El pasado 15 de agosto el Dane publicó los resultados de su investigación sobre el crecimiento de la economía del país. El Producto Interno Bruto en el segundo trimestre de 2017 subió un 1.3%, con respecto al segundo trimestre de 2016.
La tasa de crecimiento de los bienes y servicios que producimos, aunque no es muy alentadora, muestra un tímido incremento. En un sistema económico tan globalizado no es un crecimiento particularmente bajo, en comparación con las economías de la región; sin embargo, sí da cuenta de que algo no está funcionando bien.
La promesa de un crecimiento económico más amplio derivado de la reducción de la terminación del conflicto armado con las Farc aún no es una realidad. De hecho, haciendo un análisis absolutamente descontextualizado de la economía internacional, nos podría informar que el crecimiento económico fue mayor entre 2011 y 2014 (14.38%), que entre 2014 y 2017 (6.89%), este último periodo, cuando las estadísticas sobre el conflicto armado nos mostraron una reducción significativa de las acciones violentas.
Aunque, insisto, hacer una mirada a estas cifras sin realizar un análisis del contexto internacional no resulta muy válido, es imposible ser ciegos ante la magnitud de la reducción de la producción en el periodo señalado.
Lo anterior nos puede indicar que, o bien el desescalamiento de la magnitud del conflicto armado no tiene incidencia en la economía, hipótesis que es muy poco probable, dada la inevitable conexión entre la producción y las condiciones sociales y políticas, o también nos puede indicar que los efectos económicos del cese de conflicto no son inmediatos y están aún por materializarse.
Los resultados económicos parecen consistentes con el poco entusiasmo que han generado hechos tan notables como la dejación de la totalidad de armas de las Farc en manos de las Naciones Unidas.
Probablemente unas conversaciones tan largas y, sobre todo, con tanta minucia jurídica hace que el interés general ceda ante las discusiones sobre la conformación de la Jurisdicción Especial, las conductas y los sujetos que serán enjuiciados por dicha jurisdicción y la amenaza latente de la Justicia Penal Internacional
La economía da pocas señales frente la paz, el interés político de los ciudadanos igual. Sólo cuando el ambiente electoral se caliente, probablemente se sienta con mayor fuerza los efectos del acuerdo final. Ojalá suceda lo mismo con la producción económica.
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