La corrupción confunde el petróleo con las arepas

NELSON EDUARDO PAZ ANAYA

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El Constituyente Colombiano dejo una Carta Política, similar a la de las principales democracias del mundo, la Corte Constitucional, tomo el aspecto cuantitativo y cualitativo; el estado de bienestar y lo segundo bajo el tema de estado constitucional democrático. El primero surgió en Europa, con garantía de salarios, alimentos, salud, habitación, educación, como idea de derecho, no de caridad, el estado constitucional democrático, la Corte lo presenta como la respuesta jurídico-política derivada de la actividad intervencionista del estado, todo a partir de un catálogo de principios y de derechos fundamentales que inspiran toda la interpretación y el funcionamiento de la organización política. C. Cons. Sent T-406. 1.992.

Oportuno citar apartes del texto del artículo 333 y 334 de la C.P.C. cuando establecen: “La actividad económica y la iniciativa privada son libres,… La libre competencia económica es un derecho de todos… El estado impedirá su restricción… el estado controlara el abuso que se haga de una posición dominante en el mercado… limitados por el interés general…” En el siguiente texto, se dice: “La dirección general de la economía estará a cargo del estado. Intervendrá para dar pleno empleo a los recursos humanos… también para promover la productividad y competitividad y el desarrollo armónico de las regiones.”

La Constitución es suficiente y los desarrollos de la Corte Constitucional, crean todo un marco jurídico, con el cual, se puede tener una República como cualquiera de las más avanzadas del planeta.

Lo grave, es que la historia Económica de Colombia, no es otra que la entrega miserable a las potencias extranjeras, a las trasnacionales y a unas pocas familias la riqueza del País.

Acaso no fue un acuerdo de las elites de los dos partidos, el que entrego el Istmo de Panamá, con la mayor indignidad y como siempre con torcidos intereses, y la guerra con el Perú, por la defensa de territorios en el Amazonas no fue iniciativa de la presión popular de los pobladores de esas Tierras llamadas entonces “Patrióticamente” “Territorios Nacionales”, cuya miseria bien narro Eustacio Rivera, en la Vorágine y Víctor Bonilla en “Siervos de Dios y amos de indios”.

La explotación de los Recursos Naturales, patrimonio de todos los Colombianos, siempre ha sido motivo de vergüenzas; la extracción del oro, la exploración y refinamiento del petróleo, el aprovechamiento del carbón, como esconder la lucha patriótica de los empresarios del sector agropecuario, afectado siempre por la macro-política agropecuaria de importaciones- exportaciones, fertilizantes- comercialización?

Se debe discernir, interpretar porque no son estos beneficiados del “Sistema”, los que salen a defenderlo, habiendo sido el gran marco institucional, que les ha permitido el generamiento de grandes riquezas a partir de las mejores ventajas.

Lo lógico sería que estos sectores, más allá de las estructuras de control institucional deficientes, serian quienes deberían perseguir fenómenos que lo afectan, como la corrupción, la ilegalidad, el despilfarro de los impuestos que se deberían invertir en el crecimiento y la competitividad.

Debería asustar, pensar en lo que sucedería en Colombia, si la oposición se silenciara por un poco tiempo, en menos de un año desaparecería el estado, si con todas las denuncias y escándalos se lo roban, que tal con total impunidad.

No es gratuito que el mismo Gobierno se haya preocupado, desde hace mucho tiempo por tener una oposición; el lio es que en ocasiones se le enredan los hilos, como el de la denuncia de Odebresch.

En el caso de Venezuela; amerita recordar que Estados Unidos, también aprobó el gobierno de Chávez y Maduro, basta ver las gigantescas transacciones comerciales, bueno igual ha sido siempre con todas las dictaduras criminales de América y del mundo, los Videla, los Viola, los Gadafi.

Hoy se pretende relacionar las Izquierdas de América, la Intelectualidad comprometida con los pueblos del mundo, con los fracasos del gobierno Venezolano, el mismo que el del señor Juan Manuel Santos, el más santo exponente de las familias que han gobernado el País, impuesto además, a su pesar por el doctor Uribe, no dijo que era “Su mejor amigo”? y no son de la izquierda precisamente. Oportuno por demás, una repasada en el Cauca a sus beneficiarios, que ahora lo niegan, Judas es un pobre pendejo.

Al gobierno del vecino País, hoy lo sostienen los aviones de guerra del sistema capitalista del señor Putin, presidente de Rusia, más de derecha que el señor Trump, como ignorar que los problemas de la geopolítica de hoy, nacen precisamente de las restricciones que se pretenden imponer contra las reglas predicadas por años, de la libre empresa y el libre comercio? Es la devuelta de la globalización, sus propias contradicciones. Asi de sencillo.

Reducir los fenómenos de política económica mundial, a unos cuantos chistes bobos, no contribuye a nada, o ¿será que hay quienes creen que las solidaridades o pleitos con Venezuela solo tienen por interés la producción y la venta de las arepas?