Las campañas electorales, permiten algunas exposiciones y discusiones en torno a temas regionales, sin embargo no son el escenario para la discusión de los asuntos prioritarios para los territorios, por lo tanto es necesario hacer permanente el ejercicio político de los contenidos que inciden en el bienestar de los ciudadanos, como deber ineludible.
Si la democracia es una expresión cultural y los partidos políticos son instrumentos para canalizar la opinión de los asociados, los procesos sociales al menos en el Cauca, indican con claridad cómo no son precisamente medios idóneos para encausar las ideas, el conocimiento y la innovación hacia mejoras en la calidad de vida.
La carencia ideológica, la ausencia de posiciones sobre la problemática actual, la actitud permisiva frente al abuso de lo público, el silencio cómodo asumido ante las situaciones del sector privado y de los sectores sociales, crean condiciones negativas para el desarrollo de los entes territoriales.
La forma como se dieron las convergencias en el Cauca, así lo indican, los partidos políticos sin el menor respeto por la ética, se cruzaron en todos los municipios, en unos de socios, en otros de contrincantes, de tal manera que para las vecindades municipales el mensaje era difícil de entender, razón por la cual, la falta de compromiso y de emoción para el convencimiento dieron paso a otra clase de motivaciones.
Si bien es cierto, el número de sufragantes fue mayor que en elecciones anteriores, la realidad es que las mayorías deben analizarse a partir del número de habitantes del departamento y considerando se está cerca al millón de cédulas inscritas para votar, y de igual manera se debe mirar la conformación de Asamblea Departamental, Alcaldías y Concejos Municipales.
Para el Gobernador y para los alcaldes electos, necesaria la continuidad del debate en el Cauca, solo una comunidad con información, con capacidad de discusión, con disposición para tomar actitudes en defensa de sus derechos, puede ayudarles a realizar un periodo de gestión con buenos resultados, más allá del ejercicio que ya hacen los parlamentarios, de decir con cuantas alcaldías cuentan.
La persistencia del debate de los asuntos públicos, permitirá toma de decisiones independientes, ya se ha demostrado cómo las administraciones en el imperio de su encierro tienen las mayores equivocaciones, razón por la cual, la discusión debe continuar ahora, cuando puede darse un acuerdo de paz con las Farc, que desde luego tendrá altas incidencias en la región.
Los resultados de las elecciones pasadas, son contundentes en demostrar como la opinión ciudadana va más allá de los amarres pretendidos por los avales y por la tradición de los partidos; de manera específica en el liberal, los análisis de Popayán y de todos los Municipios, dan cuenta de un sentimiento libre, espontáneo, insumiso, rebelde que no responde a las pretensiones de los parlamentarios, aun teniendo dignidades como lo es la Presidencia del Senado.
Sano que se den estas situaciones, hay una corriente de pensamiento comprometida con los cambios urgentes en la concepción del Gobierno, del poder, de lo público, de lo privado, de lo social, cambia el anacrónico concepto según el cual, los congresistas eran fuente de poder, ahora aun conservando algo de sus clientelas, se vislumbra una franja de opinión que define;- allí están los resultados.
Ya andan por allí, en el costurero de las adulaciones, tejedores, que cómo las plantas trepadoras aprovechan cualquier resquicio para subirse a la cornisa de los ganadores, incluyendo columnistas que ayer se mofaban de independientes, no, esa posición no es civilizada, si la democracia es el camino para el desarrollo de las sociedades, hay que luchar por limpiarla de tantas impurezas, ese debe ser el compromiso con el Cauca que queremos.
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