La movilización indígena ya no solo es en el suroccidente

Redacción fin de semana

@elnuevoliberal

Desde la Onic se hizo la convocatoria para que este fin de semana, diversas organizaciones indígenas se sumaran a estar en las vías en distintos sitios del país. /Fotografía: Yonni Bonilla

Hoy se cumpliría la meta del movimiento indígena: estar en las carreteras de Colombia de forma definitiva en el marco de una ‘minga nacional por la vida’, anuncio que se dio a conocer a mediados de la semana desde la Organización Nacional Indígena de Colombia, Onic.

En dicho evento, además de conocer el balance de lo que ha sido la minga social del suroccidente que se desarrolla en el Departamento del Cauca desde el pasado 10 de marzo, se dio cuenta de la situación social y comunitaria de los pueblos indígenas del país; así mismo, se recordaron los puntos que exige la minga, y se reiteró el llamado para que el Presidente Iván Duque dialogue con estas comunidades en su sitio de concentración.

Sin embargo, uno de los anuncios más importantes, lo hizo el consejero Luis Fernando Arias, quien señaló que pese a que se tiene previsto un paro nacional para el próximo 25 de abril, “lo que ha venido ocurriendo y la movilización de diferentes organizaciones” ha hecho que desde ya las comunidades se empiecen a movilizar y “la meta es que al fin de semana todo el movimiento indígena esté en las carreteras de Colombia de manera definitiva”.

Sería algo así como un “refuerzo” a la minga social del suroccidente, concentrando a la mayor población posible en puntos estratégicos como la Delfina (vía Cali – Buenaventura) donde actualmente ya hay una congregación importante de personas; en el sur del Tolima, en la vía que comunica a este Departamento con el Huila; la otra concentración será sobre la troncal del Caribe, entre Montería y Sucre; en el norte del país también esperan contar con participación, y aunque no se ha definido el sitio exacto, sería entre el Cesar y la Guajira; así mismo, habrá movilizaciones en la Orinoquía, en los departamentos de Meta – Arauca y Casanare, y finalmente en el Departamento de Nariño donde algunas comunidades ya están sobre la vía Pasto – Tumaco en proceso de concentración.

“Respaldamos y ratificamos la exigencia que han hecho los compañeros del Cauca de la llegada del Presidente a ese Departamento para poder entablar el diálogo político, frente a los temas que el movimiento indígena de la minga ha venido planteando”, aseguró Arias.

Así mismo, recordó las cinco exigencias que se hacen desde la minga: la primera tiene que ver con la defensa de la vida, la paz y los Derechos Humanos, “después de la firma del acuerdo de paz hemos registrado el asesinato de 117 dirigentes civiles, 61 de ellos en lo que va corrido del Gobierno del Presidente Iván Duque”.

El segundo punto tiene que ver con la defensa de los territorios, “lo que implica la no aceptación, por ejemplo, de la política minero energética de este Gobierno, del fracking; apoyamos la lucha por el agua como un derecho fundamental, ya un ejemplo nos lo dieron los compañeros de ríos vivos”. 

El tercer planteamiento está dirigido a la defensa de derechos como la educación y la salud propia, así como están en contra de la Ley TIC, “aquí nos esperamos encontrar con otros movimientos, como los estudiantes y los maestros que vienen reivindicando estas luchas de carácter social de nuestro país”, dijo el consejero.

En cuarto lugar, están los acuerdos incumplidos, como por ejemplo la asignación presupuestal del Sistema General de Participaciones a los resguardos indígenas, la expedición del Decreto que reconoce a las autoridades indígenas como autoridades ambientales y la implementación del capítulo étnico del acuerdo de paz. Y la quinta exigencia, es lo que tiene que ver con el Plan Nacional de Desarrollo, los 216 acuerdos, el presupuesto para el Plan Plurianual de Inversiones, las metas e indicadores que permitirían darle seguimiento al cumplimiento de esos acuerdos.

Finalmente, el vocero de la Organización Nacional Indígena de Colombia, indicó que si bien ha habido diferentes manifestaciones de gremios, sectores políticos y diferentes ciudadanos para que el Presidente no venga al Cauca, el llamado que se hace es para “adelantar un diálogo entre todos los colombianos, porque no podemos entrar a un proceso de señalamientos y estigmatizaciones, porque eso no ayuda a construir”.

Sin embargo, desde el pasado viernes una delegación liderada por la ministra del Interior Nancy Gutiérrez y el Comisionado de Paz Miguel Ceballos, han instalado mesas de negociación tanto en la Delfina (vía Cali – Buenaventura) como en Pasto (Nariño), donde hay mingas con representantes de diversos Departamentos, para concertar el no taponamiento de estos puntos y que se pueda llegar a acuerdos por la vía del diálogo.

“Se ha conversado de diferentes puntos, ya hay una mesa de garantías y derechos humanos en la Delfina, la directora de Planeación está en Mandivá esperando a la comisión técnica de la minga del Cric, en la noche del jueves el ministro de Agricultura y el viceministro del interior lograron unos primeros acuerdos con los Pastos y los Quillacingas, conversaciones que continuarán el lunes y martes”, expresó el pasado viernes la ministra del Interior.

De acuerdo con la ministra, dado que en la zona de la Delfina no hay bloqueo, hasta el momento, ellos se pudieron desplazar hasta ahí para abordar una agenda de trabajo que, a martes o miércoles, esperan lograr una concertación.

“Lo ideal es que pueda haber concertación con las diferentes organizaciones y se pudiera hacer un conversatorio amplio y se hable de la política pública del Estado colombiano que tiene en cuenta los derechos y garantías para los pueblos indígenas y también que ellos se comprometan con una serie de deberes para con el resto de la población”, puntualizó la ministra del Interior.

Al cierre de esta edición, además del bloqueo en la Panamericana, había un cierre de la vía que de Popayán conduce hacia el Huila, donde según información policial, solo había retención de carros que transportaran comida o gasolina, las personas podían pasar sin inconvenientes.