Por Hernando Uribe Castro
Integrante del Centro Interdisciplinario de Estudios de la Región Pacífico Colombiana, CIER
Universidad Autónoma de Occidente
La Laguna de Sonso es de los pocos ecosistemas que quedan como muestra de lo que en algún momento fue el paisaje biodiverso del valle geográfico del río Cauca en Colombia. Actualmente posee una extensión de 2.045 hectáreas, de las cuales, se supone que 745 has son de la zona lagunar (cifra por cierto muchísimo menor porque la mayor parte de este espejo de agua está hoy copada por el buchón de agua) y 1.300 has en zona amortiguadora.
Se alimenta de las aguas del río Cauca en periodo de lluvias intensas y en menor proporción de algunos afluentes: ríos Guadalajara y Sonso. Se encuentra dentro del ecosistema bosque seco tropical inundable a la que llegan especies de aves migratorias. En ella existen especies de fauna y flora, formando un ecosistema valioso e importante para el planeta.
La laguna tiene funciones tales como la regulación natural del caudal del río Cauca, la disminución de la frecuencia de los desbordamientos del río Cauca aguas abajo de la laguna, la recarga y descarga de los acuíferos (aguas subterráneas), la estabilización de las condiciones climáticas locales, la filtración natural previniendo el aumento de nitritos, los cuales producen eutrofización; pero también es un ecosistema del que se sustentan comunidades de pescadores.
La dinámica natural de esta laguna ha sido afectada desde los años cincuenta por parte de propietarios privados interesados en ampliar la frontera de los cultivos de la caña de azúcar y también por parte de las agencias del Estado, cuando por ejemplo, se hizo la vía que conectaba Yotoco-Buga en los años sesenta. De ahí en adelante las afectaciones han sido recurrentes, pues tal como se conoció en los inicios del 2016, propietarios privados habían afectado la laguna haciendo jarillones, rellenando y desecando este lugar.
Ella representa un conflicto de intereses que pone en evidencia, por una parte, el avance agroindustrial y por otra, la capacidad de la movilidad social para defender un espacio natural de las dinámicas de capitalismo corporativo agrario. Una comunidad ambiental que integra campesinos agrícolas, pescadores, académicos, intelectuales y todo tipo de actor social sensibles a la naturaleza. Todo un conjunto de sujetos que como comunidad ambiental proponen distintos repertorios que van desde marchas, concentraciones, caminatas, eventos académicos, difusión de folletos hasta denuncias públicas en medios de comunicación, exigencias a autoridades ambientales. A los repertorios de defensa por la laguna de las tradicionales, se le sumaron los repertorios más recientes cuando el marco legal constitucional y normativo fortalece la demanda y denuncia penal ambiental para la judicialización de los promotores del daño ambiental.
Por su parte, las instituciones del Estado antes las distintas demandas han dado como respuesta acciones de institucionalización del conflicto como: emitir decretos, normas, acuerdos, instrucciones e, incluso, procesos sancionatorios, como aquellos que se tomaron en el 2016 contra algunos de los propietarios privados que habían afectado la laguna en diciembre del 2015. Sería muy interesante que se diera a conocer de parte de las autoridades en qué va todo este proceso.
Este es un conflicto que deja una gran inquietud y tiene que ver con lo siguiente: A lo largo de todo este tiempo, la autoridad emitió decretos, acuerdos y normas para defender y conservar la laguna. Incluso, la Carta Constitucional de 1991, la creación del Ministerio del Medio Ambiente en 1993, la Ley de Ordenamiento Territorial de 1997, la inclusión de Colombia en la red RAMSAR, entre otros actos de carácter jurídico y legal que se podrían citar, se han erigido como soporte central para la conservación de los ecosistemas del país en sus condiciones ecosistémicas propias y propicias para la existencia de la vida. ¿Ha sido suficiente todo este marco legislativo, legal, para la defensa de la naturaleza? ¿Por qué existiendo toda esta normatividad y toda la defensa comunitaria, la Laguna de Sonso continúa con su proceso de deterioro ambiental?
El caso de la Laguna de Sonso muestra claramente los efectos nocivos del interés de unas elites de avanzar en el proceso expansivo de la caña de azúcar en el valle geográfico del río Cauca, siendo éste ecosistema significativo para la dinámica hidrológica del río, la biodiversidad de especies y la sustentabilidad de las comunidades campesinas.
Por lo que tengo entendido, la Laguna de Sonso pasó de ser una Reserva Natural a un Distrito Regional de Manejo Integrado Laguna de Sonso. Entre una cosa y otra existen diferencias sustanciales en términos de su protección, conservación, pero también de su uso. ¿Qué repercusiones ambientales tiene esta nueva denominación? ¿En qué momento se dio este cambio y por qué la comunidad no se percató de esta nueva denominación? ¿Qué ventajas y desventajas representa para la laguna esta transformación en Distrito Regional de Manejo Integrado?
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