y quienes las producen, cuidan, transportan y venden o comparten solidariamente, son y han sido siempre los intermediarios entre la naturaleza y la humanidad que representan, en cualquier parte del planeta tierra, es o debe ser motivo de reflexión diaria, para la toma de conciencia y decisiones, que desde el Estado hasta la vereda más remota, hemos de considerar y tomar como comunidades, familias y sociedad, cuya transición hacia algo mejor, continuará con ellos.

    Las comodidades que las ciencias y las tecnologías para la transformación de la materia, sintetizada en las diferentes energías, todavía no disponibles para muchos, nos ha llevado por ejemplo a las comunicaciones inmediatas, representadas hoy, en el internet, las redes sociales, el teletrabajo etc.

    Como visión general observemos que el objeto de investigación continúa siendo la misma naturaleza y la curiosidad humana para descifrar sus fenómenos, orden, energías, origen y funcionamiento biodiverso, del cual hacemos parte con el mayor crecimiento y desarrollo cerebral en red con todo lo existente, realidad no aceptada por quienes se consideran los dioses de la creación, hoy también, vitalmente retados y en riesgo.

    La vida, pese al conocimiento de que no somos eternos, así nuestras moléculas en relación con otras, muten o se transformen como materia, es como la energía en movimiento permanente, cuyo espíritu, invisible, persiste de múltiples maneras en las diferentes culturas, manifestaciones y advocaciones religiosas.

    El aislamiento preventivo de los trabajadores en campos y ciudades, por orden de las autoridades político económicas y sanitarias a todos los niveles organizativos, ante los argumentos científicos previos y por conocer, ciencias del proceso salud- enfermedad, físico, mental, epidemiología y salud pública, entre tantos, para PRIORIZAR la vida con salud, frenó empresas, fábricas, transportes, y la economía como consecuencia, en esta etapa de la civilización humana.

    loading…


    Cuando la mercantilización, hasta de la vida y la muerte, nos había llevado al maltrato de la naturaleza para extraerle sus riquezas y a los mismos trabajadores para hacerlo, nos llega esta llamada urgente que nos tiene confinados como diciéndonos, reflexionen cómo responden, desde la casa hasta el Estado Nación, y cómo van a seguir conviviendo, ustedes, y con la naturaleza que están acabando.

    El aire, las aguas, los montes, la fauna, los parques, los peces y la misma naturaleza humana, tan asfixiadas por esta sociedad polucionada de tantas maneras, comienza solidariamente a resistir potenciando organizadamente, así sea virtual en lo humano, mientras el aislamiento sea necesario, para dinamizar los cambios a todos los niveles de esta Casa común, que estando en guerra, también necesita acuerdos permanentes para que lo positivo de esta experiencia a favor de la vida, nos conduzca a la paz integral que hoy desde el hogar, la casa, o donde estemos, todos anhelamos para las actuales y futuras generaciones.

    Nos encontramos todos en proceso de contrición. Ese “sálvese quien pueda y como pueda” a la que nos llevó la privatización progresiva de lo público, desde el “ bienvenidos al futuro” como consigna electoral de César Gaviria para llegar a la presidencia de la República; la Ley 100, de Alvaro Uribe Vélez que introdujo lo privado a la búsqueda del presupuesto público; estas y muchas más leyes producto del pensamiento Neoliberal, que desde lo económico, como dogma, catequizó, por interés de los privatizadores y persecución a los defensores de los derechos colectivos, nos metió en la guerra incluyendo a la naturaleza.

    La salud con sus trabajadores a todos los niveles, son víctimas resilientes, de este genocidio estructural que reta a la imaginación. Todo nuestro apoyo.

    loading…