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SANTIAGO ZAMBRANO SIMMONDS
La inédita Consulta Anticorrupción es un evento político extraordinario convocado por el pueblo colombiano que por su significación en derechos del ciudadano como el de la libertad y la soberanía popular, no debería tener de nadie ningún reparo para su participación.
Recordemos que es la primera consulta popular nacional en la historia y su éxito como mensaje político y social puede ser el inicio para muchas más, dónde es realmente el pueblo el que forja su determinación.
No podemos permitir que se nos condicione su participación por una puja de poder o por el reconocimiento de sus promotores. Independientemente de las bondades o efectos que su resultado pueda tener, lo realmente importante es participar. Este maravilloso derecho de nuestra Constitución no lo debería despreciar nadie, recordemos que por luchar por menores derechos en otras latitudes hay guerras y muertos. Estamos ante una fiesta de la democracia participativa que puede tener un mensaje potentísimo sobre la fortaleza de la sociedad civil organizada ante el Estado.
Desde el rigor de las preguntas puede haber reparos pero lo realmente trascendental es el acto en sí, por lo que no debemos tener duda en participar. El triunfo será de todos.
En cuanto al contenido de la Consulta es claro que el Congreso a mutuo propio nunca las adelantará por ello también invito a participar y aún más votar por el sí. Sin embargo reconozco que Colombia tiene ya suficientes leyes pero lo que no existe es actitud para cumplirlas y allí está el meollo del asunto. También comparto que lo más importante es que quienes gobiernen den un buen ejemplo para que los gobernados, sepan y aprendan la importancia y lo sagrado que deben ser los recursos públicos.
Algún escéptico preguntará ¿acaso no sabemos quiénes son nuestros gobernantes coimeros, nunca condenados y antes por el contrario elegidos y reelegidos alcaldes, gobernadores y congresistas? ¿Cómo se explica que entidades del Estado como la Contraloría y Ong´s como Trasparencia Internacional tienen cuantificada la corrupción pero sin mayores señalamientos a los corruptos? ¿Eso lo va solucionar la Consulta? La verdad comparto esa preocupación pues aquí con perplejidad vemos cómo se burlan de la ley, vemos como luego de discursos grandilocuentes se llenan de medallas, y son estos malos ejemplos lo que ha conllevado a un tenebroso circulo vicioso pues cuando muchos acceden al poder hacen lo mismo que sus antecesores: “aprovechar el cuarto de hora”. La consulta no va resolver la corrupción de un día para otro, pero es un excelente inicio e insisto lo más relevante es participar como hecho político y como un potente mensaje de hastío.
Me hubiese gustado como a mucha gente que se incluyeran preguntas que garanticen una mejor lucha frontal contra la corrupción como por ejemplo la forma cómo se elige la Contraloría, Procuraduría y Fiscalía las cuales son producto de las más oscuras componendas políticas; haber implementado mecanismos contra la manguala de las salud (EPS, IPS y laboratorios clínicos); normas sobre la contratación en educación y el gasto militar; una modificación a la justicia, pilar fundamental de un Estado y por supuesto una reforma al inexpugnable Congreso que permanentemente hace leyes a la medida de los cabildantes muchas de ellas en contra del pueblo.
Pero así y todo los reparos que se tengan de cómo hubiera podido ser mejor ésta consulta, el mensaje de cansancio y disgusto es muy fuerte por eso no debemos perder la oportunidad de participar, y no permitir que nos sigan utilizando como borregos avivando nuestros temores para impedir nuestra participación. No es cierto que la reducción de salarios de los congresistas va ligada a la disminución del salario mínimo; No es cierto que lo propuesto en la consulta ya existe, pues el Estado hoy no cuenta con mecanismos expeditos como los propuestos en algunos de los puntos. No es cierto que es un negocio montado por los promotores a quienes por cada voto le repondrán $5.000, ya que en las consultas populares no hay reposición
Considero que mientras no cambiemos nuestras actitudes hacía el cumplimiento de las leyes es posible que todos los esfuerzos pueden ser inocuos, por eso ésta es una extraordinaria oportunidad para dar un mensaje muy potente de la sociedad civil a la clase política. Participar con alegría y orgullo patrio es también un mensaje de esperanza y eso el lo último que nos podemos dejar robar.
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