Por Alexander Paloma
Reportero Gráfico El Nuevo Liberal
Los árboles como todos los seres vivientes tienen sus propios ciclos de vida, inicialmente son pequeñas plantas que nacen de una semilla, en algunos casos son cultivados en procesos controlados en invernaderos y en otros son trasplantados luego de una recolección en sus sitios de reproducción natural.
Actualmente cuando se va a desarrollar sembrados de plantas, por decir en las zonas urbanas se tienen en cuenta el tipo de árbol a sembrar dependiendo el entorno en el que se plantara, es así como se tiene en cuenta que tipo de subsuelo albergará el futuro árbol y dependiendo el espacio se determina qué tipo de árbol conviene sembrar en términos de calidad de vida para ellos, y que además, contribuya en términos paisajísticos sin alterar el entorno urbano.
Hoy podemos encontrarnos árboles que se abren camino entre las estructuras urbanas, fueron plantados con buenas intenciones pensando en la ornamentación de la ciudad con una visión inmediata sin pensar en lo que serían a futuro, por eso podemos ver como la fuerza de sus raíces levantan placas de cemento o sobresalen en su afán de buscar cómo alimentarse para vivir en un espacio para el que no fueron hechos.