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La María Occidente tiene 38 años de haberse configurado como barrio, un aporte bastante amplio en la construcción de la historia de la ciudad de Popayán. Al hablar con personas del barrio y la Junta de Acción Comunal se percibe lo tradicional del barrio, porque muchos de sus habitantes llevan en el desde su fundación o un poco después, algo así como una familia grande y todos han sido testigos del crecimiento de esta parte de la ciudad.
“La personería jurídica del barrio es desde 1980, hace 38 años está legalizado, pero su fundación fue hace 40 años”, indica el presidente.
Conociendo un poco de su historia, muchas de los logros como el colegio y el hospital son parte de esa lucha que han emprendido por hacer crecer su barrio y la calidad de vida de quienes lo habitan.
“Comunitariamente se consiguió el colegio, fue una idea de la junta de ese entonces, se inició la construcción del polideportivo, se manejó el puesto de salud en esa época y de ahí a través de gestiones la administración municipal hizo el hospital que ahí se encuentra y que ahora lo maneja la ESE Popayán”, agregó el presidente.
Esos logros se han dado gracias a la existencia de un comité interinstitucional conformado por la junta, los profesores de la escuela que hoy es colegio, los médicos y trabajadores del puesto de salud que hoy es hospital, también hacía parte un cura de los hermanos franciscanos y el puesto de avanza de la defensa civil.
“Todos nos reuníamos a hacer cosas, a trabajar en función del barrio y esa gestión ha hecho que se haya conseguido lo que hay hasta ahora”, agregó el dignatario comunal.
La María Occidente ha sido un ejemplo para los otros barrios que los rodean, ya que los directos de las otras juntas se apalancan de la María y hacen gestiones en equipo.
“Gracias al trabajo de los lideres se ha logrado todo lo que se ve, en otros lados no se ven las cosas que acá sí, porque desde la misma junta todos los días como hormiguitas se la pasan en entidades, oficinas, con oficios y proyectos en favor del barrio, trabajar por la comunidad es algo que les nace”, concejala.
El barrio tiene Hospital, colegio, templo católico, parte comercial desde restaurantes, almacenes de ropa, zapatos, herramientas, tiene droguerías, una serie de oferta que les soluciona las necesidades a sus habitantes sin tener que salir de sus casas, porque todo lo encuentra ahí.
Uno de los orgullos más grandes para la junta es el parque que lograron construir y que es esfuerzo de la comunidad. “El parque ha sido un trabajo de gestión de la comunidad, de actividades, de conseguir materiales y ahora que ya lo tenemos, hacemos todo lo posible por mantenerlo muy bonito, por eso lo cuidamos, que no entren perros, que no dañen la estructura, es un trabajo que se ha generado entre la comunidad”, indicó señora de negro.
Infortunadamente La María Occidente es uno de los barrios que a pesar de tener un espacio deportivo grande y bonito, lo tienen que mantener cerrado, porque hace parte de uno de los centros deportivos que no han sido recibidos por la Alcaldía a la Gobernación.
“Hemos pasado todas las solicitudes necesarias, pero ese es un trámite que no se ha solucionado allá entre la Alcaldía y la Gobernación, como no se ha entregado, no se ha podido abrir al público, porque si lo dañan ya nadie responde. Nos dijeron que estaba en trámite, entonces estamos esperando que no lo entreguen para poder darle un buen uso”, secretario.
Temas como alumbrado público se están trabajando, faltan algunas bombillas por cambiar, en el tema de vías hay unas que necesitan ser reparadas, especialmente la que está entre el parque y el centro deportivo, todas están gestiones se han hecho de forma reiterativa y siguen a la espera de una respuesta. Ahora la junta está gestando nuevas ideas para seguir creciendo.
“En este momento el salón comunal como salón no está funcionando, pero a partir de diciembre funcionara nuevamente. Fue arrendado en una administración anterior a un gimnasio. La idea es convertirlo en el centro de desarrollo comunitario. El salón en muchas partes está desocupado, a menos que sea para fiestas. Lo que queremos hacer en el centro de desarrollo comunitario es tener oficinas, de tal forma que la administración municipal y los entes públicos privados que manejan a Popayán puedan tener un espacio para atender a la comunidad”, presidente.
El proyecto del centro de desarrollo comunitario busca traer a las representantes de las entidades para que la comunidad pueda hacerles sus quejas ahí en el barrio, que haya un espacio de capacitaciones, recreación y encuentro entre la comunidad y las personas externas al barrio.
Los dignatarios del barrio reconocen que haya también se presentan robos, que también hay personas en situación de calle o de consumo de alucinógenos, que falta cultura ciudadana en cosas como la hora de sacar la basura, pero se enfocan más en robustecer sus fortalezas y seguir trasmitiendo a los que vienen atrás ese compromiso por su barrio y en los aportes que cada individuo puede poner.
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