Jazmín Muñoz Yela
A primera vista, uno de los problemas más grandes del barrio la Esmeralda es la invasión del espacio público al igual que el mal manejo de las basuras ocasionadas por la plaza de mercado, pero a estos los acompaña la inseguridad, algunas vías en mal estado, amenazas contra algunos ciudadanos, falta de cultura ciudadana y principalmente el olvido de los mandatarios de turno.
La galería de La Esmeralda reúne diferentes personas de diversas partes de la ciudad y del Cauca que ven en la venta o reventa de productos una forma de generar ingresos y de mantener a sus familias. Pero la cantidad de pequeños comerciantes ha ido en aumento a través de los años, convirtiéndose en una zona donde no se distingue el espacio para las personas y para los carros; la comunidad residente ya no aguanta más, la invasión, el ruido, el desaseo, la delincuencia, entre muchos problemas relacionados con el desorden social alrededor de la plaza y exige que la Alcaldía le dé una solución.
“El espacio se puede recuperar, es un asunto de interés político y de acciones concretas, no puede ser que los habitantes tengamos que vivir con miedo, sin tranquilidad, sabiendo que la plaza de mercado adentro tiene un espacio subutilizado donde se podría reubicar a la gente que trabaja en la parte de afuera, pero no se hace nada, y somos los dueños de las viviendas del sector que tenemos que trasladarnos a otros lados, porque aquí ya no se puede vivir”, dijo una habitante del sector quien prefirió reservarse el nombre.
Y es que el crecimiento de las ventas estacionarias fuera de la galería, ha hecho que la carrera 18 con calle quinta se convierta en un completo basurero que expide olores, roedores y enfermedades para los transeúntes, por eso la comunidad ha solicitado ante el municipio la creación de un lugar para el manejo adecuado de las basuras.
En tal sentido, la administración municipal, ya puso en proceso de licitación la construcción de una Unidad Técnica de Basuras -UTB-, un local especializado para que los desperdicios tengan un manejo adecuado antes de ser recolectados por el personal de la empresa Serviaseo. Este predio estará ubicado en un costado de la plaza de mercado, lo cual requiere de la reubicación de los vendedores que actualmente ocupan dicho espacio.
La administración de la plaza de mercado es consciente de la normatividad que ordena a toda plaza de mercado y centro comercial, tener un sistema recolector de basuras adecuado para cuidar el ambiente de estos lugares. Así que la del barrio La Esmeralda trabaja de manera conjunta desde hace año y medio para que se inicie la construcción de dicho sistema para control de basuras.
“Los diseños y la licencia para iniciar las obras de construcción ya están listas, se va a construir justo al frente de donde está el botadero en la parte interna de la plaza, además de la intervención que el plan de movilidad ha ido adelanto que continuará paralelamente”, menciona Henry Sánchez Fajardo, administrador de la plaza de mercado del barrio La Esmeralda.
Hace una semana se realizó una reunión con el alcalde Fuentes de la cual resultó un inventario de los locales y los puestos que se reubicaran para poder medir bien la reorganización de las personas que actualmente tiene la plaza de mercado y adicionalmente se concertó otra reunión en la cual se negociará la adjudicación de las personas que van a construir estas obras. Del proceso de reubicación o indemnización de comerciantes depende el comienzo de las obras.
Administración de la plaza
Los comerciantes de la plaza de mercado de La Esmeralda cancelan un valor que va desde 1.200 a 3.000 pesos diarios para poder utilizar el espacio donde ofrecen sus productos.
Aunque a la plaza se le han hecho cambios, no han sido suficientes, el año pasado, según explica el administrador del lugar se usaron 1.200 millones de pesos para hacer cambio de eternit y de pisos, además de renovar la estructura de algunos locales, para mejoramiento de las instalaciones. Adicionalmente, se desmiente que se esté gestionando la construcción de un segundo piso aunque sí menciona un proyecto que no fue aprobado para que se construyera un merca plaza.
Pero estas soluciones se quedan cortas ante el problema social que se atraviesa en el sector, porque la convivencia dentro y fuera de la plaza de mercado ha desmejorado preocupantemente, porque existen algunos vendedores que instalan puestos estacionarios en las calles aledañas sin permiso, generando malestar interno y externo por la desleal competencia.
Desde la Junta de Acción Comunal, JAC, se viene adelantando acciones legales para que las entidades correspondientes agilicen la construcción del UTB y ejecuten acciones contundentes para la recuperación del espacio público, pero dichas entidades gubernamentales no han logrado darle solución a este grave problema, tal como lo manifiesta uno de los representantes de la JAC.
“Hay interpuesta una tutela por parte del habitante Ricardo Sánchez Cano sobre espacio público, pero está acción judicial ya tiene muchos desacatos por parte de la administración municipal, ahora solo hacen operativos de vez en cuando, y cuando la juez planifica una visita a la zona, los vendedores no salen y todo parece estar en total normalidad”, dijo Arley Anacona, Fiscal de la Junta de Acción Comunal.
Pero esta no es la única acción interpuesta por la comunidad. En el año 2000 se interpuso una acción popular que a la fecha no tiene respuesta.
Seguimos con el recorrido
Árbol gigante e inestable que genera problemas
Otro de los problemas que afecta a los habitantes y viviendas ubicadas en la calle 9ª con carrera 20 del barrio La Esmeralda, es un árbol de gran tamaño que al parecer por la profundidad de sus raíces y constante crecimiento, está causando daños en la vía, a tal punto que el andén se está levantando, causando preocupación a los vecinos de la zona afectada.
“Cuando hay viento, las hojas que caen de este árbol causan muchos estragos y además las raíces son tan profundas que nosotros no sabemos qué hacer con esta pequeña problemática ambiental”, expresó Carlos Muñoz un vecino de la zona.
“Hasta ahora, organizaciones que por ley deben hacerse cargo de este tipos de casos como la Corporación Regional del Cauca (CRC) o la secretaría ambiental de la alcaldía municipal, no dan razón alguna de qué proceder deben tener los habitantes de este sector”, agregó el quejoso.
Inseguridad
Por otro lado, el problema de la seguridad es otro de los problemas de relevancia para los residentes de La Esmeralda. “Hay mucho raponeo, robos de celulares, atracos a mano armada y hasta enfrentamientos campales entre las pandillas en los límites del barrio con otros sectores del suroccidente”, dijo un ciudadano.
“Las vías se han vuelto intransitables a ciertas horas de la noche, uno no se atreve a salir porque seguro lo roban, le pedimos a la administración que se mejore la seguridad ciudadana en el sector porque no podemos tener tranquilidad en ningún momento. Si no es por los ladrones, es por las amenazas de algunos vendedores que nos acusan que no los dejamos trabajar frente a nuestras casas y nos amedrantan con apedrear nuestras viviendas si nos seguimos quejando”, expresó otra habitante del sector.
Vía en mal estado
Los habitantes del sector de la carrera 18 entre carreras 8A y 9, ya no aguantaron más el mal estado de la vía y decidieron, hace un par de meses, bloquearla como medida de presión para un pronto proceso de repavimentación.
Esta acción de hecho fue tomada a mediados del mes de agosto. Con guaduas, algunas de éstas selladas con cemento a la vía, le cerraron el paso a los vehículos.
En su momento, algunos habitantes del sector le contaron a El Nuevo Liberal que las acciones adelantadas por la comunidad, que hoy no tienen respuesta.
“Se han enviado peticiones a la Alcaldía pero desde allá nos responden que no hay presupuesto, la situación en el intenso verano se ha agudizado por la gran cantidad de polvo, una razón más para bloquear el tránsito de vehículos automotores. Estamos muy afectados, más que acá hay niños y ancianos”, dijo doña Blanca Rivera.
A todo esto, doña Helena Idrobo le sumó para esa fecha, que pagan impuestos oportunamente y otras calles del sector sí fueron pavimentadas. “En la campaña anterior nos prometieron la reparación de la calle pero ya va a terminar y nada pasó, todo sigue igual como hace años”, recalcó decepcionada la residente.
Por su parte el secretario de Infraestructura, James Correa, indicó en el mes de agosto, que sobre el sector donde se protesta, se han tenido reuniones con la comunidad para explicar que los recursos están comprometidos “no podíamos iniciar un proceso de pavimentación, en lo que sí podíamos colaborar y quedamos comprometidos de elaborar un proyecto para que se haga la gestión de recursos; no será en esta administración pero sí en las venideras”, dijo el funcionario.
Se presupuesta que por cada cuadra repavimentada, el costo sería de 100 millones de pesos, costos que incluyen las redes de acueducto o alcantarillado”.
“Como esta no es una calle principal no le prestan atención, no han dicho nada nuevo, solo que toca presentar un proyecto para que la reparación de la calle quede dentro del presupuesto del año que viene”, dijo una habitante de la calle afectada.
La zona comunitaria de La Esmeralda
El barrio La Esmeralda es un tradicional barrio que ha hecho su historia de forma paralela con el modernismo de Popayán.
Desde sus comienzos, este sector de la ciudad se caracterizó por la pujanza de sus habitantes, en principio, militares y policías activos que cumplían su sueño de tener casa propia gracias a las cajas de vivienda de la fuerza pública.
Más adelante y debido al crecimiento de la ciudad hacia el sur y el norte, La Esmeralda fue convirtiéndose en un bastión comercial. Con la llegada de la plaza de mercado, todo tipo de negocios fueron rodeando la edificación, por lo que la vivienda le fue dando paso a los almacenes, graneros, supermercados, tiendas y muchos otros negocios que le dieron a la zona el status de comercial.
Sin embargo, la zona para vivienda se mantuvo a varias cuadras a la redonda de la plaza de mercado. Dentro de esa área, la vida comunitaria y del barrio se ha mantenido intacta. Sus edificaciones, que han ido cambiando con el tiempo, le dan al sector un aire de urbanización en mucha de sus calles, donde aún se mantiene la camaradería y la unión entre vecinos.
Igualmente, los predios que agolpan a la comunidad han ido cambiando, dejando ver hoy por hoy, edificaciones modernas que engalanan el sector. El bello templo, el colegio Jhon F. Kennedy, el Jardín Infantil, el polideportivo y la caseta comunal, entre otros, se conjugan con otras modernas y notorias edificaciones que le dan brillo de ciudad a este sector occidental de la capital caucana.
El barrio La Esmeralda sigue mutando; en un futuro cercano, será la plaza de mercado la que deba cambiar su aspecto para que pueda hacer juego con la edificación del Centro Comercial Palacé, un edificio construido con el trabajo duro y continuo de muchos comerciantes que se organizaron para darse una oportunidad de trabajo y progreso digno, fuera de las calles. Sin duda alguna, a eso debe apuntarle la galería, una de las de mayor movimiento en la ciudad, que está obligada a adaptarse a la realidad citadina actual, donde procesos como el Sistema Estratégico de Transporte Masivo, embellecerán el sector para que alrededor de él pueda convivir toda esta comunidad pujante que piensa y actúan siempre con el pensamiento de seguir adelante en beneficio de su hermoso barrio.
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